6° Tranquilidad dudosa

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El tiempo pasaba lento en aquel lugar, o eso sentía Sonic cada vez que salía a correr a vigilar cada zona cercana, al paso de los días se extendía una anormal tranquilidad ¡ni un ataque de los robots de Eggman! Y eso solo lograba la desconfianza por parte del Erizo azul, sabía que aquel humano nunca se quedaba quieto sin verdadera razón, una que perjudicara a Sonic y medio mundo, el tramaba algo malo y planeaba vigilar cada día hasta entender el porqué de su ausencia, aquel calvo bigotudo no desaparecería tan fácil, aquel héroe azul descubriría sus planes y los frustraría. Ya ansiaba hacerlo.

Sonic había estado visitado todos los días aquellas viejas guaridas que él frecuentaba, desde edificaciones metálicas casi derrumbadas (pero aun "activas") a bases submarinas, naves de apariencia inestable e imposible de aterrizar, casas desiertas llenas de ratas y algunas partes de máquinas. Recorrió cada lugar que le pudo parecer un escondite o punto de ataque, aunque nada resulto correcto, corrió a diferentes horas y por distintas rutas, ni una señal de vida de aquel que desde un principio había sido su gran enemigo.

No encontró nada en sus búsquedas; Ni trampas, ni planos, ni robots, ni cámaras, ni... ni rastros de vida o algo que indicara su ubicación, ¡nada! Pero sabía que esa total calma seria rota dentro de poco, que aquel humano loco iba a volver con una de sus inmensas maquinas impulsada por alguna energía como la de las Emerald, algo difícil de vencer que causara pánico a los lugareños y los obligara a huir, la verdad... él sentía que no estar alerta iba a ser un enorme error pero sus amigos comenzaban a dudar de su cordura.

Tras cada frustrante viaje aquel erizo tomaba como descanso un tour por aquel reino perdido, tras días de llamarlo asi frente a su copia esta le había explicado cual era el nombre de esa zona, mas nunca dijo sus motivos, al parecer se llamaba "Ash Kingdom". Sonic temía que Eggman tomara por escondite alguno de sus bosques o engañara a los inocentes pueblerinos, cosa que había notado era algo muy sencillo de hacer ¡eran tan crédulos! De decir que el agua gruñe y muerde ellos lo creerían. Usualmente su amigo, a quien decidió llamar "Equal", lo esperaba en la entrada y entre los dos caminaban por la zona, su "copia" siempre le explicaba que era imposible que el doctor estuviese allí, más el erizo con terquedad siempre insistía en extender su recorrido por todo el lugar.

Y aquel día no fue la excepción, mientras Sonic caminaba atento, a su lado iba Equal con cierta duda de seguir, a su alrededor se extendía un extenso bosque lleno de rarezas impresionantes y muy llamativas, lleno de escondites potenciales. Hasta donde se había visto aquel lugar estaba lleno de bosques y una que otra pradera, cada boque era diferente algunos tenían arboles tan altos que no podías ver la punta, otros estaban rodeados de una densa neblina, algunos tenían mil colores, otros eran pequeños y helados, aunque eran muy pocos los que tenían nieve. Aquella zona tenía poca variedad de ecosistemas, y aun así era como otro mundo que conocer, no existían desiertos ni sabían que era el mar, la arena era algo totalmente nuevo, solo existían dos montañas; una por donde se veía el sol salir la "Montaña Ardiente" un lugar sagrado en seña de inicio, y la otra era por donde se escondía la "montaña de Sueños", La más temida y ansiada, la mística montaña que representaría lo que se impulsaba a lograr. O lo que nunca se podrá alcanzar.

Ya hemos caminado mucho, Sonic...

