Prólogo

23 3 0
                                    


Soy una chica de 19 años muy corriente, cabello a media melena teñido de gris, con unos ojos azules océano.

Él es un chico de 24 años de los que te quedas embobada nada más verlo, de ojos y cabello negros.

Pero como siempre tiene que tener algo malo.

Y lo tengo todo eso en una lista:

1. Esta casado.
2. Tiene una niña recién nacida.
3. Es mayor que yo.
4. No tenemos la misma etnia.
5. Soy invisible para él.

¿Está más que claro no?

Lo primero que debo hacer es, dejar de ser invisible.

¿Bueno de que me sirve dejar de ser invisible?

Mejor intento dejar de estar suspirando por él.

Sí, sin duda es lo mejor.

Así que mi objetivo es: Echarme novio.

¿Es una gran idea verdad?

Di saltitos mentales por mi grandioso plan.

O eso me pareció al menos que lo era.

Miré la hora y iba siendo ya hora de irme a mi clase de arte.

Había acabado el bachillerato de arte y estaba estudiando en la universidad de bellas artes.

Él chaval del cual vivo enamorada es el dependiente de una frutería, creo que desde que las chicas conocemos esta frutería comemos más sano. ¡Sí yo compro ahí! Pero nunca me atiende él, no se como pero siempre acaba por medio su mujer.

Salí de clase y entre en la frutería a comprar unos platanos y unas zanahorias.

- Perdone -Al fin me iba a despachar él.

- Sí, dime ¿que te pongo?

Se puso entre nosotros su mujer.

- Unos plátanos y unas zanahorias.

Siempre pasaba lo mismo.

Me fui con mis compras a casa de nuevo había fallado.

- Deja ya de perder el tiempo. -Me dijo mi amigo, cogiendo una de las bolsas.

- Es que es tan guapo.

- Es que es tan guapo. -Se río de mi imitandome.

- Eres un estúpido.

- Y tú una tonta del culo.

- Jack, te voy a dar de guantazos.

- Dafne, hazte un favor y deja de suspirar por él, te lo dijo en serio.

- Me niego.

- Pues actúa ya, o esperará ha que tenga dos hijos más, cuatro perros, 7 gatos, un haster y un conejo.

- Se te ha ido la pinza.

- Me tienes cansado de todos los días lo mismo, reacciona.

- Te veo mañana ese es mi autobús.

- Hasta mañana Dafne.

Subí al bus y me despedí de mi amigo.

¡MIERDA! se ha llevado los plátanos.

Llegue a casa y mi madre no estaba, vivíamos las dos solas ya que mi padre era militar y murió cuando yo era pequeña en una de las misiones.

Cogí el teléfono fijo.

- ¡Aló!

- Jack, te has llevado mis plátanos.

- Me dí cuenta al doblar la calle, mañana te los llevo a clase.

- No, para ti, da igual, lo que quiero es que me ayudes a buscar un novio.

- ¿Pero no es que vives enamorada del frutero?

- Quizás así se fije en mi.

- Es el plan más absurdo que he oído.

- ¿Me vas a ayudar?

- Xavier.

- Xavier es gay.

- Por eso, no se va a enamorar de ti y encima no se le nota la pluma.

- Hablaré con él mañana, gracias.

Enamorada De Quien No DeboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora