♪ ᴛᴏᴅᴏ ᴘᴏʀ ᴜɴ ᴇʀʀᴏʀ ♪ || ᴋɪᴄʜᴀɴ x ᴘɪᴛʏ ||

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Capítulo 3: Charla

Narra Kichan.

Fui abriendo los ojos como queda día de mi vida pero al ver la brillante luz que se adentraba de la ventana de su pieza atina a cerrarlos de golpe, no sólo le molestaban los ojos por dicha intromisión sino que todo cobraba sentido para sus sentidos, ya que a penas se tranquilizo pudo sentir como si su cabeza quisiera explotar.

Me quedé unos minutos acostado boca arriba con la mano en la frente hasta que pude que abrir los ojos de vuelta, estaba vez abriéndolos lentamente.

— Ay, la reputisima madre ¿Qué me tome anoche?— Exclama bastante enojado mientras se sentaba con trabajo en la cama y veía al piso como si fuera la cosa más interesante del mundo.

No volvería a tomar más en una fiesta ajena.

— Espera... ¿Por qué estoy desnudo?— Cae en cuenta del enorme detalle al tocarse el pecho con la mano izquierda.

Se mira de arriba a abajo y lanza un grito para nada masculino de sus labios. —¿¡Qué!?— toca su costilla y la siente bastante adolorida.

¿Había dormido con alguna mina sin darse cuenta?

¿Se había caído de un camión sin querer?

Estaba desplomado.

La cama estaba bastante fría, por el horario cualquier mujer con la que hubiera dormido ya se encontraba bastante lejos del sitio lo más seguro, pudo darse cuenta que la mujer a la que había terminado llevando a la cama era una bastante posesiva y hasta demostrativa, tenía chupetones en el cuello y en varias partes de su cuerpo, por eso mismo le dolía el cuerpo como si le hubiera pasado un tren por encima suyo.

— Qué dolor de cabeza.—  Se masajea la frente con la yema de los dedos y va directo al baño con pasos algo temblorosos.

Eran las 12:30, nunca se hubiera imaginado que se iba a levantarse tan tarde un día de semana, al menos agradecía que Guillermo le haya dado el día libre porque sino no podría correr como es debido.

Se metió luego de unos largos minutos a bañar y dejó que el agua limpiará y borrará toda marca que tuviera su cuerpo, no era una persona blanca y los chupones generalmente no se le veían tanto en el cuerpo cuando se lo dejaban, pero los que obtuvo en la noche sí se veían bastante visibles, eran de un color morado pasando a oscuro ¿Cómo los iba a ocultar mañana? Hoy podría safar por qué no tenía entrenamiento, pero cuantos días lo iba a esconder? — Me dan el premio al boludo.— Lanza un gemido de disgustó y sale del baño dando pasos bastante lentos y se queda solo en calzoncillo.

Siente como suena su celular que estaba en un extremo de la habitación y lo agarraba, sin ver quién lo llamaba atiende y lo deja apoyado en la cama nuevamente, se estaba secando el cabello con una toalla; no veía bien por las gotas de agua que resbalaba a su rostro por lo que simplemente lo dejo en una distancia en donde pudiera escucharse su voz.

› — Che, te diste cuenta que es una videollamada?—‹ Habla la persona dentro del móvil con una sonrisa bastante burlona puesta.

› —¿Qué? —‹ Salta para atrás y cae de la cama al escuchar eso, agarra la remera rápido mientras se la ponía encima.

› —No podes ser tan colgado, kichan.—‹ Se escucha la risa de la persona y que lo veía como si se tratase de un niño pequeño.

›—...—‹ Vuelve a la cama y se cruza de brazos. ›— ¿Qué paso, Fernando?—‹ Pregunta intentando escucharse enojado.