Capitulo 2: ¡Que!

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Los años pasaron y yo me encontraba en cuarto curso. Los gemelos, que eran un año mayor que yo, se encontraban en su año más rebelde. En cuarto curso comenzaban los TIMOS, pero eran más faciles que los suyos. Aún así tenía que estudiar y puesto que era una niña bastante ordenadamente dirigía a la biblioteca para comenzar a estudiar. Iba tranquila por el pasillo hasta que Fred se interpuso en mi camino.
-TN, tenemos que hablar- dijo nervioso.
-Claro, dime- dije confundida.
-Aqui no. Esta noche a las 10 en la Torre de Astronomia, no faltes- dijo guiñándole un ojo.
Acto seguido se fue dejándome con la duda de que me tenía que contar. Al rato aparecio el otro gemelo. ¿Qué como los diferencio?... Después de cuatros años con ellos empiezas a distinguirlos.
-Hola George- dije antes de que pudiera articular palabra.
-Soy Fred. Enserio, ¿y te haces llamar nuestra mejor amiga?- dijo llevándose la mano al pecho haciéndose el indignado.
-George se que eres tu- dije levantando una ceja- Después de cuatro años creo que se distinguiros-.
-Bueno, a lo que venía. Freddie quería verte esta noche, quería decirte algo importante-.
-Ya lo sé, ha venido hace un ratito y me lo ha dicho- dije soltando una risita.
-¡Mierda!- dije enfadado- Aposté 5 galeones a que se lo decía yo antes que el-.
Comencé a reír, aunque no me sorprendía, los gemelos siempre estaban apostando por todo.
-Pues nada, ve a pagarle- dije sonriendo- No creo que le guste que no le paguen Una apuesta-.
-Lo que le gusta eres tu- murmuró yéndose, pero no lo suficientemente bajo puesto que lo oí.
-¡Qué!- dije alarmada.
-Nada- grito empezando a correr.
¿Qué acababa de pasar? Fui hacia la biblioteca ya que mi pensamiento de empezar a estudiar no había cambiado y quedaban unas 3 horas para las 10. Estuve estudiando varias horas y cuando llegaron las 9:15 fui a mi habitacion para cambiarme puesto que todavía tenía puesto el uniforme. Me puse unos vaqueros azules, una camiseta negra con cuello ancho y unas zapatillas negras con plataforma. Salí de allí a las 9:45 y fui casi corriendo a la Torre de Astronomía. Cuando llegue eran las diez en punto, subí las escaleras y me encontré un pelirrojo que miraba embobado las estrellas.
-Hola Fred- dije casi susurrando cuando me acerque a su lado.
-Hola TN- susurro sin apartar la mirada- Hace una noche preciosa, ¿no crees?-.
-Si, es preciosa- dije mirando al cielo.
-Casi igual que tu- dijo volviendo la mirada hacia mi y apartandome un mechón de pelo de la cara.
Me quedé en shock, nuestros ojos no fijaban otros destino que no fuera los del otro, cada vez estábamos más cerca, me puse de puntillas y el se agachó un poco (me sacaba una cabeza), nuestras respiraciones chocaban, nos acercamos un poco más y ...

Amores DivididosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora