Capitulo 28

695 74 6
                                    

Alex despertó a besos a Piper pasando sus manos por debajo de la sábana que la cubría, contemplando su desnudez.

"Despierta" susurró en su oído.

"No" Piper giró la cabeza para el otro lado mientras estiraba sus brazos debajo de la almohada.

Alex amaba cuando Piper se acostaba boca abajo porque podía hacer lo que tenía en mente para despertarla. Se alejó de la cama para sacar el strap on de su maleta, se lo puso y volvió a acercarse muy lentamente a Piper notando que seguía dormida.

A pesar de que la felicidad y el deseo por Piper la inundaban por dentro. Ese día quería hacer algo diferente, más que tener un encuentro intenso con Piper como los anteriores, quería con cada fibra de su piel hacerle olvidar lo que había pasado y recordarle que las había llevado a donde estaban.

Se acomodó acorralando las piernas de Piper con las suyas pero sin tocarla. Con sus manos acomodó los mechones rubios a un lado y cuidadosamente empezó a besar su espalda, pequeños besos que hicieron suspirar a la rubia inconscientemente. Cuando llegó al final de su espalda, recorrió con la punta de la lengua toda la columna de Piper hasta llegar a la nuca, donde un pequeño tatuaje colorido aún seguía presente.

"Alex..." esa pequeña voz adormilada llamó su atención y se percató de las intenciones de Piper por mover sus brazos pero Alex los recorrió desde los omoplatos hasta entrelazar sus dedos con los de ella.

Piper apretó sus dedos mientras se estiraba inconsciente de las intenciones de Alex, sintiendo en su trasero un pequeño objeto que inmediatamente reconoció. Levantó un poco la cabeza para mirar a Alex que la observaba sonriendo.

"¿Qué..." intentó preguntarle qué tenía en mente pero Alex la interrumpió besándola, recorriendo con su lengua los labios de Piper muy lentamente. El beso no era desesperado sino todo lo contrario, se tomaron todo el tiempo para disfrutarlo pero Piper como siempre se empezaba a desesperar moviendo un poco sus caderas hacia arriba.

Alex no dijo nada pero era la oportunidad perfecta para empezar lo que tenía en mente. Sin alejarse y con un rápido movimiento acomodó el dildo entre las piernas de Piper. No tenía que percatarse de no lastimarla porque sabía muy bien que Piper estaba más que lista para recibirla. Movió sus caderas en un suave movimiento que hizo que Piper cerrará los ojos de placer. Lo que siguió no fue diferente al primer movimiento.

Piper apretaba con fuerza las manos de Alex porque el ritmo lento con el que la estaba cogiendo le hacía su cabeza girar, su estómago revolverse y su corazón palpitar con rapidez. Cada vez que Alex metía el dildo, sus senos rozaban la piel de Piper con suma suavidad.

"Al..."

"No lo haré más rápido... si es lo que quieres" dijo en un tono entrecortado mientras respiraba cerca a su oído.

"No... está bien pero para un segundo" dijo mientras abría los ojos al sentir que Alex paraba dentro de ella. Sin soltar sus manos se apoyó en sus codos para poder respirar mejor. Todo su cabello cayó hacia un lado dejando expuesto el costado de su cuello más cercano a Alex.

"Ya" Piper soltó el aire y tratando de mirar a Alex pero ella estaba bastante distraída con la nueva posición que marcaba más la figura de Piper. "¿Al?" Dijo en un tono bajo para después escuchar a Alex respirando en su oído.

Alex apretó más las manos de Piper y volvió a recuperar el ritmo. Las dos gemían calmadamente dentro de lo posible, las gotas de sudor recorriendo sus cuerpos por la cercanía, pero ninguna se atrevía a cambiar el ritmo porque la conexión que sentían en ese momento era incomparable.

"Pipes..." la rubia sabía lo que Alex le quería decir pero ya no quería pensar en eso, ya lo que tenía que pasar pasó y ella solo quería olvidarlo.

"Shhh" con una mano alcanzó la cabeza de Alex para mirarla un momento tan cerca del orgasmo pero tan consciente de que no debía dejarla hablar "hazme venir"

Alex la besó mordiendo sus labios, el beso más desesperado que el ritmo que llevaban, un contraste perfecto que las empujó a las dos al borde del placer.

Totalmente agotadas e incapaces de alejarse una de la otra se miraron en esa posición y sonrieron como una promesa de que todo estaba saldado y olvidado... hasta el momento.

Sinestesia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora