Ella dormía
cuando todos
cerraban los ojos.
Cuando los acordes
dejaban de serlo
y vuestras manos
dejaban de temblar.
Ella olvidó
que para vivir
tienes que levantarte,
aunque a veces
creas mejor
continuar durmiendo.
Ella te pidió
que la abrazaras,
que no dejaras
que durmiera sola.
Deberías saber
que la ahogaste.

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Siena
Historia CortaºNo se olvidará de ninguno. Ni del joven que murió y yace ahora enterrado ni de la doncella que murió también y fue enterrada con élº Walt Withman