La locura del crimen

Capítulo 2 Tiffany

Les hablaré de Tiffany.

Trabaja conmigo hace un par de meses, es nueva, tiene veinticuatro años, rubia de un metro sesenta y ojos verdes. Está en el sector de criminalística conmigo, por ahora somos los únicos en ese sector, luego están los forenses pero no cumplen el mismo trabajo.

Pasamos la mayor parte del tiempo juntos, casi no me habla, siempre que le digo algo hace como que no me escucha. Es tan odiosa, pero hermosa.

Si hay algo que odio es la ignorancia, prefiero la sinceridad, la verdad, antes que una cruel mentira. Esta noche la invitaré a cenar, en mi casa, vendrá una tormenta así que tendré excusa para tenerla toda la noche, si es que acepta, claro.

Entré a nuestro sector en la jefatura y allí estaba ella, sentada en el escritorio rellenando papeles, seguro eran sobre el homicidio de María ya que ese fue el único que tuvimos en esos días.

-Hola Tiffany ¿Qué haces? La mire sonriendo.

-Hola Ben, relleno los formularios del caso de María Hallew.

Perfecto, la excusa perfecta.

-Tengo más información en mi casa, por si querés completar tu carpeta podríamos ir a buscarla.

Por fin saldría con Tiffany.

-Está bien ¿vamos ahora? Se levantó del escritorio, juntó los formularios y abrió la puerta. Demasiado apresurado no lo imaginaba así, se la veía contenta.
En el transcurso del viaje hablamos de como ella se sentía en el trabajo, que no era parecido a las prácticas de la universidad, me contó sus inquietudes, le ofrecí mi ayuda ante sus problemas.

-¿Por qué eres tan callada conmigo en el trabajo y ahora me hablas sin problemas? Es más aceptaste la invitación de venir a mi casa. Pregunté impulsivamente.

Observó por la ventana unos segundos y luego me miró llorando.

-El Sr. Thompson era mi novio. Peleamos esta mañana.

¿Ella salía con ese lunático? No puedo creer que nunca me enteré de nada. Ahora me doy cuenta, me está usando, no quiere ir a mi casa por los papeles, sino para darle celos a Thompson.

-No me quiero meter en problemas.

-¡Ben! –Me dice tomándome de la mano- necesito tu ayuda.

-¿Qué sucede? Pregunte curioso.

-Jerry me golpea, no quiero ir a mi departamento, tengo mucho miedo. Lloraba cada vez más.

-Tranquila estoy aquí para ayudarte, puedes quedarte el tiempo que quieras en mi casa.

-No. Es mucha molestia y no traje mis cosas.

-Las iremos a buscar cuando él esté en el horario de trabajo.

Justo llegamos a mi casa, Tiffany seguía llorando, pero un poco más calmada. Observé detenidamente su brazo tenía muchos moretones, capaz nunca me había percatado de ellos porque siempre usaba suéter.

Nos sentamos en la sala y le ofrecí algo de beber.

-Agua por favor. Me dijo sonriendo, tenía una hermosa sonrisa que nunca me la había mostrado.

-Bueno. Ya que viniste por María dime ¿qué datos tienes sobre ella?

-No mucho. Tengo una lista de allegados a ella que en las últimas semanas la estuvieron molestando, el hombre que se entregó fue su amante por un tiempo pero no tenemos las pruebas suficientes como para incriminarlo. ¿Qué datos pudiste conseguir?