Sentí un escalofrió recorrerme y luego unas cosquillas en mi cuello. Abrí mis ojos lentamente mientras Nick besaba desde mi cuello hasta mi hombro y de vuelta. Me gustaba como eso se sentía. Así que me acomode logrando estar aun mas apegada a el, si es que eso era posible.
El día de ayer ambos nos habíamos introducido en una burbuja de amor. No celulares, no internet, no mundo. Solo nosotros dos besándonos, hablando y riendo de tonterías al azar. Así estuvimos todo el día hasta que decidimos que habíamos tonteado mucho y no nos quedaba energía suficiente para seguir, así que ambos nos acurrucamos en mi enorme cama. Sin separarnos ni un solo segundo.
-Buenos días, hermosa -susurro en mi oído para luego depositar un leve beso allí causándome un escalofrió de pies a cabeza.
-Buenos días, guapo -le respondí volteandome en sus brazos para así poder verlo a los ojos.
Al instante una sonrisa se formo en mi rostro. Sus ojos estaban casi cerrados por la luz que les llegaba y estaba despeinado de una forma que lo hacia ver totalmente sexy. El es increíblemente guapo. Sus hermosos ojos café, la nariz respingada y sus perfectos labios, me encanta besar esos labios. Me quede allí, mirando sus labios hasta que no pude resistir acercarme a ellos y depositar un pequeño beso. Me encantan sus labios.
-Podría acostumbrarme a despertar de esta forma -susurro sobre mis labios mientras me rodeaba con sus brazos y nos hacia girar, dejándome sobre el.
-Yo también -le susurre de igual forma y lo bese, jugueteando con su cabello despeinado.
Estuvimos acariciándonos toda la mañana hasta que nuestros estómagos comenzaron a rogar por un poco de comida, y Nick estaba mas que encantado de prepararnos algo mientras yo me daba un baño. Me sentía tan tranquila y plena que no cabía dentro de mi, sentía como si toda esta felicidad me haría estallar en cualquier momento, pero no importa porque me gusta como se siente.
-¿Todo bien, Ashy? -hablo golpeando la puerta del baño.
-Si, ya salgo.
Cuando salí del baño me di cuenta que había tomado una ducha de cuarenta minutos, no sabia que había pasado tanto tiempo. Seque mi cuerpo y me metí en un vestido rosa de flores de colores. Siempre he tenido este extraño amor por los vestidos.
-Estas muy guapa. -dijo Nick apareciendo detrás de mi.- Siempre estas guapa.
-Haces que me sonroje -le dije riendo mientras veía nuestro reflejo en el espejo. Nos veíamos muy bien juntos, aunque el me pase en altura por muchos centímetros. Mis mejillas estaban teñidas de rojo.
-Te ves muy tierna sonrojada de esa forma, es adorable -beso mi mejilla y luego tomo mi mano llevándome hasta la cocina.- se enfría el desayuno.
Nos sentamos a comer el delicioso desayuno que nos preparo Nick, como si esto lo hubiéramos hecho mil veces antes, aunque ahora fuera la primera vez que lo hacemos aquí en mi casa, y sin una mentira de por medio. Se sentía tan bien que no pude evitar sonreír como una tonta enamorada.
-¿Y esa sonrisa? -me pregunto mientras llevaba la blanca taza de café a sus labios.
-¿Que sonrisa? -le dije intentando borrar la torpe sonrisa de mi cara, fracase miserablemente.
-Esa -respondió con una inclinación de cabeza.
-No lose, me siento increíblemente bien en este momento. -tome mi taza de café y le di un pequeño trago.
Sentí su mano tomar la mía para luego levantarme y sentarme en su regazo. Nunca me había gustado sentarme en otras personas, y con Connor nunca se nos paso por la cabeza que un gesto tan simple se sentiría tan bien y seria tan tierno.
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You Don't Know Me
Teen FictionAshley roberts lo tenia todo. Nick Evans... No tanto. Ahora el necesita mas que nunca a su molesta vecina y ella no podrá decirle que no a su tonto vecino. Ahora todo es mas complicado de lo que esperaban, porque del odio al amor hay un solo paso. Y...