Prologo

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Llovía y estaba anocheciendo. El chico volvía a su hogar como de costumbre; 7:30 PM.

No es que en realidad a alguien le importara. Su madre trabaja casi todo el día y su padre podría tener viajes laborales de hasta dos meses. En realidad casi nunca los veía. El se encargaba de si mismo en todos los aspectos de la vida cotidiana. 

Este joven se llamaba Randy Cunningham. Vestía una chaqueta negra con una camiseta azul oscuro abajo, pantalones jogging negros y zapatos también negros con detalles blancos. Su pelo violeta, ahora encapuchado, era largo y rebelde. Le llegaba hasta la espalda, y normalmente tapaba su ojo izquierdo. Mientras que sus ojos eran un azul oscuro, denso y solitario. 

Al adolescente de 14 años no le molestaba su aspecto de ninguna manera. Se sentía cómodo con su ropa y pelo, pero su personalidad era el problema. 

Era completamente apático y frío aun sin quererlo. Ya había intentado tener amigos pero había sido prejuzgado por su comportamiento. Aun si deseaba poder compartir su vida con alguien, no podría. Ya se había rendido en intentar acercarse a la gente. Y disfrutaba su vida pacifica y tranquila.

Llegó a su casa empapado, se sacó su chaqueta tirándola en el sofá y se dispuso a buscar algo para cenar.

- ¿Que hay por aquí? -Murmuró para si mismo mientras revolvía todo el refrigerador- Bingo -Randy sacó una sándwich y fue caminando a su habitación. Por suerte tenía el resto de noche libre, ya que había terminado sus tareas en la escuela.

Cuando entró se percató de la presencia de una pequeña caja. Se acercó con precaución y la abrió, encontrándose con un libro extraño.

- ¿NinjaNomicon? -Leyó la nota que traía encima- ¿Que es esto? 

Randy destapo el libro, curioso. Pero cuando menos se lo espero fue transportado al interior de este. 

- ¿¡EH!? -Gritó confundido cuando vio que no estaba en su habitación- ¿¡Donde estoy!? 

El lugar era un arroyo junto a un acantilado. Unas letras y una flechas que lo señalaban.

Las letras formaron la frase "El elegido" las letras volvieron a deformarse para decir escribir "Responsabilidad, seriedad y disposición. Te falta algo" 

- ¿Que quieres decir? -Murmuró el peli-violeta, mientras hacía que su pelo oscureciera sus ojos.

"Eres el ninja" -Le escribió el libro, mientras unas flechas amarillas los señalaban- "El arroyo, cuasi impasible, es movido por las violentas tormentas de alrededor. Sin importar donde este"

- ¿Que mierda quieres decir? -Gritó, segundos antes de ser expulsado.

Se levantó, sobresaltado, y miró a su alrededor para percatarse que estaba en su habitación con ese viejo libro en mano. Viendo que le serviría lo guardo en su mochila. Yendo nuevamente a la caja busco la mascara del ninja y se la colocó. 

Una serie de tentáculos de tela lo envolvieron en un abrir y cerrar de ojos, y cuando se dio cuenta ya tenía el traje colocado. Aun asombrado por eso, miro su reflejo en el espejo de cuerpo completo que tenía en su cuarto; el traje lo cubría casi completamente, y tenía pequeños rayas rojas por todo su cuerpo. Lo único que estaba al descubierto era su pelo y ojos fríos como el acero.

Se quitó la mascara lentamente. No supo que decir ante lo que sucedía.

En las alcantarillas 

El hechicero inhalo el aire a su alrededor. Y se mantuvo en silencio por unos minutos.

- Un nuevo ninja -Comentó en voz alta, hablándole a nadie en particular- Hace más de 200 años que no siento tal potencial... -Miró hacía arriba- Es divertido, después de todo -Intentó contener su risa psicótica, pero no pudo.

La horrorosa carcajada retumbo por todo el lugar.

- Es tan horroroso saber que probablemente muera por culpa de otro estúpido mocoso. -Volteó a su izquierda y vio a una pequeña rata observándolo- Aun así. Espero verlo matar muchas cosas. Siempre es entretenido el primer asesinato. Su cordura decae, y hasta el mas inocente termina igual a mi.

Tomó al roedor en sus manos, intentando no aplastarlo- Un desequilibrado mental 

Puso al pequeño animal en su boca y le arranco la cabeza de una mordida, a la par que clavaba sus uñas en el cuerpo de su pequeña victima.

Tragando su comida, tuvo que admitir.

Que este ninja sería el más divertido de todos.


Randy Cunningham: Ninja SolitarioWhere stories live. Discover now