Pudo escuchar en su mente, esas simples palabras eran un susurro lleno de cansancio, el erizo se detuvo a observar a su amigo, lucia exhausto y a punto de caer, a veces olvidaba que ellos no estaban acostumbrados a largas caminatas... y que aquel mundo les afectaba de más. Se acercó a donde había tomado asiento aquel falso erizo, un largo tronco caído y lleno de un tipo de musgo le servía de silla, le extendió su cantimplora llena de fresca agua, aunque este solo negó mientras tomaba profundas bocanadas de aire, no se veía nada bien. Quizá fuese algo causado por sus habilidades o por el sol que había llevado, pero Sonic podría jurar haberlo visto borroso y transparente al pegarle la luz.

Tú la necesitaras más que yo, para mi especie el agua no es importante.

Esas palabras las transmitía con tal tranquilidad que apenas si se notaba el cansancio, al parecer un rato en la sombra sentado ayudaba a calmarse, Sonic asintió levemente antes de guardar su cantimplora en el pequeño bolso que cargaba, no tenía muchas cosas (algo de comida y agua) pero Amy había insistido que siempre lo llevara. Aun dudaba si debía continuar o dejar hasta allí su expedición del día, ya había recorrido la mayoría de las zonas que podía y no tenía señales de nada malo, aparte que temía algo le pasara a Equal por el cansancio o el sol, Sonic aún no entendía que le hacía daño.

Sigamos... deseo mostrarte algo.

Hubo algo en ese tono que logro que un escalofrió recorriera al curioso erizo azul, sabía que esa ya no era ni siquiera su voz, su tono era muy diferente al normal, era demasiado... ugh... ni él sabía cómo describirlo ¿Cómo describir una voz que ni es real? Solo era un pensamiento sin forma... si, eso era, él lo imagino quizá sus pensamientos se cruzaron y por ello sonó diferente, aunque estaba seguro de que tenía un toque de misterio y... ¿envidia? No eso no era posible, ¡eso ni sentido tenia! Eran seres puros incapaces de sentir eso ¿cierto?, Ahora sí que se encontraba algo confuso con sus propios pensamientos, odiaba cuando eso pasaba.

Su mente ansiosa de jugar e inquietar a Sonic volvía a hacerle malas pasadas, ya no era solo escuchar mal sino cambiar toda una voz y esencia, ¡era tan molesto que le pasara!, aun tras un par de minutos sus palabras siguieron resonando cual eco en la cabeza del azul, una y otra vez aquella petición de seguir y ante cada repetición el tono y voz variaban, incluso las emociones que transmitían; siendo pregunta, orden, suplica, la voz se volvía áspera, gruesa, chillona, burlona, furiosa, ansiosa incluso llego a escuchar la de una mujer distante y triste.

-te sigo. -se conformó con decir.

Pasaron el resto de la tarde paseando por aquel bosque de árboles enormes con hojas de un verde tan intenso y lleno de vida, brillante y llamativo tono que atraía la mirada, era reconfortante, notaba que la variedad de flores "únicas" era fantásticas, había tantas, e incluso frutas que aun en la ciudad no se veían, aunque la mayoría tenía extraños pinchos. A cada paso Sonic se dedicaba a admirar su alrededor, después de correr tanto le gustaba contemplar la naturaleza y la tranquilidad que transmitía, pero cierta ansiedad no lo dejaba, aunque disfrutara del paseo ya deseaba saber a dónde iban, mas aquel ser solo decía que pronto llegarían... aunque su voz seguía cambiando una y otra vez, cosa que Sonic decidió ignorar.

Según podía entender el azulado de los murmureos que Equal hacía de vez en cuando ya pronto estarían en su destino, aquella parte del bosque que ansiaba que conociera; una muy poco conocida pero con maravillosas y muy raras cualidades, retaba la lógica incluso para ellos y sus "anomalías", donde las flores cambiaban de colores ante una simple emoción, donde las frutas de mil formas jugaban con quienes las probaban, árboles que se regeneraban en un momento flores tan oscuras como la noche y hojas tan brillantes como el día. Un lugar único que su copia deseaba que su amigo pudiera contemplar.

Susurro Sombrío. (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora