Decadencia. Esa es la palabra que caracterizó el progreso de mi vida durante estos últimos meses, o años; he entrado en un ciclo de decadencia que parece no tener fin, donde he perdido la mayoría de mis cualidades artísticas o aquellas cosas que pensaba valían la pena sobre mí mismo, donde mi estabilidad emocional, mi espíritu y mi emoción han sido quemados o destruidos, donde todo lo que creía podría definirme y hacerme una mejor persona ha sido descartado ya sea por mí mismo o por la realidad.
Realmente me he vuelto una persona estúpida. Alguien sin carácter ni espíritu que no puede ayudar a los demás, que en cierta época podría haber sido considerada talentosa o un potencial talento, que lograba destacar en unas pocas áreas prácticas, que tenía un fuerte sentido de la moral y la justicia. Y ahora, sólo quedan cenizas de lo que en otro momento fui.
Todo sobre mí mismo, sobre mi panorama y sobre mi situación sólo parece empeorar. Ya no puedo disfrutar de las mismas cosas, la mayoría me han sido arrebatadas, o yo mismo las he dejado ir. Parece que he perdido todo sentido del arte o determinación que pudiesen ayudarme en el futuro, y sólo queda una cáscara vacía sin objetivo ni talento. Por eso, personalmente, ya no valgo nada.
Mi malestar ya no se remonta sólo a que mi forma de ser sea una mierda, a que las cosas que me rodean sea una mierda, sino a que realmente he perdido todos los pilares para mejorar. Quizá podría seguir esforzándome, pero no veo salida cuando todas las alternativas ya han sido agotadas, y todo lo que me hacía una persona con futuro se ha esfumado.
¿Siquiera tengo una oportunidad para hacerme un lugar en el mundo en los próximos años, o sólo seré dejado atrás por el futuro?
