magical school of monsters

capítulo 24: leyendas

Libra:explica— mostró la página de su libro

Elizabeth:primero, quisiera que lo leyeran completo por favor— pidió

Libra:claro que n...

Acuario:está bien— tomo el libro

Libra:pero acua...

Acuario:si lo piden es por algo importante libra— comentó en un tono levemente serio —además— el doctor estaba impaciente —el doctor quiere oírla

Libra:bien— suspiro —léela

Acuario:Elizabeth de Escorpio, la traidora de la sangre— carraspeó —hace exactamente 200 años en el mundo oscuro existía una raza tan poderosa como temible. Adaptaban el nombre de gargoyles, guerreros sedientos de sangre. Cómo una raza igual de importante que las sirenas, los gargoyles gozaban de matar a las clases más bajas. se consideraba escoria aquellos que mantuvieran algún contacto con especies "inferiores" a ellos. Aún cuando el mismo rey de ese tiempo fue el que impuso esa regla, este se enamoró de una humana con la cual se casó dando a luz a su primogénita e unica hija y heredera al trono. Elizabeth de Escorpio, fue tratada como basura por su propia especie. La pobre chica creció en un entorno de violencia, era una guerrera, pero nunca estuvo dispuesta a matar. El tiempo la volvió blanda, tanto a ella como a la familia real, el pueblo molestó con su gobernante planeo un ataque en contra del reino. Sin embargo, las sirenas impidieron el ataque; molestos aquellos de raza pura idearon un plan para derribar el mandato de las sirenas y con tan solo 45 años de edad Elizabeth cambió todo al masacrar a toda su especie. Incluído en ella su familia, la sed de sangre de aquella jovencita no sació tan rápido, así que en un ataque acabó con la mitad de la Población de clase baja. Su paradero es desconocido, todos incluyendo clase alta están en peligro mientras ella esté cerca, por esto su angel Barkiel impuso un castigó

Alan:está mal— murmuró —Elizabeth no fue la culpable de la masacre

Libra:pues ilumina me— tomo asiento —¿Que fue lo que pasó?

Elizabeth:todo empezó cuando mi padre impuso esa estúpida regla en contra las relaciones de la clase baja, en ese tiempo papá viajo al mundo humano en busca de hallar la forma de conquistar ese mundo. Mi padre se enamoró de lo que creía era humana, mi madre. Se casaron en poco tiempo y a los pocos años nació la primogénita heredera. El pueblo me rechazaba, prácticamente no me creían digna de heredar el trono y trataron de acabar con la familia real y...— suspiro desesperada

Acuario:¿Quieres algo de agua?— ofreció amablemente

Elizabeth:por favor— pidió

Libra:te la traeré— tocó su hombro —espera un poco

Elizabeth:si— sonrió levemente

∆×∆×∆×∆

Acuario:Alan— llamo en un susurró

Alan:¿Que ocurre?— respondió en el mismo tono

Acuario:libra no ha leído la leyenda de Elizabeth, pero yo sí, y veo que en ella tu juegas un papel importante

Alan:aunque su madre no fue humana, mi madre y la de ella siempre fueron muy unidas. Incluso después de su muerte, mamá se hizo cargo de Elizabeth

Acuario:Y...— alargó la pronunciación —¿Te gusta?

Alan:¿Que?— exclamó sorprendido —¡Claro que no!, ¡Que asco, por si no lo sabías yo soy mayo que tú por solo 2 años y ella tiene la misma edad que ese tal Ofiuco!— respondió indignado —yo no me meto con personas mayores

Elizabeth:¿Me estás diciendo vieja mocoso de mierda?— pregunto molesta

Alan:porsupuesto que no— respondió rápidamente —dije qué estabas acabada no vieja

Elizabeth:¡Eres un...

Acuario:¡Esperen!— interrumpió en un grito

Alan/Elizabeth:¡¿Que?!

Acuario:¿Cómo diablos eres médico siendo solo dos años mayor que yo?— interrogó

Alan:¡Oh!, Lo que ocurre es que yo estudié medicina en el mundo humano— expresó feliz

Acuario:suertudo— murmuró celosa —Oye Elizabeth, ¿Tú qué piensas de Ofiuco?

Elizabeth:¿Hablas de emplumado con cara de gato aburrido?— pregunto insegura

Acuario:olvídalo— la abrazó —seras la novia perfecta para ese idiota

Libra:saben— interrumpió —solo me fui por 5 minutos— los miró divertidos —toma

Elizabeth:gracias— sonrió aceptando la botella de agua

Alan:¿Y yo por que estoy aquí?— cuestionó

Acuario:porque técnicamente eres su familia y la familia permanece unida— respondió

Alan:eso es lo más estúpido que he oído— reía por lo bajo —pero está bien, me quedaré

Elizabeth:torpe— le dió un leve golpe —bien, sigamos— suspiro con una media sonrisa —las sirenas intervinieron no por un favor a la realeza gargoyles. Sino, porque mi madre era la líder del consejo y como una orden inmediata las sirenas intervinieron en el golpe de estado, aquella especie no tardó en enterarse de la verdadera raza de mi madre. Planeaban matarla junto a su especie y aunque trate de impedirlo la cruda realidad es que yo también estaba en peligro...

Acuario:en tu sangre corre la genética de tu madre— comentó —¿No?

Elizabeth:así es, llego el día en que los gargoyles tomarían el primer lugar de la clase alta, preparados para la guerra quise huir junto a mi familia, pero mi padre se rehusaba a abandonar a su pueblo y mi madre no pensaba darle la espalda a los suyos. Eran enemigos, la guerra inicio en el castillo donde mi padre acabó con la vida de mi madre, prefirió su raza que su familia y al final fue envenenado por su propio pueblo, ellos festejaban sus monarcas habían caído— derramó una lágrima —yo era la siguiente, desesperada hice lo único que se me ocurrió...

Libra:¿Matarlos?— la mujer negó en cuanto la chica le lanzó esa pregunta

Elizabeth:orar por mi alma— susurró —cerre mis ojos y oré, oré tanto que mis manos se volvía pesadas, cuando abrí mis ojos...todos en el pueblo, habían muerto. No había sobrevivientes y como un destello una luz me habló, y dijo "veo potencial en ti, te dejaré vivir. Sin embargo, ¿Podrás cargar con la culpa de tu pecado?". Estaba confundida, ¿De que pecado hablaba?. Descubrí de mala forma que aquel pecado era el de la cobardía, ahora estoy pagando el pecado que mi ángel Barkiel Sagi cometió...

Libra:¿Eh?— observó a Elizabeth —¿Dijiste Sagi?

Elizabeth:si, Barkiel Sagi es mi ángel guardián. Mí más grande desgracia

Acuario:¿Estas bien libra?— pregunto preocupada

Libra:guardaremos el secreto princesa Elizabeth— sonrió comprensiva —me tengo que ir