Rescate o más problemas

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Pero en un momento el ruido de la fiesta entro a la habitación y una luz me encandilo totalmente, fue cuando me di cuenta que alguien había entrado y había encendido la bombilla del cuarto y luego estaba hablándome.

Aunque no supe identificar a la persona hasta que estuvo agachada frente a mí.

- ¿Al, estas bien? ¿oye?

- Cris – susurre mientras me colgué de su cuello – Solo quédate aquí- Le dije tratando de respirar lo mas profundo que podía, estar con Cris siempre me tranquiliza de algún modo.

- Tu... no estás bien – Me dijo alejándome de él, a pesar de mi resistencia, entonces los pude ver bien los ojos de Cristopher son color avellana, tiene unas pestañas muy largas, una nariz respingada perfecta y unos labios que hacen que sus besos sepan a miel.

- -¿Qué te paso? – Seguía preguntando él, pero yo solo estaba perdido en la forma como movía sus labios y un pensamiento fugaz paso por mi mente ¡Bésame!, y fue cuando sentí su labios sobre los míos, Miel, sin duda alguna los labios de cris saben a miel, me pregunto, como sabrá todo el, no pude evitar revivir su aliento sobre mi oreja y preguntarme como se sentirá su aliento sobre todo yo, yo quiero eso, ya lo había alado sobre mí, yo quiero todo eso, ya estaba acostado en la cama con el sobre mí, yo... te quiero Cris.

Traición, deseo, amor, todo pasaba por mi mente estar así con Al era algo que no podría explicar con palabras, cuando lo escuche pedirme que le besara no pude resistirme y cuando me dijo que me quería sentí morir, quería todo con él, por siempre, pero al estar besándolo me di cuenta que no tenía olor a alcohol en su aliento, eso me hizo parar en seco, pude ver la forma como me miraba , parecía perdido en su propio mundo y al mismo tiempo parecía tan anhelante de mis caricias, pero si ahora cedo siento que jamás volveré a tener la más mínima posibilidad de que Al vuelva a verme así.

- Espera, espera Al, mírame ¿Qué te dieron? , no estás bien – Me observo fijamente como si quisiera comprender lo que estaba pasando, fue cuando vi algunas lágrimas asomarse a sus ojos.

- Yo...yo no sé – Tras decir eso empezó a vomitar, gracias a Dios, porque no sabría hasta cuándo podría seguir resistiéndome a esa imagen tan vulnerable – Me siento raro – Fue lo último que dijo antes de caer de espaldas en la cama, por suerte solo se quedó dormido, pero eso no me dejaba más tranquilo, aquí estaba pasando algo demasiado extraño, como sea no podía dejarlo aquí, que tal alguien entraba y se aprovecha de él, bueno aunque Al no sea un canon de sexappeal, tiene lo suyo y nunca faltan malas personas en el mundo y que tal se topara con Marc, ah... no eso sí que no, pero, ¿como lo saco?  afuera hay un sinfín de gente.

EL CHICO GORDITO Y EL SEXI BOYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora