CAPITULO 8

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POV ESTEFANIA

FLASH BACK 12 AÑOS ATRÁS

—Me duele mucho el estómago señorita Regina— se quejaba una pequeña Estefanía de 14 años con la institutriz encargada del orfanato esa noche de diciembre...

—Es 24 de diciembre Estefanía no puedes echarnos a perder la celebración a todos, te di una pastilla así que duérmete y cállate iremos a cenar todos juntos y no pienso perderme el banquete por tus lloriqueos ya suficiente castigo es quedarme con todos estos huérfanos está noche sin mi familia para además cargar con un costal de huesos enfermo como tu— respondió la mujer de 52 años levantándose del pequeño sillón color marrón con los costados rotos, colocado en el fondo de la habitación de chicas del orfanato, dejando a Estefanía retorciéndose de dolor en la parte de arriba de la pequeña litera en la que dormía.

—Quiero que te calles y aguantes el dolor, mañana regresare y si sigues mal llamo al médico porque obviamente hoy me regreso a casa, no pienso desperdiciar una Navidad con unos mugrosos como ustedes—la señorita Regina cerro la habitación azotando la puerta violentamente dejando a Estefanía con fiebre y un dolor intenso en el abdomen. Unos minutos después de que la mujer abandonará la habitación la puerta se abrió despacio dejando entrar una rendija de luz a través de esta, Estefanía con los ojos bañados en lágrimas trato de incorporarse para ver quien entraba cuando escucho su voz.

—¿Estefy estas mejor? — le pregunto en un susurro un joven Iván de 16 años quien llevaba una chaqueta azul marina y un pequeño morral colgado al hombro.

—Le pregunté a la señorita Regina por ti y me dijo que estabas mejor pero no le creí—. Ivan se acercó cauteloso a la litera en la cual se encontraba Estefanía subiendo sobre el colchón de la cama de abajo para apoyarse y poder observarla de cerca.

—Me duele mucho Iván, desde la tarde que me ayudaste a llegar aquí cuando me encontraste llorando en el patio no me ha dejado de doler creo que cada vez me duele más, pero la señorita Regina me dijo que mañana llamara al médico— respondía Estefanía tomándose el costado y doblándose por el intenso dolor en el abdomen con la frente ya empapada en sudor.

—Pero no podemos esperar a mañana Estefy y si es grave? – Ivan detallo la cara de Estefanía y pudo ver el dolor que la chica sentía, Estefanía era una mujer muy fuerte y rara vez se quejaba al estar enferma, Ivan pudo ver el sudor escurriendo por la cara y cuello de la joven y toco con su palma la frente de la chica sintiendo un calor intenso, pensó que eso no era normal para nada.

—No podemos hacer nada más Iván voy a aguantar hasta mañana— Le dijo Estefanía recostándose nuevamente en su almohada con los ojos cerrados y las manos aferradas alrededor de su costado

—No, yo no te veo bien tanto dolor por tanto tiempo no es normal además estas ardiendo Estefy, espera ahora vuelvo— Ivan salto de la cama y salió del dormitorio ante la mirada confusa de Estefanía quien se volvió a girar en la cama al perderlo de vista conteniendo los gritos de dolor, casi una hora después Ivan regreso ajustando su morral en la espalda nuevamente.

—Ahora mismo nos vamos al hospital— El joven ayudo a Estefanía a bajar de su cama lentamente y una vez en el piso la tomó entre sus brazos y la cargo para sacarla del dormitorio.

—P... pero... ¿cómo, a donde me llevas Iván? —. Le cuestionó la chica completamente sin fuerzas por la fiebre y el dolor que parecía más agudo cada vez.

—Vamos a ir al hospital Guapa no te preocupes lo resolví todo , la señorita Regina está cenando ahora mismo no notará que no estamos—Iván saco a Estefanía en brazos pasando por los pasillos desiertos del orfanato ya que todos se encontraban reunidos en el comedor por la cena de navidad, con la mayor precaución salió por la parte trasera del edificio y llego a un amplio jardín haciéndose espacio a través de la maleza hasta alcanzar un corte en la reja de contención que el mismo había hecho días atrás para escarpase a conseguir comida y ropa para él y Estefanía; camino cauteloso por un terreno arenoso hasta ver las luces de un auto que se estaciono frente a ellos, un auto que Estefanía no reconoció al instante debido a la fiebre y del cual bajo Paolo un chico flacucho de piel blanca y ojos negros con el cabello castaño, él era otro chico del orfanato amigo de Ivan a quien le entregó las llaves.

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