capítulo 10

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Leo:y es por eso, que la ropa es lo más importante de este mundo- concluyó su charla

Tauro:a mi también me gusta la moda- confeso sonriente

Leo:¿Enserio?

Tauro:si, me parece algo demasiado llamativo

Leo:tu si que me entiendes- la abrazó

Tauro:oye Leo, ¿Donde estan tus libros?

Leo se detuvo con busquedad, casi dejando sin aire a la pobre Tauro

Leo:puta madre- exclamó frustrada y soltó a Tauro -los deje en el salón

Tauro:será mejor que vallas por ellos- le recomendó

Leo:si, vete llendo sin mi- salió corriendo- ¡Nos vemos en los dormitorios!

Tauro:¡allá te espero!

×°×°×°×

Pov's Tauro

Yo:se que es malo venir aquí- me acerque al bello jardín -pero este lugar me encanta

La luna estaba llena como la primera noche en la que Capricornio desapareció, se que es un cambio normal en el; pero...

Yo:no me imagino a Capri como un temible lobo- Susurré, aún con mis pensamientos en la luna, con solo un gruñido. Mis pies tocaron tierra -¿Eh?

Mi mirada buscaba por todo el jardín el causante del ruido. No obstante, el gruñido se hizo más fuerte; mi mirada se cruzó con la de un pequeño perrito. Era tan adorable

Yo:¡Que monada!- exclamé maravillada por el tierno animal -¡Eres tan lindo!

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Yo:¡Que monada!- exclamé maravillada por el tierno animal -¡Eres tan lindo!

Trate de acercarme al pequeño cachorro, parece que mis movimientos fueron demasiados bruscos y lo espante. El correo en una dirección opuesta a la mía; me asusté al ver que se dirigía al bosque

Yo:¡No!- grite, el retrocedió -¡Espera, no entres ahí!

A pasos lentos y cuidadosos me acerque al pequeño, deje que oliera mi aroma y se acostumbrara a el; Poco después el me permito tocar su cabeza. Tan pronto como me gane su confianza lo tome entre mis brazos

Instintivamente el comenzó a atacarme, aunque sus mordiscos no dolían; baje la guardia y por accidente choque contra un árbol. Cai como un tronco al suelo

Yo:mierda- dije adolorida, me levanté despreocupada, apoyé mi mano contra el suelo y bruscamente me abrí una herida -¡Doble mierda!

La sangre que salia de mi herida era abundante, lameria la herida pero...¿Eh?, Baje mi vista. El pequeño perrito estaba limpiando la sangre

Yo:¡No espera cachorrito!- terminó de lamer la herida e hizo una mueca -si, lo sé. La sangre de las hadas sabe mal; cuando un hada muere su cuerpo se convierte en estiércol. Nuestra sangre apesta

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