vi.

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El último mes Yoongi había dejado de ir tan seguidamente a ver a Taehyung, tenía que practicar, quería ver muchísimo a Taehyung, pero tocar el piano y ganar debía de ser su prioridad en ese momento, incluso con aquello que vivieron cuando Yoongi se confesó.

Su ángel se rompió en sus brazos, él trató de tomar los pedazos rotos, pero no pudo, al menos no en ese momento.

Yoongi llegó a la conclusión de que Taehyung necesitaba mucho tiempo, y mucho amor, cosas que él sentía que podía darle. Sabía que la mente de Taehyung no cambiaría de un día para otro, que sus inseguridades estarían ahí el día de mañana y que esos pensamientos oscuros eran fuertes, como un cáncer. Respecto al amor, Yoongi creía que con el amor que le tenía estarían bien, que incluso si Taehyung no se quería lo suficiente, Yoongi lo querría por ambos.

Y estaba muy equivocado.

A dos semanas del concurso, Yoongi se las arregló para tomar un día libre de práctica, haciendo que Jungkook le cubriera con su maestro, mintiendo con que se ha sentido mal durante el día y que se ha tenido su retirar, Jungkook cambiando esa mentira y él comunicándole a la maestra que de pronto a Yoongi le había dado diarrea y había tenido que irse.

Llegó a la institución, y sólo al poner un pie dentro, sabía que algo no andaba bien. Yoongi sabía que ese no era el lugar más alegre de todos, y que las personas no solían caminar por ahí con una sonrisa y ropa llamativa mientras tarareaban alguna canción pegajosa que escucharon en la radio. No lo eran, pero ese día fue diferente, incluso el guardia de seguridad en la puerta, cuando le vio, Yoongi pudo distinguir algo de tensión en su rostro, y cuando otros pacientes le vieron, desviaron la mirada de inmediato.

Lo que más le sorprendió es que, en las escaleras se encontró a su madre. La mujer no salía de su oficina a menos que sea absolutamente necesario, siempre buscando patrocinadores y viendo ella misma las cuentas de la institución, para que todo estuviese como ella quería. Cuando su madre le vio en el primer escalón de las escaleras que llevaban al piso de Taehyung, le susurró algo a un trabajador del lugar con el que hablaba, y rápidamente fue hasta Yoongi, sonriéndo falsamente.

-¿Qué haces aquí, corazón? - Su tono de voz también fue falso, hablando con una sorpresa muy marcada junto a alegría. Yoongi comenzó a sentirse ansioso.

-Vine a ver a Taehyung. - Respondió, queriendo pasar por su lado pero esto siendole imposible por su madre, que se interpuso en su camino.

-Es... corazón, necesito que me traigas unos documentos que he olvidado en casa, si, por favor hazme ese favor, ¿quieres?

-No se te ha olvidado nada, cuando se te olvida algo lo dejas en la entrada y ésta mañana no he visto nada.

-Pues he dejado la cosa en mi habitación.

-¿Ah si? ¿y qué es?

-¿Qué es qué?

-Los documentos, ¿de qué son?

-Son... de eso de lo que te hablé el otro día en la cena, uh - La madre de Yoongi no era buena mintiéndole a su hijo, jamás lo fue, es por eso que el pequeño Min nunca creyó en Santa Clous o el hada de los dientes. -, ¿lo recuerdas?

Yoongi se apoyó en un pie y relamió sus labios, mirando a su madre con sospecha. -¿Qué me estas ocultando?

-¿Yo? - Rió. -, nada, corazón, no es na--

-¡¿Yoongi está aquí?!

El pelinegro reconoció a esa adorable voz como la de Jimin, pero sin su habitual tono alegre. Se asomó por sobre su madre, la cual en ese momento se distrajo por la misma voz, volteando hacia arriba a las escaleras y pronto encontrándo a Jimin, el cual llegó corriendo con el mismo trabajador de antes detrás de él, como si quisiera detenerle. Yoongi se alarmó cuando vio a Jimin con el rostro destrozado, no por golpes, sino por llorar tanto, con sus manos temblando y, desde esa distancia, Yoongi pudo ver algo de sangre en sus ropas holgadas, cosa que le hizo preocuparse más.

¿tienes hambre? » taegi || #TAEGIWEEK18 ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora