Capitulo 5. Puerto Morrison

1 0 0
                                    

Estuve trabajando todo el día en la jefatura, retiré mi auto del taller mecánico y me dirigí a mi casa, estaba dispuesto a terminar con Tiffany antes de lastimarla con el nuevo trabajo que tendría. Para ello le pedí ayuda a Jim ya que él sabría manejar mejor la situación y yo no me sentiría tan mal.

-Escucha no quiero que seas muy duro. Le dije a Jim mientras lo miraba preocupado.

-Tranquilo tu deja que yo hable y no interfieras. Exclamo excitado.

Tiffany estaba en la cocina preparando la cena ya eran las 08 pm.

-Tiffany tenemos que hablar. Dije repitiendo las palabras de Jim.

-¿Qué pasa amor? Se acomodó el cabello sentándose en la silla.

-Estuve pensando en nuestra relación y he llegado a la conclusión de que deberíamos darnos un tiempo, no estoy en una etapa de mi vida en la que quiera compartir cosas con alguien, soy un hombre cerrado, frio, sin sentimientos, no demuestro amor alguno por nada ni nadie, lo nuestro ha sido una mentira, y ha llegado a su fin.

Tiffany se quedó atónita, no sabía que contestar, lo que le había dicho Jim le cayó como balde de agua fría. Nuestra relación iba muy bien pero lo que dijo Jim era verdad, muchos sentimientos no le demostraba, capaz era porque nunca tuve una novia o porque asesino personas y no se lo cuento... hace una semana había matado a una prostituta en nuestro sótano.

-Ben... yo... sus lágrimas caían por sus mejillas.

Odiaba verla así pero peor sería verla muerta.

-Te daré unos días para que te vayas.

Me levanté de la silla y me dirigí al baño a prepararme para ir al muelle.

Junte todas mis cosas y cargué mi arma por si la necesitaría, era mejor ir preparado, lleve mis guantes de cuero y una navaja automática.

Pasé por la habitación y vi a Tiffany juntando sus cosas, ella no tenía a donde ir pero podría alquilar algún departamento cerca de la jefatura, la vigilaría desde cerca porque aún la seguía amando y no quería que nada le sucediera.

Me detuve en la puerta de la habitación y ella me quedó mirando con sus ojos llorosos, hice caso omiso a eso y le dejé dinero sobre la cómoda.

-Si te vas hoy es mejor que lleves dinero para pasar la noche en algún sitio.

-No quiero tu dinero. Dijo mientras se limpiaba las lágrimas.

-Quieras o no igual lo necesitarás. Me giré, tomé mis cosas y me dirigí al puerto.

El camino al puerto no era largo. Jim y Jonas especulaban sobre qué era lo que me iba a pedir Mathew, yo solamente pensaba en Tiffany y en lo mal que lo estaba pasando, pero para lograr tus metas a veces debes sacrificar sentimientos.

Llegué al puerto y estacioné en un lugar bastante obscuro para que nadie viera mi auto. Me puse mis guantes, guarde mi arma en el pantalón y la navaja en mi bolsillo. Al bajar del coche me percaté de que dos de las camionetas de Mathew estaban cerca de la orilla del puerto, al lado del mar.

-Viniste amigo. Exclamó Mathew arreglándose el cabello. Tengo una sorpresa para ti, bueno... más que una sorpresa es un trabajo.

Lo mire sorprendido pero sabía de lo que estaba hablando, quería que asesinara a alguien.

Nos dirigimos hacia una de las camionetas y en la parte trasera estaba sentado Bruce.

-¿Y esto? Pregunté girándome hacia Mathew.

-Creo que quiere que mates a tu compañero. Susurró Jonas a mi oído.

-¿Quieres que lo asesine? Le dije a Mathew.

-Em si, verás, tu compañero hace mucho tiempo ha estado trabajando en nuestros casos... nos ha estado siguiendo, lo iba a asesinar yo pero ya que tú te ofreciste creí que era una buena forma de empezar ¿no crees?

Asentí con la cabeza y Mathew hizo que bajaran a Bruce de la camioneta. Estaba muy golpeado y tenía sus manos amarradas y su boca estaba cubierta de cinta para que no gritara.

Bruce me hacía gestos con la cara para que lo dejara libre y así evitar su muerte. Pero no le hice caso, hacer esto me daría el trabajo de mi vida y sin preocupaciones porque estaría con los mafiosos.

Lo pusieron al borde del muelle y lo amarraron junto a una gran roca para que no flotase. Lo miré fijamente a los ojos y solamente pude decirle "en otra vida quizá íbamos a ser mejores amigos, pero no en ésta" tomé mi arma y le disparé en la cabeza. El cuerpo se hundió rápidamente sin dejar rastros de lo sucedido.

-Bien hecho compañero. Dijo Mathew mientras me tocaba el hombro. Creí que tardarías más.

-A veces es mejor hacerlo rápido. Comencé a reír como aquella vez en el departamento de María, no me podía contener, era lo mejor que me estaba pasando, amaba mi vida.

-Veo que tienes un buen sentido del humor, mira debemos irnos antes de que llegue alguien.

Nos subimos a nuestros vehículos y seguimos a la primera camioneta que salió del puerto. Íbamos a la guarida de Mathew y sus matones.

-Mira quiero que vivas en otro lugar Ben, uno que quede más cerca de aquí, tu auto solo lo utilizarás para ir a la jefatura...

-Espera ¿qué? Dije interrumpiéndolo. Creí que ya no trabajaría más allí.

-Mira, es solo por un tiempo, si tu compañero desaparece y tú también no sería algo bueno, te comenzarían a investigar, así que quiero que por unos meses más continúes trabajando y veas que registros tienen sobre mí y mis hombres.

El argumento de Mathew era convincente, tenía razón en todo lo que me decía. Me entregó las llaves de una nueva casa y una camioneta nueva que utilizaría para hacer los trabajos que él me mandase.

Lo malo de todo esto es que tendría que seguir viendo a Tiffany por unos meses más.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Dec 04, 2018 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

La locura del crimenWhere stories live. Discover now