vii.

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Cinco años después.

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-Hey, Yoongi, escucha lo que aprendí gracias a un video en YouTube. - Dijo Jungkook luego de meter su mano bajo su camiseta y llevarla a su axila.

Segundos después, Jungkook bajaba su brazo, con la mano en la axila, creando un sonido como el de un gas -pedo-. Yoongi no aguantó la risa, aplaudiendo por el sonido y diciéndole que se detenga, pues ese no era el lugar adecuado para estar haciendo esas cosas.

-Ya, Kook, las personas nos están mirando. - Yoongi le intentó detener con sus manos, Jungkook haciéndose el difícil y escapando de Yoongi, levantándose del sofá donde estaban.

-¿Y qué tiene que nos miren? - Sacó su mano de su camiseta, sonriendo con sorna y dándole una mirada a las personas a su alrededor sin disimular ni un poco.

-Ya te dije que no me gusta llamar la atención.

-Yoongi, amor, somos el acto principal de ésta noche, nosotros llamamos la atención desde que entramos al lugar.

En eso tenía razón, eran los últimos en presentarse como el acto más esperado en ese concierto de música clásica en Japón. Se presentarían juntos, como suelen hacerlo desde que comenzaron su carrera como pianistas -aunque también han tenido presentaciones individuales, pero son más famosos siendo un dúo-. La mayoría de los presentes esa noche sólo venía a escucharlos a ellos, a los dos chicos jóvenes que habían sobrepasado cualquier expectativa impuesta.

-Mira como nos ve aquel - Jungkook metió sus manos en las bolsas de su pantalón con su vista en un chico a lo lejos, el cual se notaba incómodo por la pesada mirada del pelirrojo. -, seguro quiere cojer.

-¿Por qué siempre llegas a la conclusión de que todos quieren cojer contigo sólo por verte? - Yoongi se burló, cruzando una de sus piernas sobre la otra.

-Porque si, soy malditamente caliente, duh.

-Y también malditamente presumido.

-Soy lo mejor de lo mejor, tengo el derecho de presumir todo lo que quiera.

Jungkook se sentó a su lado en ese sofá de piel sin cuidado alguno, haciendo revotar ligeramente a Yoongi, el cual se volteó a verlo con una sonrisa.

-Si quiere follar contigo o no, en estos momentos lo tienes prohibido, estamos a minutos de salir al escenario. - Yoongi susurró en su oreja, y Jungkook pasó su brazos por los hombros de Yoongi, atrayéndolo a él.

-Siempre puedes ser tu el que me alivie. - Le susurró de vuelta, haciendo reír a Yoongi.

-Sigue soñando, Kookie.

-Ugh, ya te dije que no me digas así - Perdiendo todo el libido, Jungkook se alejó un poco de Yoongi, viéndole entonces medio en broma medio en serio. -. Y también, tienes que dejar esa estúpida idea de guardarte para un ángel perdido que parece nunca vendrá. A tu ángel seguro lo devoraron las llamas del infierno.

-Cierra la boca, Kookie.

Habían pasado cinco años desde que Yoongi vio a su ángel caído. Cinco años desde que sintió su corazón revolotear en su pecho, cinco años desde que besó a alguien, y cinco años desde que prometió esperar por el hasta sus 40 años.

Ahora se arrepentía por haberle darle un gran lapso de tiempo.

Cumpliendo con lo que se le pidió, Yoongi no había vuelto a la institución, manteniéndose en contacto con Jimin vía cartas que su madre entregaba. De esa forma se informó de todo sin aparecerse por el lugar, siendo Jimin su informante.

¿tienes hambre? » taegi || #TAEGIWEEK18 ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora