Capítulo 18: Jet Black Heart

171 5 2
                                    

Me desperté horas más tarde pero me quedé en la cama mirando hacia el reloj. Eran las 16:00. Había salido todo bien a pesar de todo, pero no me encontraba para nada bien.
Todo había sucecido tan rápido. No solo Kiev sino mi tío, volver a París.
Mi cuerpo me pedía alejarme, procesar todo.
Suspiré.
Me levanté al baño y me lavé la cara, después bajé al salón. Allí estaba Marco viendo la televisión en el salón.
"Hey. ¿Qué tal te encuentras?"
"Bien. ¿Qué tal estás tú?"
"Feliz de que estés bien y de estar juntos otra vez"
Me senté junto a él en el sofá y apoyé mi cabeza en su hombro. Su brazo me rodeó y me acercó más a él.
"Amelia quería venir pero le dije que te dejara descansar"
"Gracias"
Seguimos viendo la televisión.
"Camile" me llamó "Quiero que sepas que no tienes que decirme si estás bien si no lo estás"
"De verdad, estoy bien. Necesito un poco de tiempo para procesar todo, solo es eso. ¿Por qué no comemos algo? ¿Has comido?"
Evité el tema por completo, no quería hablar de ello. Era un mecanismo de defensa de lo más común.
Me levanté de un salto del sillón y tiré de Marco. Entré en su cocina como si todo fuese maravilloso, la verdad era que solo quería distraerme.
"¿Por qué no hacemos galletas?" Propuse
"Camile" me llamó. "Camile, para. Es evidente que no estás bien. Todo ha ido demasiado rápido." Me cogió las manos y me miró a los ojos con una expresión de ternura y preocupación.
Me giré para que no me viera, eché mi mirada al cielo y cerré los ojos como había hecho tantas otras veces.
Marco me abrazó, colocando su cabeza sobre mi hombro.
"Camile. Te quiero."
No llegaba a articular palabras sin que mi voz se rompiera. En ese momento yo era un vaso lleno hasta el borde al que le acababan de echar una última gota que lo desbordó.
"Yo-"
"Lo sé, Cam. Lo sé" dijo. No se había separado del abrazo.
Poco después pude comunicarme de nuevo. A duras pensas conseguí expresar como me sentía. Como todo s e había vuelto demasiado.
"Dios Marco. Si supieras lo mal que me encuentro. Después de todo, pensé que igual por una vez iba a poder tener una vida normal pero siempre tiene que haber algo que me estropee cada vez más por dentro." Tomé aire y lo solté de nuevo. "¿Podemos ir a cenar fuera? Necesito despejarme"
"Claro, lo que quieras" me cogió la mano y la besó "¿Quieres que pregunte si tienen mesa en ese sitio al que fuimos que tenía bonitas vistas?"
"Vale" respondí
Tras llamar Marco vino a decirme que si había mesas y habló conmigo.
"Cam. Te diré la verdad, no se me da bien dar consejos pero siempre se puede empezar de nuevo. Créeme. Todo mejora, y sé que es una mierda cuando te lo dicen estando mal pero engánchate a lo que sea para tirar para adelante. Y que sepas que yo estoy aquí para lo que pueda ayudarte."
Me sequé las últimas lágrimas que se caían y me acerqué a besarle.
"Te quiero, Marco"
"Y yo a ti"
Fuimos hasta el restaurante y la verdad es que me trajo muy buenos recuerdos y me subió un poco los ánimos. Me despejó bastante y pude ver las cosas con la sangre algo más fría. No es que me hubiera curado de repente y me sintiera mejor pero por lo menos me había desahogado y al contarle a Marco como me sentía me notaba como si me hubiera liberado.
A la vuelta del restaurante nos sentamos en un banco de un parque cercano. A lo lejos se podía oir la música de algún grupo de adolescentes de botellón.
"¿Vendrás a Rusia con nosotros?"
"Sí, eso espero" dije
"Yo también lo espero. ¿Con quién vas a ir? Ya sabes por eso de que eres francesa y tal"
Me reí de su comentario. "Voy a apoyaros."
"¿Y si hay un Francia-España?" Preguntó
"Ay Marco, no me seas. Os voy a apoyar a vosotros."
Le miré y estaba con una sonrisa enorme.
"¿Sabes lo que pensé?" Me dijo.
Me senté encima de él mirandole.
"¿El qué?" Dije a la par que jugaba con sus manos.
"Que después del mundial podríamos irnos a Miami"
"¿A Miami?"
"Sí, piénsalo" dijo jugando con mis mechones de pelo "Cogemos una casa para nosotros, con vistas al mar y con una canasta que sé que tienes ganas de esa revancha"
"¿Cómo que revancha? Claramente gané yo" Me indigné. 
"Gané yo"
"Me tiraste a la piscina"
Se empezó a reír y me contagió su risa.
"Anda, vámonos a casa que alguien se le ha subido el cansancio a la cabeza" dije levantándome y riéndome de mi propio comentario.
"¿Perdona?" Dijo fingiendo estar ofendido lo cual me hizo reírme aún más. "O sea que quieres reirte ¿No?"
Le distinguí una expresión de malicia en su rostro. Me rodeó y comenzó a hacerme cosquillas. Y todavía riéndome conseguí liberarme.
Comencé a correr y él a perseguirme, la calle estaba casi vacia. Por razones obvias me alcanzó y tiró de mí hasta quedar a centímetros de él. Me apoyó contra una pared de un edificio.
Nuestras respiraciones estaban agitadas. Su frente estaba sobre la mía, una de sus manos por encima de mi hombro apoyada en la pared y la otra sobre mi cintura. Sin esperar más se un minuto inició una serie de besos que entre los que se intercalaba nuestra respiración. Me acercaba a él y su mano pasó a mi mejilla. Las mías se colocaron rodeando su cuello. Nuestros besos se hacían cada vez más profundos. Hasta que nos separamos por completo.
Sonreiamos tímidamente.
"Estos jóvenes" dijo un señor mayor al pasar por nuestro lado.
Reímos ante su comentario.
"Creo que deberíamos ir yendo para casa" dije
"Yo también lo creo" respondió Marco
Nos dimos la mano y volvimos andando al coche para tomar el camino de vuelta.

Toi et moi | Marco AsensioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora