She Will Be Loved

785 67 3
                                    

Me estiro para desentumir mis piernas. Una suave respiración sobre mi cara me hace abrir los ojos, aunque ya lo sabía.

Lo último que recuerdo de ayer es que Matt me abrazó mientras yo lloraba. Supongo que el cansancio me ganó. Estoy acostada en mi cama, con Matt a un lado de frente hacia mí.

No me gusta que me vean llorar, no me gusta la lástima. Pero que Matt estuviera ahí para mí fue algo nuevo y diferente. Podríamos tener una amistad después de todo.

— Hola — él sonríe.

— Hey, no quise despertarte — me levanto de la cama.

— ¿Qué hora es? — abre y cierra los ojos acostumbrándose a la luz.

— Las 10:30 am, te toca el desayuno.

Matt se ríe y salgo de la habitación cuando escucho que tocan en la puerta. No necesito ver para saber qué es Phoebe o Sean.

— Buenos días — dice mi hermana.

— Hola Phoebe, ¿qué haces aquí?

— Gracias — me sonríe — si quiero pasar.

La sigo a la sala, donde se queda de pie y observa todo como si nunca hubiera estado aquí. ¡Oh mierda! Busca a Matt.

— ¿Quieres un café? — le digo para que me siga a la cocina.

— Hola Phoebe — dice Matt saliendo de mi habitación.

Phoebe abre mucho los ojos visiblemente sorprendida y nos mira. Matt se acerca a la cocina por una taza de café y sonríe.

— Buenos días amor — me da un beso en la cabeza.

Ruedo mis ojos. Lo hace para jugar con Phoebe, que sigue sin parpadear desde la sala.

— Lo siento, no sabía que ustedes... Emm, bueno... Yo debí avisar... — tartamudea — ¡Qué bueno que no vine antes!

— Ven y siéntate — señalo la silla — no es lo que piensas.

— Si lo es — Matt arquea una ceja — pero no queremos que nadie sepa, ¿verdad amor?

Lo miro con los ojos entrecerrados. Agradezco que estemos hablando de una tontería como ésta y no del estúpido de Nick.

— Ya cállate, va a pensar que es cierto — lo empujo y voy al otro lado de la barra.

— ¿Te quedas a desayunar Phoebe? — pregunta Matt.

— ¿En serio? ¡Claro que sí!... Espera, ¿Sam va a cocinar? — hace una mueca de decepción.

— ¡Oye! No te quejes, yo preparé el café — le gruño.

— Lo hizo la máquina Sam, tu solo lo serviste — dice burlándose.

Matt se ríe de nosotras y camina por la cocina sacando cosas del refrigerador. Phoebe y yo lo observamos muy atentas, viendo lo que hace.

— Omelette de queso y tostadas de mantequilla y mermelada — pone los platos frente a nosotras.

Phoebe abre mucho los ojos, con emoción y tal vez algo de hambre. Yo me río por su expresión... ¿Así me veo yo también cuando Matt cocina?

— Ahora entiendo — dice Phoebe riendo — Por qué Matt sigue aquí en tu departamento.

— Oye — se hace el ofendido — yo pensé que era por mi encanto y mi carisma.

— Bueno, bueno... Solo quería saber cómo estaba Sam — pone su mano en mi hombro — aunque estoy más tranquila sabiendo que estás aquí.

— Estoy bien — le digo molesta.

Phoebe termina de comer y se levanta. Se despide de Matt y de mí para irse, Matt y yo seguimos en la barra con nuestro desayuno.

— Sabes que puedes confiar en mí, ¿cierto? — dice serio.

— Si, ¿por qué lo dices? — no volteo a verlo.

— Por si necesitas algo, llorar, descansar, lo que sea. Solo no me pidas que te deje sola porque no lo haré.

— Está bien, ya no lo menciones — le digo seria.

Por la tarde, después de la comida que preparó mi roomie, vamos al bar a preparar todo. Es sábado en la noche y el bar estará lleno.

Apenas llego, voy a mi oficina y me encierro. Sean y Phoebe están aquí y estoy segura que se harán cargo mientras. Puedo escuchar el ruido de los instrumentos y los vasos que acomodan en la barra.

Respiro hondo y salgo a ayudar para distraerme. Tengo que actualizar el diario de ingresos y revisar el stock de bebidas para hacer el pedido. Con lo que ha pasado, olvidé pedírselo a Sean ayer.

Ya pasada la media noche el bar sigue lleno de chicos y chicas tomando y cantando. No había prestado atención a la música, pero la voz de Matt me hace voltear al escenario.

Me quedo inmóvil. Reconozco la canción tan pronto como empiezan a tocarla. La presión que siento en el pecho me molesta tanto que no puedo moverme. Matt canta.

(...) I don't mind spending every day,
Out on your corner in the pouring rain,
Look for the girl with the broken smile,
Ask her if she wants to stay a while,
And she will be loved... (...)

Sigo inmóvil detrás de la barra. Estúpido Matt, ahora siento un nudo en la garganta. Doy la vuelta y en tres pasos llego a mi oficina.

La puerta se abre y luego cierra nuevamente con seguro. Unos brazos me envuelven muy fuerte y apoya su barbilla en mi hombro.

Cuando mi espalda se pega a su pecho y siento su calor, comienzo a llorar. Mierda, ¡otra vez no!

Pero no puedo detenerlo, me he vuelto una jodida llorona y agradezco que solo Matt me vea así. Me abraza más fuerte cuando mis piernas se doblan un poco.

Pero en lugar de dejarme caer, camina hacia el escritorio y se sienta, dejándome parada entre sus piernas y sin soltarme.

— No te preocupes, déjalo salir — dice sobre mi hombro.

Ahora estoy triste y preocupada porque tenga que salir pronto a tocar de nuevo. Pero no se va, se queda conmigo hasta que logro tranquilizarme.

Tapo mi cara con mis manos, seguramente mis ojos están rojos e hinchados por el llanto. Matt me lleva a mi silla mientras él sale un momento de la oficina.

Regresa después de unos minutos y pone mi chaqueta sobre mis hombros. Vuelve a abrazarme y me hace caminar por el pequeño pasillo hacia la puerta de atrás del bar.

Camino junto a él, escondiéndome en su abrazo ycaminamos juntos de vuelta al departamento.

Canción en Multimedia:

Maroon 5 - She Will Be Loved

Someone Like YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora