Capítulo 4

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Pasado

Comí las últimas partes de mi almuerzo para después salir de mi casa, escuche la voz de mi mamá al decirme adiós, y a gritos se lo devolví. Hoy iba tarde, me apresure a caminar, el autobús no iba a pasar a tiempo, agarre mi teléfono viendo dos llamadas perdidas de Zed, pero iba a todo correr así que lo volví a guardar, sentía como mi mochila brincaba en mi espalda una y otra vez, en unos cuantos minutos ya estaba sudando, la fuerte lluvia que había caído la noche anterior había dejado charcos en todas partes y que los insectos se aproximaran en gran cantidad a las plantas.

Maldije cuando metí el pie en un charco pero no me detuve, alce mi brazo izquierdo observando mi reloj faltaban cinco minutos para que sonara la campana, entonces escuche el sonido de un autobús detrás de mí, me detuve en seco, inclinándome para descansar, con la mirada fija en el autobús, cuando se detuvo a mi lado pude notar que un par de personas tenían la mirada fija en mí, me levante dirigiéndome hacía la puerta, sacando mi pasaje de mi bolso, para después sentarme en el primer haciendo que vi libre, al sentarme no podía dejar de sentir ansiedad, así que me limite a dejar mi mente en blanco, pero para mí parecía imposible, ya que las palabras de mi profesora de Castellano vinieron a mi mente de inmediato.

<< Tienes que vivir tus historias Beca, le debes dar a las personas un poco más de ti. >>

Me había dicho hace dos días, ayer en la noche me había arrepentido de enviar mi manuscrito a la editorial por el hecho de esas palabras, tenía semanas sin poder disfrutar de un libro por los exámenes. Pero la verdad es que no sabía si podía dar más de mí en mis historias, el autobús se detuvo abruptamente, levante la vista, notando que el conductor me miraba, ya había llegado, me baje rápido, apresurando el paso hacía la puerta, cuando iba por medio camino sonó la campa.

Ya había llegado.

-Zed que es esto-Le dije, leyendo lo que había escrito para su ensayo.

-Es mi ensayo amor-Me dijo, aproximándose a mí, su ensayo era un asco en gran manera, y sabía que lo había hecho apropósito.

-Zed este ensayo tiene mucha importancia para las calificaciones-Mi voz sonaba histérica, mientras que el chirrido de la silla de Zed al aproximarse a la mía me irrito más.

-Beca cálmate ese no es mi ensayo, sí-Me dijo, con voz tranquila, me voltee a verlo dejándome llevar por su sonrisa tan relajada.

-Este es el de Mark-Solté, más refiriéndome que como a una pregunta, Zed se voltio sacando de su mochila una carpeta de color azul, puso la carpeta en su mesa, poniendo sus manos alrededor de ellas, sin dejar de mover sus dedos-. Déjalo ya Zed.

-Ok, si tú lo dices-Me dijo, entre risas-. Para ver el tuyo.

Lo saque de mi carpeta dejándolo en sus manos mientras le quitaba el suyo de verdad, sorprendiéndome al leerlo, parecía mucho mejor que el mío, me paso por el mente intercambiarlo sin que se diera de cuenta.

-¿Por qué tienes el ensayo de tu hermano?

-Me lo ha dejado para dárselo al sonar la campana.

-Mmmm-Dije para mis adentros, mientras que no me gustaba aquello.

Mark siempre le estaba dejando las cosas a Zed, aunque Zed no se diera de cuenta, sabía que su cariño fraternal hacía su hermano no lo dejaba ver aquello.

-¿Qué piensas?-Su pregunta me alejo de mis pensamientos.

-En nada-Dije fugazmente, sintiendo como aproximaba su mano a la mía.

Mark era el hermano gemelo de Zed, aunque parecían una copia exacta lo único que los diferenciaba el uno del otro era que Zed tenía dos ligeros lunares en el rostro, tenía uno en la mejilla y otro un poquito más abajo del ojo derecho a cierta distancia del otro. Mientras que Mark no tenía ninguna.

-Oye que piensas si mañana vamos a la casa de Adán.

-¿A qué?-Le pregunte, indecisa.

-Ha pasar el rato-Me dijo, depositando su rostro en mi hombro, dejando un pequeño beso en mi cuello.

-No me gusta pasar el rato con Adán.

-La pasaras conmigo-Me susurro, pasando su brazo por encima de mi hombro.

-No creo Mark.

-Oh vamos, después de clases, te voy a dejar en tu casa a tiempo.

-La novia de Mark no me va muy bien.

-Abril... nah ella no importa, no vas a ir a hacerte mejor amiga de ella y va a ir Annie.

-Yo...

Pero no pude terminar en ese momento entro el profesor de Historia, callándonos a todos.

Y diciéndole severamente a Zed que pusiera la silla en donde se hallaba sentado en su lugar que era a una distancia de mí muy severamente.


Cegada por la oscuridadWhere stories live. Discover now