Hola soy Alan

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 Estoy en una de las escuelas más prestigiosa y elegantes de la ciudad, eso sí llena de chicos y chicas de catálogo de modas pero bastante insípidos.


Asisto aquí gracias a una beca que gane con el sudor de mi cerebro, soy gordito, no tengo amigos pero eso si tengo mis tres bravucones personales, Rem, Brad y Sam.

En estos momento estoy corriendo por los pasillos de mi escuela mientras mis tres amigos favoritos vienen detrás de mí para darme una paliza que según ellos nunca olvidare, pero... no todo siempre es como parece por eso en 5, 4, 3, 2, 1 y Blas, hay esta, me volteo y los veo todos empapados mientras yo solo sigo caminado porque ya estoy muerto del cansancio.

- -Este muerto gordo, más que muerto – les escucho decir.

- -Suerte con eso chico – les grito mientras les hago el signo de la paz con mi dedo medio y me voy saltando como bambi.

Me encanta jugar con estos chicos, después de un tiempo te acostumbras, por suerte para mí y desgracia para ellos soy lo suficientemente inteligente y precavido para evitar su estupidez, aunque tenga que llegar a clases sudando y muerto del cansancio.

Solo necesito sentarme y soportar las miradas despectivas de mis compañeros, como si no me vieran llegar así todos los días.

- -Buenos días compañeros, algo más interesante que ver a su compañero sudar medio agonizante

Les digo mientras les hago una venia y me siento en mi puesto, y veo como se hacen los indignados y cinco minutos después llega el profesor.

- -Buenos, días alumnos todos a sus puestos.

Así inicia mi día de escuela y cuando llega la hora del descanso, hago lo que tengo que hacer para sobrevivir.

- -Maestra, le ayudo con esos libros, sería una lástima que se le arruinara el maniquiur, se le ve espectacular.

- - Hay Alan – Se ríe la maestra como si nunca en su vida le hubieran hecho un alago - que atento como siempre, claro cariño.

Pues sí, es fácil echarse a los maestros al bolsillo con buenas notas, un expediente disciplinario impecable y el trato adecuado.

Puedes ganar mucho, como el poder quedarte en la sala de maestros durante el descanso o ponerlos en alerta en las horas o lugares adecuados para que no te pase nada, sin embargo el poder pasar tus días relativamente tranquilo en la escuela también tiene su precio como el hecho de ser considerado un lame botas, un di, rana y salta aquí y... bueno por ende, no tener amigos, pero prefiero eso a ser el chico golpeado de la escuela.

Así que, así paso mis días aunque hay algo que siempre me alegra mi celular, y justo allí está el mensaje que estaba esperando.

- Cram: Hola

- Al: hola que hay de nuevo, como ha estado tu día.

- Cram: bastante normal, ya he tenido que rechazar a dos chicas hoy.

- Al: huy, cualquiera que te oyera diría que te la pasas tal mal, jajaja

- Cram: No te burles es hostigante, en realidad.

- Al: hay, mi pobre viejecita – No puedo evitar reír de la suerte de mi "pobre " amigo.

- Cram: jajjaa, que hay de ti, algo nuevo.

- Al: estoy por empezar a leer un nuevo libro. Par matar un poco el hastió.

- Cram: en serio ¿cuál?

- Al: colección de cuentos de Rafael Pombo ¿te interesa?

- Cram: payaso.

Después de hablar un buen rato con Cram llego la hora de volver a clases y por suerte la última clase fue la de laboratorio, el profesor es uno de mis favoritos, siempre carga un montón de material, así que como siempre le estaba ayudando a llevarlo para escabullirme a la salida de ya saben quiénes.

Pero los muy miserables nos estaban siguiendo, en serio estos chicos ricos y guapos no tenían nada más que hacer que amargarme la vida, me toca tomar medidas más drásticas.

- -Caramba. –Exclame.

- -Sucede algo alumno.

- -Lo siento profesor es que acabo de recordar que mi madre quedo de recogeré hoy temprano porque voy a acompañarla al médico, quiere hacerse la himenoplastia para celebrar con mi padre su aniversario de bodas con una segunda luna de miel.

Veo como el profe abre los ojos como platos y casi se ahoga con la bebida que está tomando.

- -Cof , cof, vaya... bueno no la haga esperar.

- -Pero profesor ya le había dicho que le ayudaría con todo este equipo.... ¡oh! mire ¿no son esos alumnos de tercer grado?, parece que solo están haciendo el vago, tal vez puedan ayudarle.

- - Claro tiene razón, ¡oigan ustedes! - veo como los tres tontos se tensan de inmediato- vengan un momento.

- - Bueno hasta mañana profesor y que tenga un buen día.

- -Igual alumno y suerte con... Salúdeme a su madre.

- -Si señor con permiso.

Y me voy caminando lo más rápido que puedo lo cual no es mucho porque además de ser gordo tengo las piernas cortas, rayos, necesito un descanso, estaba pensando en eso cuando un estúpido en moto pasa y me tira en un charco con lo cual me baña en lodo.

Después de todo lo que tuve que hacer hoy, ¿terminar bañado en lodo justo en la salida?, para mi sorpresa el chico se regresó.

- -Lo siento,¿ estás bien?.

Tenía tanta rabia que iba a cantarle el abecedario entero, pero cuando lo veo... La chaqueta negra del instituto abierta y la camisa blanca dejando ver unos buenos músculos sin mencionar la corbata a medio poner y esos pantalones negros que a mí me quedan como si fueran unos tubos enormes, a él le quedaban tan ajustados y es que tiene unas piernas súper sexis.

Sin mencionar ese cabello azabache todo revuelto con un flequillo que resalta unos ojos azul oscuros, este chico es condenadamente caliente con esos labios carnosos, esponjosos de muerte, ¿dónde estaba este adonis?

- -Oye, ¿te hice daño?, lo lamento venia distraído, en serio, ven dame tu mano te ayudo a levantar.

Y caballeroso, definitivamente de declaro gay sin remedio pero ya, me dije a mi mismo.

- -En, no yo puedo solo pero gracias.

- - Que bueno pero, estas empapado no necesitas que te lleve a algún lado.

Si, al cielo si quieres, pensé.

- -Ah, bueno si quieres...

- -Alan gordito de mi vida, hola.

Y allí estaba, el karma, por andar inventando historias locas de mi madre, justo llegaba mi querida progenitora arruinándome el encuentro más idílico de mi vida con el chico más sexi del mundo.

- -Bueno, creo que ya vinieron por ti, bye.

- -Bye.

Y así veo como mi adonis sube en su moto sin mí detrás ¡nooooo!

- -Cariño, que te paso.

- -Nada madre, solo que soy Gay y ya me he decidido; voy a conquistar el chico más sexi de mi escuela.

EL CHICO GORDITO Y EL SEXI BOYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora