capítulo 25

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Tauro:Muy bien Capri— felicito la chica —después de 6 horas por fin dominante el nivel uno

Capricornio:¿En serio?— cuestionó sorprendido

Tauro:si— sonrió cansada —después de clases seguiremos con el nivel dos

Capricornio:muchas gracias tauro— agradeció con un abrazo

Tauro:no hay de que— se sonrojo

Capricornio:espero y no te haya causado muchos problemas

~problemas no, pero si seguíamos con esto. Tarde o temprano saldría golpeando tu bella cara~ pensó la chica con una sonrisa de molestia

Tauro:para nada— mintió agotada —ire a dormir un poco

Capricornio:déjame acompañarte— se ofreció

Tauro:no...no hace falta— dijo nerviosa

Capricornio:es lo menos que puedo hacer por mi maestra— le sonrió a la chica y extendió su mano —dejame ser tu guía

Tauro estaba estática por las dulces palabras que su amigo había dicho sin querer, sonrió de lado y aceptó la ayuda del chico tomando su mano

Tauro:se la luz que me guía mamá Capri— murmuró

Capricornio:¿Dijiste algo tauro?— cuestionó dudoso

Tauro negó y empezó a dar saltos a medida que avanzaba a su dormitorio

Tauro:hoy tengo clase de cocina— apretó la mano del chico —¿Podrías...podrías comer lo que te preparé?

Capricornio:claro, tus galletas fueron muy deliciosas— comentó sin pensar —ya quiero ver qué más puedes hacer

Tauro:¿Eh?— la chica paro

Capricornio:¿Que sucede?— pregunto un poco preocupado —¿Dije algo malo?

~tu eres...~ tauro estaba sorprendida y de un leve sonrojó su cara paso a ser completamente roja ~¡Quiero morir!~

Capricornio:¡Estás muy roja!— exclamó alterado —¿Estas bien?, Te llevaré a la enfermería

Tauro:¡No!— grito —no lo hagas— salió corriendo 

Capricornio:¿Que acaba de...pasar?

°✓°✓°✓°

Leo:Entonces ¿no son hermanos de sangre?— pregunto sorprendida

Alan:no, pero la quiero como si fuera una— sonrió

Leo:Y nunca a sentido...ya sabés...atracción ¿Por ella?— pregunto tímida

Alan:no que yo sepa— dijo con un dedo en su mentón —y aunque fuera así, hay una razón por la cuál me habría roto el corazón

Leo:¿Por qué es mayor que tú por 40 años?

Alan:bueno dos razones— rascó su nuca —la otra sería, que para ella yo solo soy su hermanito menor

Leo:pero debe ser lindo— la chica sonrió mientras entrelazaba sus dedos nerviosa —yo quisiera poder tener un hermano

Alan:los demonios solo pueden dar a luz una vez, ¿No?— pregunto inseguro

Leo:así es, pero según tu historia no hace falta que el lazo sea sanguíneo— tocó su pecho —solo que lo sientas así

Alan:en ese caso, creo que tú ya tienes a una sirena que te adora y te protege

Leo:hablas de...¿Virgo?— pregunto

Alan:he visto que ella siempre se preocupa por tí, todo el tiempo quieres que estes bien, Que sonrías, que seas feliz. Yo creo que ella es una verdadera amiga y hermana— concluyó

Leo:tienes razón— sonrió —Virgo siempre me protege de todo y trata siempre de arreglar mis desastres

Alan:¿Haz hecho más desastres a parte de aquella vez cuando acabaste aquí en la enfermería?

Leo:...tal vez...— apartó la vista nerviosa

Alan:¿Cómo te va con tu novio?— interrogó mientras leía

Leo:¡ah, chingada madre!— exclamó irritada —¡Piscis no es mi novio!

Alan:cuando alguien te habla de un novio...— la miró pícaramente —inmediatamente piensas en ese tal piscis, eh
 
Leo:¡Demonios caí por segunda vez!— se auto regañó —que torpe

Alan:¿Desde hace cuánto lo conocés?

Leo:mm...creo que desde hace 110 años— respondió queriendo evitar el tema

Alan:¿Y como se conocieron?— insistió

Leo:...amm...— pensativa comenzó a recordar —hace 110 años, me inscribí en una escuela de clase alta. Todo iba bien para mi, tenía muchos amigos, excelentes calificaciones, etc...

Alan:te trataban como lo que eres, clase alta

Leo:y en aquél entonces, no lo sabía— admitió suspirando —creia que todo se debía a que era por mí y no por mí estatus...una noche, la clase llegó un nuevo estudiante a mi salón. Era un chico callado y algo frío, creo que conoces mi actitud y sabrás que el...

Alan:no te agradó para nada, ¿cierto?— río levemente

Leo:ni un poquito— le dió la razón —en fin, no quería cruzar palabra con el. No pasó mucho tiempo y las calificaciones que obtenía piscis eran terribles, todo el tiempo se la pasaba estudiando; Era un alumno ejemplar y aún así nunca aprobó un exámen. En el último exámen, comencé a sospechar aspectos raros en aquellas pruebas, sentía que algo no estaba bien...

Alan:y te fuiste de chismosa, ¿No?— bromeó

Leo:cállate— reía levemente —en el último exámen, intercambie mi prueba con la de piscis. Borré los nombres y revisé las respuestas, eran exactamente iguales. Entregué las pruebas y una semana después. En mi examen había sacado un 100 sobre 100, mientras que piscis un 0 sobre 100...

Alan:estabas furiosa

Leo:muy furiosa— suspiró —confronte a los maestros, todos decían que alguien con mi estatus no debía preocuparse por un clase baja. Hablé con los directivos. Ninguno quiso ayudar, mis padres me apoyaron en que debían darle un trato más justo a piscis, hicieron todo a su alcance porque los maestros comenzarán a clasificar justamente; incluso si eso podía afectar mi rendimiento académico. En unas pocas clases después, piscis se había vuelto el número uno en el instituto y los de clase alta habían bajado de puestos, Mis "amigos" me dieron la espalda en todo este procedimiento, no les interesaba ser amigos de alguien tan "blando" que le gustaba convivir con clase baja. Me alejaron, estaba sola y comencé a dudar de que si lo que había hecho era la opción correcta, aunque mis padres estaban orgullosos de mi, ya no tenía amigos y fue entonces cuando piscis apareció en la hora del almuerzo, vino a mi con una sonrisa cálida y comprensiva, se sentó a mi lado y me contó un sin fin de historias que él había creado pensando en mi, desde entonces somos mejores amigos. Siempre estamos juntos en los buenos y malos momentos...— miró las lágrimas del doctor —¿Estas llorando?

Alan:no, como creés solo estoy limpiando mis pupilas— exageró el sarcasmo —¡Pues claro que estoy llorando!

Leo:¿Te conmovió mi historia?— pregunto ilusionada

Alan:no— dijo aún llorando —estaba pensando que mañana habrá una excursión y yo...— lloro aún más fuerte —¡Tengo que ir!, ¡¿Por qué la vida es tan cruel?!

Leo:¿Y se supone que tú eres el adulto aquí?

magical school of monstersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora