To Be Loved

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— Por favor dime que estoy en tu testamento, quiero el bar y tú departamento — dice Sean a mi lado.

— Cállate tonto, ella no me va a hacer nada y no le tengo miedo — me río.

— Tal vez no te caiga a golpes, porque eres más alta que ella y a veces pareces un chico — lo miro con los ojos entrecerrados — pero tiene amigas y podrían emboscarte.

— ¿De qué lado estás, idiota?

— Del lado en el que vivo para contarlo — sonríe divertido.

Ruedo los ojos y me alejo de su estupidez para ir a mi oficina. Abro el primer cajón para sacar el chocolate que dejé ahí esta mañana.

Después del pequeño bocado de cielo, regreso a la barra con Sean, está preparando unas bebidas en el otro extremo.

— ¿Cual es el plan para mañana? — pregunta Phoebe.

— Dormir.

— Me refiero a más tarde, ¿qué vamos a hacer?

— Es el día libre de todos, ¿de verdad quieres verlos? — Arrugo mi ceño — vayan ustedes a algún lado y déjenme dormir hasta tarde.

— No creo que Matt esté de acuerdo con eso — se ríe mi hermana — él me encanta para ti.

— Idiota, lo mismo dijiste de Nick — reclamo — además no acepto consejos tuyos, no sabes nada del amor.

— No peleen chicas, por favor — Sean se acerca con preocupación — o por lo menos háganlo en bikini para poder cobrar el evento.

Mi hermana y yo volteamos a verlo con fastidio, pero agradezco que cambiara el rumbo de la conversación. No había forma de que esta discusión terminara bien.

De pronto es la hora de cerrar y ordenamos un poco antes de salir. Mientras pongo los candados, puedo escuchar la voz de los chicos a mi espalda, por lo menos Sean se ha integrado bien con ellos.

— Vamos — le digo a mi sombra.

Él se despide de sus amigos para caminar junto a mí. Estoy muerta de cansancio y Matt sonríe como si acabara de ganar la jodida lotería.

Me siento en el sofá de la sala para ver el programa ese de abogados que le gusta mientras él se ducha. Apoyo mis pies en la mesita y me cobijo con su chaqueta. Me estoy quedando dormida cuando siento que Matt me levanta.

— ¿Estás despierta?

— No — sonrío y me recargo en su pecho.

Me lleva en sus brazos hasta la habitación, me deja en la cama y me pone la cobija. Luego lo siento acercarse a mí por la espalda y pasa su brazo por mi cintura.

Despierto sobresaltada por el maldito ruido que viene de la sala... ¡Juro que voy a deshacerme de esa estúpida guitarra pronto! Me levanto furiosa y busco mi ropa para entrar a la ducha.

(...) Be a hero
Be a star
Anything but what you are
Find a girl to possess
Always pay, pursue, protect
Be a master
Be a slave
Work your ass into an early grave... (...)

Después de un relajante baño con agua caliente, me planto en la cocina frente al jodido arcoíris andante que me entrega una taza de café.

— ¿Qué cantabas? — arqueo la ceja.

— Nada, ¿por qué?

— Hmm solo, me pareció conocida la canción — me siento en la barra.

— Ven a desayunar, hay mucho qué hacer antes de que lleguen — me mira mientras sorbe de su taza de café.

— Lleguen, ¿quién? — Pregunta estúpida — ¡Ay no! ¿Los invitaste de nuevo?

— Si, les dije que cocinaría para todos un rico pastel de carne y verduras — frunzo el ceño.

— Odio el pastel de carne.

— ¿En dónde lo probaste? — me mira con los ojos entrecerrados.

— En ningún lado, pero no me gusta.

— ¿Como sabes que no te gusta si no lo has probado? — se ríe.

— Por qué sí, yo sé que no quiero pastel de carne.

— Bueno, pero no has comido del que yo preparo, te va a gustar.

Ruedo los ojos con frustración por su necedad.

— ¡Lo vas a probar y te va a gustar! — me ordena.

Lo ignoro para seguir comiendo mis waffles con mermelada. Matt quiere ir al centro comercial pero no tengo ni la más mínima intención de salir, así que él se va y yo vuelvo a dormir.

El sonido de la puerta me despierta, me incorporo y me tallo los ojos antes de caminar a la sala.

— ¡Fiera!

— Idiota.

— Eres una anfitriona terrible — se queja Sean — te falta educarla Matt.

El rubio se ríe mientras camina a abrir la puerta. Sean está sentado en la barra comiendo una bolsa de frituras y me acerco a él para quitársela.

— Hola chicos — saluda Erik.

Mark, Wilson y mi hermana entran detrás de él. Phoebe se queda parada en la sala y gira su cabeza para todos lados con confusión.

— ¿Qué? — le gruño.

— Se ve diferente — su mirada recorre la sala.

— ¿Verdad que si? Yo dije lo mismo — se ríe Sean — ahora sí parece una casa decente.

— ¡Hey! — Golpeo su hombro — siempre ha sido una casa decente, poco amueblada pero decente.

Matt coloca una charola humeante sobre la barra y todos miramos embobados. Empieza a cortar y servir el pedazo de carne y vegetales en platos.

— Amor, ven a ayudarme. Los demás tomen un plato y siéntense en la mesa.

Todos toman su plato y se acomodan en el pequeño comedor. Matt saca una botella de limonada del refrigerador mientras busco los vasos para servirlos.

Camina hacia la mesa con su plato y el mío mientras yo lo sigo con los vasos de limonada. Me señala el asiento libre, en la cabecera de la mesa y me siento. Él trae una silla de la barra y se sienta junto a mí, tan cerca que su brazo choca con el mío.

— Gracias papá, gracias Mamá — se burla Sean.

Todos se giran a verlo y se ríen. Yo lo veo con el ceño fruncido, luego los observo: se ríen, juegan, platican y conviven. Lo hacemos como buenos amigos y me agrada esa sensación, tenerlos aquí en mi departamento no es tan malo como parece.

Seanmira a Matt, luego a mí y guiña un ojo. Seguro el idiota piensa que Matt esbuena influencia para mí... ¿O eso lo pienso yo?

Canción en Multimedia:

 Curtis Stigers - To Be Loved

Someone Like YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora