"El Guardaespaldas".

Capítulo 1.

"ACTUALIDAD"

-Señorita Richards, última llamada para que se levante -dijo el señor Lincoln desde el otro lado de la puerta-, no me haga entar.

-¡YA VOY! -vociferé malhumorada y me levante de la cama.

Entre a una típica "Ducha Express", así les decía yo cuando se me hacía tarde... Que era una rutina diaria. Después de estar diez minutos tratando de despertarme a mi misma en la ducha, salí y me dirijí hacía mi armanario y comencé a ponerme el uniforme del colegio.

Antes de bajar me miré en el espejo, miré mi cabello pelirojo, mis ojos azules, soy blanca, demasiado, intento broncearme, pero nada funciona. Acerca de mi cuerpo, bueno, no tengo nada de lo que quejarme, ni de lo que pedir. No me gustaría ser como las otras chicas que hacen de todo por tener pechos y traseros enormes... Yo me conformo con lo  que tengo, además, el tener demasiado a veces luce algo grotesco. En fin, tengo diecisiete años, estoy en mi último año de preparatoria y lo único malo en esto es que tengo un Guardaespaldas. El "Señor Lincoln", para mi padre es un heroe, el mejor guardaespaldas que pudo haber contratado, para mi es como tener una astilla metida en tu uña, con cada mínimo movimiento que hagas te molesta. Bien, así es el Señor Lincoln, nunca te deja en paz y siempre esta molestando, a cada momento que tiene la oportunidad. Aunque no voy a negar que es guapo, fuerte, sus ojos son... ¡STOP! ¿Qué diablos estoy diciendo? Okay, are como que nunca dije eso...

-Señorita Richards -escuché aquel acento americano que algunas veces puede llegar a molestar-, faltan treinta minutos y sabe que es un largo camino de aqui a la escuela, así que hagame el favor de no ser alguien tan narcisistas y vaya al auto para que no llegue tarde.

-Esta bien.

Ahora, aún más malhumorada y a regañadientes me dirijo hacia el auto. Al llegar el señor Lincoln "amablemente" me abre la puerta del coche y al entrar la cierra. Después de casí 15 minutos de viaje concentro mi mirada en el señor Lincoln, su piel blanca con un toque de bronceado, sus ojos... nunca e sabido de que color exactamente son sus ojos, azules o grises. Me quede observando los lunares que bajaban detras de su oreja.

-¿A visto algo que le gusto Señorita Richards?

¡¿QUÉ DIABLOS?! ¡CLARO QUE NO! y la narcisista soy yo, lo odio.- No señor Lincoln, es solo que me e quedado en el "limbo" , no tiene nada por lo cual preocuparse.

El solo puso una sonrisita egocéntrica y siguio con su tarea, mientras que yo me dedique a mantener mi vista por la venta el resto del camino.

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Al llegar al colegio, el señor Lincoln repitió la misma acción que había hecho al entrar al auto y comence a andar sola hacia la escuela... Bueno, ni tan sola, al señor Lincoln le habían encomendado la tarea de cuidarme en TODOS lados, inclusive en la escuela, si era incomodo que me siguiera a todos lados mientras estaba en mi casa, ahora imaginense en el colegio.

Llegué a mi casillero, saqué mis libros de algebra y corrí al aula 589, al llegar identifique con la mirada a mi mejor amigo Andy, enrealidad se llama Andres, pero como no me gusto ese nombre le comencé a decir Andy.

-Hola Drew, ¿cómo estas? - me miró un momento y después volvió la vista a su libro.

-Hola chico "nerd". ¿Por qué estudias?