Capítulo 4

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Capítulo 4

Escuché como la puerta se abría y mi madre gritaba desde la entrada:

-¿Charlotte estás bien?

Me entró el pánico y le dije mientras me secaba los ojos y ponía algo en orden en mi pieza:

-Sí... Sí...- Mi madre subió las escaleras y me vio con todo el maquillaje corrido, me dijo mientras me abrazaba y arreglaba mi cabello:

-Vi a Andrew salir muy agresivo de la casa, se fue corriendo ¿Que pasó? ¿Te hizo daño?- Las palabras de mi mamá hicieron que llorara más, no quería que nadie se enterara de eso, así que tapé rápidamente mi brazo. Andrew ya lo había hecho tiempo atrás y guardé completo silencio.

Mi llanto era fuerte y no lo podía controlar, mi madre sólo acariciaba mi cabello y me abrazaba con ternura. No dejaba de repetir "Tranquila hija... Te amo". Me llevó hasta mi cama, me tapó y me dio un beso en la frente. Ya eran las 20:00 y estaba tan agotada que ni me di cuenta en el momento que caí dormida.

Desperté al día siguiente con la almohada húmeda y con manchas de maquillaje, tenía la ropa del día anterior puesta. Estaba realmente cansada. Me levanté de la cama y vi que mi habitación estaba ordenada, parece que mi mamá puso todo en su lugar.

Bajé las escaleras y pasé al baño, mi cara estaba hecha un desastre, tenía los ojos hinchados y maquillaje por todas partes. Me lavé la cara y los dientes. Luego fui a la cocina y ahí estaba ella, sentada en su silla al lado de la mesa, con una taza de té en su mano y en la otra el periódico. Al verme levantó la mirada y me dijo:

-Hija... ¿Cómo amaneciste?

-Creo que mejor, sólo que estoy muy cansada, me duele el cuerpo.

-Te recuerdo que hoy es la cena en la casa de los Hemmings.-Cuando dijo eso mis ojos se abrieron muchísimo más de lo normal, me acordé que había quedado en juntarme con Phoebe. Contesté:

-¿Qué hago? Quedé en juntarme con Phoebe...

-Bueno si quieres vas donde ella. No hay drama.-Contesté rápidamente:

-¿Sabes qué? Prefiero ir contigo, Phoebe me va a estar hablando de todos los problemas que tiene con su novio y con lo que tuve ayer me bastó. Así que prefiero conocer más a Liz y a su familia.-Mi madre sonrió y contestó un "Bueno, como tu quieras".

Subí a mi pieza y al tomar mi celular noté que no tenía ningún mensaje de Andrew... Me rompió bastante ver eso. Le mande a Phoebe:

"Amiga, lo siento. Hoy no podré ir a tu casa porque mi mamá tiene una cena donde una amiga y estoy invitada.

PD: Andrew es una mierda."

Lo envié y me fui a duchar.

El resto de la tarde fue bastante normal, hice varios de los ejercicios que Liz me dio, vi algo de televisión y estuve navegando por internet.

Cuando vi el reloj eran las 6 de la tarde y eso significaba que me quedaba sólo una hora para arreglarme... Soy un desastre con los tiempos, demoro demasiado, así que mejor me apuro.

Abrí mi closet y encontré unos jeans color menta, elegí una camiseta blanca que tenía estampado el típico diseño de la botella de Jack Daniel's y me puse mis irremplazables converse. Creo que me veo linda, sólo que mis ojos hinchados y ese moretón nadie me los borra, así que cogí un poleron abierto y me lo puse, hacía un poco de frío. Me maquillé sutilmente, un poco de base y corrector para ocultar las ojeras, máscara de pestañas y un brillo labial.

Escuché a mi madre gritar:

-Charlotte ¿Te falta mucho? Son las 18:40 y vamos a salir a las 19:00.

-Ordeno mi cartera y bajo.

Rápidamente guardé mi billetera, llaves, chicle y audífonos en mi pequeño bolso y me lo crucé. Bajé apurada y mi mamá estaba dándose sus últimos toques frente al espejo. Me vio en el reflejo y dijo mientras se daba vuelta:

-Wow, que linda te ves hija!-A lo que yo sólo sonreí, añadió:

-Estaba hablando con Liz, dijo que iba a cocinar pavo relleno y me pidió que llevara un postre, así que salgamos pronto y pasamos al supermercado a comprar helado y un kuchen.

-Bien, estoy lista.

Mi madre guardó sus cosas y salimos.

En el supermercado compramos un helado de frutas con galletas y un rico kuchen de manzana. Ibamos camino a la casa de los Hemmings, era un barrio muy lindo, casas grandes y modernas, amplios jardines. Y el bello sol que se estaba escondiendo le daba un toque de película a todo ese instante.

Llegamos, nos estacionamos al lado de dos autos, uno era un jeep negro y al lado un pequeño volkswagen color plateado oscuro. La casa era blanca, con la puerta de madera oscura. Nos bajamos y mi madre me pasó el postre para que yo lo cargara, llegamos a la puerta y apretamos el diminuto botón para que alguien nos abriera. A lo lejos escuchábamos voces, pidiendo que alguien fuera a abrir, al parecer Liz estaba cocinando y no podía ella. Se abrió la puerta y se asomó un chico muy alto, rubio, con ojos claros y una amplia sonrisa y nos dijo:

-Bienvenidos a nuestro hogar, soy Luke, hijo de Liz. Tú debes ser Camille, amiga de mi mamá y tú...?-Rompí ese mínimo silencio y dije:

-Charlotte, pero dime Charlie.

Luke sonrió y dijo mientras me saludaba:

-Un gusto Charlie.-Hizo un gesto para que pasemos y lo seguimos hasta la cocina. Como había supuesto, ahí estaba Liz, estaba amasando algo y tenía harina por toda su ropa, nos dijo:

-Camille y Charlie, por favor pasen al living, pónganse cómodas y tú, Luke, sírveles algo para tomar.

Ambas nos dirigimos al living mientras Luke nos seguía por atrás, nos sentamos y nos dijo:

-Bien, tenemos champaña, vino, jugo de frutilla y coca-cola ¿Qué les gustaría?.-Mi madre respondió:

-Ya que este amable mesero nos está ofreciendo champaña, elegiré eso.-Luke se rió y noté como habíamos entrado en confianza, me dirigió la mirada y respondí:

-Yo te aceptaría una coca-cola.

-Perfecto, ya se los traigo.

Luke se fue y a los minutos llegó un hombre de unos 45 años, muy parecido a Luke, con unos platos con galletas saladas y diferentes salsas, las puso sobre la mesa y nos dijo:

-Un gusto, soy el esposo de Liz.-Este hombre era muy atento, nos estrechó la mano mientras sonreía, se acomodó en uno de los sillones y nos empezó a contar sobre esas salsas, para poner un tema de conversación. Yo no paraba de estar pendiente de ese pasillo donde Luke debería de aparecer con nuestras bebidas. Cambió absolutamente mi perspectiva hacia él.

Miss F-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora