Capitulo 5

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Había pasado una semana desde que Jade y Perrie no eran novias. El rumor se corrió rápidamente por el instituto, lo que trajo como consecuencia que las chicas se le acercaran a Perrie y los chicos a Jade, provocando los celos indomables de la chica de ojos azules. Más de una vez había estado a punto de ir a reprender con unas cuantas maldiciones a los que se le acercaban a “su chica” pero no lo había hecho porque Lauren se encargaba de recordarle que ellas ya no estaban juntas.

—Cierra la puta boca de una maldita vez, Laren— dijo Perrie entre dientes mientras miraba la escena. Demi estaba coqueteando descaradamente junto a Jade, la cual se veía realmente incómoda.

—¿Cómo quieres que me calle? Mi deber como amiga es hacerte entrar en razón y que no cometas una locura. Si quieres volver con ella, golpeando a cada chica que se le acerque no será la mejor estrategia, tia.

—No me importa.

Dicho esto, Perrie caminó con paso decidido hacia Jade y su eterna rival. Al darse cuenta de su presencia, la chics se sintió aún más incómoda, lo que alentó a la rubia, pensando que la incomodidad que sentía ella era por Demi.

—Vete— articuló sencillamente Perrie.

— ¿Me hablas a mí, Edwards?— le preguntó Demi con una mirada desafiante.

—Sí, ahora mueve tu culo y aléjate de mi chica.

Demi soltó una carcajada sonora que llamó la atención de algunas personas, las cuales se vieron interesadas al instante por la posible discusión que se desataría en cualquier minuto.

—No quiero— le respondió con burla, haciendo enojar aún más a Perrie.

— ¿Qué has dicho?— articuló la chica rubia dando un paso hacia delante, acortando los escasos ya centímetros que lo separaban.

—Que no quiero. No me iré.

—Mira pedazo de mierda— dijo ya aún más enfadada Perrie, cegada por los celos —Te vas ahora o te rompo tu maldita cara.

—Hazlo —la incentivó Demi con una sonrisa. Esa sonrisa que tanto odiaba Perrie.

Sin pensarlo dos veces, Perrie soltó el primer golpe, cayendo justo en la mandíbula izquierda de su oponente, la cuál cayó al suelo, dándole a la rubia una mejor opción de patear sus costillas una vez. Cuando se iba a agachar para seguir golpeándola, unas pequeñas y delicadas manos le tomaron el brazo.

—Perrie, por favor… —susurró la chica de la cual ella estaba loca y estúpidamente enamorada. — Ya basta.

Perrie giró la cabeza para mirar a su amada y lo que vio, le rompió mucho más el corazón. La chica tenía lágrimas en los ojos. Lágrimas de pena, sufrimiento y… miedo. Ella tenía miedo. Y ella sabía perfectamente a lo que Jade le temía.

Ella, le tenía miedo a su reacción. Le tenía miedo a Perrie.

Perrie, sin pensarlo dos veces, se acercó a ella y la abrazó. Soñaba con rodearla de nuevo con sus brazos.Ella en ningún momento se resistió, pero tampoco le devolvió el abrazo.

—Por favor, ya no sigas —rompió Jade finalmente el silencio.

—Dame una buena razón para no partirle la cara a esta idiota…

—No quiero que te lastimes —susurró Jade, provocando la risa de la rubia.

Ella lo miró con incredulidad pura en sus ojos.

—No me subestimes, bebé.

(…)

Las clases habían terminado hace ya quince minutos. Perrie se encontraba a las afueras del salón de Jade. Esa misma tarde, había decidido hablar con ella. Gracias a Lauren, estaba más calmada y había entrado en razón. Su mejor amiga le había aconsejado hablar con toda sinceridad y expresarle todo lo que sentía a la chica. Aún quedaban quince minutos más para que la clase de Filosofía, en la cual estaba inscrita Jade, acabara.

Perrie caminó por los pasillos tres veces dando grandes zancadas, repasando mentalmente que lo que le diría a Jade.

—Lo siento —susurraba para sí misma, ensayando sus líneas. —No puedo estar alejad de ti, eres el aire que respiro, Jade yo sin… ¿qué mierda estoy diciendo? —paró en seco la rubia conteniendo la rabia que comenzaba a florecer por sus poros. Lauren le había dicho que tenía que decirle esas cosas a Thirlwall si quería que regresara con ella. Edwards bufó resignada y comenzó a repasar mentalmente de nuevo las palabras antes dichas por su amiga.

El timbre que daba por terminada la clase sonó. Dos minutos después, los estudiantes y compañeros de Jade comenzaron a desalojar el aula hablando animadamente y más de alguna chica se detenía a entablar una conversación con la chica, pero ella solo les hacía un ademán con la mano, mostrando que no estaba interesada. Se acercó a la puerta y buscó con la mirada a su chica. Y lo que vio, no le gustó.

Una Novia Agresiva [Jerrie Thirlwards AU] 《J.T. & P.E.》 ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora