iv.

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Ya que Jimin está en una de sus sesiones con el psicólogo, Taehyung y Yoongi están juntos, los dos, y solos, jugando en el jardín trasero de la institución, donde hay un par de columpios color rojo. Yoongi reía cuando Taehyung intentaba decirle algo en el momento en el que se juntan al estar columpiándose, pues están descordinados, cuando Yoongi va hacia el frente, Taehyung hacia atrás, y viceversa, entonces cuando se toman en medio, Taehyung dice una palabra que al final formará una frase.

La primera cosa que le dijo fue "tu uniforme te hace ver súper virgen". Para esto Yoongi intentó darle una patada, pero hizo que su equilibrio se viese involucrado, por lo que tuvo que dejar de intentarlo si no quería caer.

La segunda cosa que dijo fue "tus patadas son tan fuertes como tú estatura". Yoongi ésta vez optó por sacar cualquier cosa de sus bolsillos y arrojarsela. Terminó lanzando la basura de un chupetín que había comido hace unas semanas, cuando comió con Taehyung y Jimin. La basura le golpeó en la frente, cosa que hizo que Taehyung le mirase con sorpresa y después riera.

Luego le retó a ver quien llegaba más alto al columpiarse, juego que ganó Taehyung, Yoongi observando con una sonrisa triste que, gracias a que Taehyung era liviano, pudo llegar más alto. Aún así, aceptó su derrota y bajaron la velocidad de su juego, para poder detenerse y quedarse sentados, balanceándose ligeramente mientras pateaban rocas que estaban en la hierva y hablaban de cosas sin importancia, como que a Taehyung le gustaba sentir el sol en su piel, pero un sol calido, en un lugar con viento frío, como esa tarde, aunque no hacia tanto frío como le gustaría a Yoongi.

-Niño Yoonie - Yoongi giró su cabeza al escuchar a Nana hablarle desde la puerta trasera, con algo en manos. -, le he traído un refrigerio.

-Comida. - Yoongi corrió como animal salvaje, haciendo reír a Taehyung que lo observó con ternura el como sus ojitos brillaban al recibir el contenedor pequeño con lo que parecía ser fruta picada en trozos.

Nana le dio un beso en la frente y le dejó ir con Taehyung de nuevo. Al dar media vuelta, encontró que Taehyung ya no estaba en los columpios, sino en una de esas mesas con sombrilla, la única que quedaba libre, pues habían más personas ocupando las otras, que no eran muchas.

Fue rápido a Taehyung, el rubio que le sonreía cada que le veía, y se sentó frente a él.

Yoongi tenía sandía en el pequeño contenedor que se le dio, y era mucha, llenando éste. Llevó un trozo de la fruta fresca a su boca con el tenedor de plástico, gimiendo de placer cuando el delicioso sabor inundó su boca; amaba los sabores dulces. Entonces fijó su vista en Taehyung, el cual le miraba sin mucha emoción, de hecho, viendo sus movimientos al comer; el como llevaba el tenedor a la fruta, la tomaba, la llevaba a su boca y después maticaba, para más tarde tragar.

-¿Tienes hambre? - Le preguntó después de ser observando por minutos.

-Si. - Respondió Taehyung, en voz baja.

-¿Quieres de mi comida?

-No.

Algo que le gustaba de Taehyung, es que era muy sincero, sin importar que tan cruda y cruel fuese la verdad. Así era él, su personalidad, directo, bromista, honesto, algo pesado y frágil. Yoongi quería abrazarlo, mucho, pero se tenía que retener, pues aunque habían pasado ya casi un mes viéndose, no creía que tuviese el derecho de tocarle de forma tan amistosa, o no se sentía con la fuerza para abrazarlo y no susurrarle que a sus ojos, Taehyung lucía como el ángel más bello de el paraíso.

-¿Desde cuando tocas el piano? - Taehyung sacó tema de conversación, justo cuando Yoongi estaba por terminar con la fruta.

-Desde los 5 años. - Dijo después de tragar.

¿tienes hambre? » taegi || #TAEGIWEEK18 ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora