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Sonya estaba agotada pero seguía corriendo. No debía parar. Hoy iba a visitar a Thomas para hablar un poco. Después de descubrir que Newt era su hermano, su mente colapsó mas este hecho, de alguna forma, le hizo pensar que, al menos, pudo volver a ver su hermano de nuevo aunque no lo reconoció. Lo único que lamentaba profundamente era el fatídico final que tuvo aunque Sonya puede decir que su hermano pudo morir como un héroe. Porque gracias a él muchos más pudieron salvarse y estar donde están.


Volviendo a su principal objetivo, que era ver a Thomas, cuando llegó a su cabaña, no se encontraba en ella. Supuso que él estaría dando un paseo en la orilla así que fue allí a comprobarlo. Sin embargo, no lo halló en el lugar y eso la desconcertó pues era el único sitio que él frecuentaba constantemente, vagando en sus pensamientos.


Sí, había notado en Thomas que, cuando ambos quedaban en un silencio, su mirada cambiaba completamente mostrando así su verdadera faceta, la de una persona que está completamente rota por dentro. Sonya pensó que se debía a todo lo sufrido anteriormente con C.R.U.E.L. y había dejado cicatrices en la mente de Thomas. También tenía la teoría, recientemente descartada, de que estuviera con el corazón roto por la muerte de Teresa. No obstante, la razón de su tristeza era otra muy diferente y pronto la rubia lo descubriría.


Volvió a casa de Thomas para comprobar que éste hubiera llegado mas no había ningún rastro de una llegada reciente. Lo que sí desconcertó a la chica es que la puerta no estuviera cerrada. Sabía que estaba invadiendo una casa ajena a la suya pero tenía un mal presentimiento sobre el paradero del castaño, así que su moralidad iba a quedar atrás. Al entrar a la cabaña, ésta se encontraba en perfecto estado y las cosas estaban en su sitio. Adentrándose más a la casa, llegó al comedor en donde una hoja asomaba en la mesa principal y Sonya no dudó en tomar la carta y leer su contenido.


Tras acabar de leer la carta, la rubia ni lo pensó dos veces y salió corriendo de la cabaña. Varios habitantes presenciaron como Sonya corría, como nunca antes la habían visto, hacia el lado contrario de donde estaba la playa. No le dieron mucha importancia a este hecho.


Ojalá le hubieran dado la importancia que necesitaba.


Sonya corría y corría. Los pies le ardían y era muy probable que le salieran ampollas pero no le importaba ni los más mínimo. Su objetivo era ir a por Thomas antes de que hiciera la mayor locura de su vida. No pudo evitar que algunas lágrimas se le escaparan de sus ojos pues las palabras que estaban escritas en la carta del chico se repetían en su mente una y otra vez.


Si alguien encuentra esto es posiblemente que ya no esté aquí. Quería agradecer a cada una de las personas que me ayudaron a mí y a mis amigos a conseguir el ansiado hogar que habíamos deseado durante tanto tiempo. Lo cierto es que estar allí me ha hecho darme cuenta de que yo no soy merecedor de tal felicidad por lo que acciones pasadas.


Es cierto que todos hemos hecho cosas inimaginables para poder sobrevivir al 'Desierto' pero mi conciencia no está tranquila. Hice lo peor que se le puede hacer a alguien y al día de hoy sigo sin perdonármelo.


Quiero daros las gracias a vosotros, chicos. Minho, Fritanga, ambos habéis sido mi roca desde el principio hasta el final. Siempre os voy a estar eternamente agradecidos por darme un lugar en el 'Claro' y ser unos buenos compañeros, unos buenos amigos.

Las notas de Thomas [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora