Need You Now

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— Sam, abre la puerta — golpea fuerte — ¡abre la puerta Sam!

— Vete Matt, déjame sola — le grito.

— No me voy a ir, abre la puerta — insiste.

Decido ignorarlo. Sigo sentada en el sillón sin saber qué hacer. Digo, si pudiera iría a buscarlo para patear su trasero como muchas veces lo hice con los chicos de la secundaria. No soy peleonera, pero quién me busca me encuentra.

— Abre la puerta Sam — Matt sigue golpeando.

— ¡Lárgate! ¡No voy a abrir la puerta!

Me levanto y enciendo la televisión a máximo volumen. Quisiera poder tomar mi bate de béisbol y romper todo lo que esté a mi alcance, pero no tengo mucho qué destruir.

Mejor tomo una ducha y me envuelvo en las cobijas para acostarme un rato. No tengo sueño, solo permanezco en algún estado de desánimo, decepción y dolor.

Después de un rato me levanto y voy a la sala a bajar el volumen de la televisión.

— Sam... Abre la puerta.

— ¿Qué haces aquí Matt? ¡Vete!

— Sam cariño, abre la puerta por favor — Phoebe trata de ser amable.

— ¡Déjenme sola! Vayan al bar, les pago por trabajar — les grito.

— No me voy a ir hasta que salgas — dice Matt.

— No seas idiota, tienes que ir a tocar con la banda... Y tú Phoebe, tienes que atender las mesas y ayudar a Sean.

— Yo me voy cariño, pero Matt está aquí y no se va a ir a menos que salgas... Y no te gustará que la banda falle en una noche tan importante.

— No tiene por qué quedarse... ¡Matt ya vete!

— No, ya te lo dije. No me voy sin ti.

Suspiro frustrada. ¡Par de idiotas! ¿Qué no entienden que no quiero que me vean así? ¿Que necesito estar sola para procesar lo que pasó?

Camino hacia la puerta y abro. Phoebe no está, pero Matt está sentado en el piso junto a la puerta. ¿De verdad pensaba quedarse aquí?

— Te odio — le digo fastidiada.

— Lo sé, pero no deberías estar sola — se pone de pie.

— ¿De verdad ibas a quedarte aquí?

— Si, ahora camina y vamos al bar.

— No quiero.

— Si no vas, me quedo contigo... Tú decide.

— ¡Bien! Pero no quiero hablar con nadie... No estoy de humor.

Regreso a mi habitación a dejar las cobijas y ponerme los tenis. Regreso a la sala donde Matt me espera.

Salimos en silencio hacia el bar. No me había dado cuenta de la hora. Llegamos rápidamente y voy directo a mi oficina.

Sé que aquí sentada no soluciono nada, pero no quiero que me vean con lastima. Tomo mi revista del cajón y sigo leyendo.

Después de un rato, me decido a salir a ayudar a Sean. No voy a dejar que el estúpido de Nick afecte mi negocio, de hecho voy a hacer lo que Matt sugirió y tendremos éxito.

Me paro junto a Sean esperando que diga algo, pero no lo hace. Y lo agradezco. Solo señala un montón de vasos en el fregadero y me dirijo ahí para lavarlos.

Me distraigo lavando vasos y tarros, ni Phoebe o Beth me han dirigido la palabra y me alegro de escuchar a la banda tocar... Todos cantan con ellos.

Al finalizar la noche, le doy una mirada rápida a Sean y a Phoebe. Me voy y más les vale no tratar con alguna charla motivacional.

Por supuesto que apenas salgo, Matt corre a mi lado y camina en silencio. Llegamos al departamento y abro la puerta.

Se me antoja una taza de café, así que voy a la cocina y él entra en la ducha. Me voy a la cama y me siento a tomarme mi café.

Intenté conciliar el sueño, pero no pude. ¿Debería estar llorando? No me siento mal... De hecho creo que no tengo ningún sentimiento en este momento. ¿O estoy en Shock?

Salgo de mi habitación y voy a la sala. Matt esta en el sillón durmiendo pero aún así me acerco.

— ¿Matt? — le susurro.

— Humm... — dice con el brazo sobre los ojos.

— ¿Matt? ¿Estás dormido? — le digo más fuerte.

— Lo estaba amor — se incorpora — ¿qué pasó?

— Lo siento, es que me siento rara y... — ahora me siento avergonzada — no quería estar sola.

— Está bien, dime ¿quieres ver la tele? ¿Hablar? ¿Quieres comer algo?

— Ver televisión está bien — me siento junto a él.

Después de unos minutos, Matt pasa su brazo por mis hombros y me recargo en su pecho. Acaricia mi cabello despacio, como si fuera tuviera miedo de mi reacción.

Estamos de esa forma durante un rato, viendo una serie que él eligió. Aunque estoy viendo la pantalla, no puedo poner atención y pienso en cómo empezó mi relación con Nick.

— Sam, ¿tienes frío?

— Ahh, no, estoy bien.

— Es que estabas temblando, acércate para ponerte la cobija.

— Estoy bien — le digo rodando los ojos.

Pasamos otro rato en silencio, cuando siento que apoya su cabeza sobre la mía.

— Matt... Matt...

— Estoy despierto — se endereza.

— ¿Puedo pedirte un favor? ¿Tocarías una canción para mí?

— ¿Ahora? — dice tallándose los ojos.

— Si, solo una canción. Tengo ganas de escucharla.

— Está bien, ¿Cual canción? — se levanta para traer su guitarra.

— Need you now.

— ¿Segura? — me mira a los ojos.

— Si.

Matt comienza a tocar y cantar la canción. Tengo que admitir que me gusta mucho su voz. Escucho la canción, repitiendo la letra muy bajito para seguir escuchándolo.

— ¿Estás bien? — me dice cuando acaba la canción.

— Si, ¿por qué? — digo bajito.

— Porque estás llorando.

— ¿Qué?

Toco mis mejillas que ahora están húmedas. Matt deja la guitarra y me abraza a él muy fuerte, lo suficiente para que llore más y más.

Vuelve a acariciar mi cabello, mientras yo sigo llorando. Aprecio que no diga nada, solo me permite sacar mi decepción y mi tristeza.

Canción en Multimedia:

Lady Antebellum - Need You Now

Someone Like YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora