Capítulo 4: Conociendo, conociéndose. Parte 2: aprendiendo

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La profesora Grena se adentró a través del bosque; siguiendo la ruta que donde habían tomado Susana y Jorge. Caminando despacio comenzó a oír un gruñido. Acercándose al lugar de donde provenía el sonido y vio a Jorge y Susana pálidos y asustados delante de un Jaguar hembra. Había caído en una trampa y los chicos se habían acercado a ayudar; pero ella estaba muy alterada y gruñía. Ellos no sabían cómo hacer para que entendiera que no deseaban hacerle daño. Grena sin moverse de donde estaba entró en la mente de los muchachos.

- No se pongan nerviosos y escuchen con atención. Cuando yo salga de sus mentes harán lo siguiente. Cerrarán los ojos y tratarán de dejar sus mentes en blanco y luego abrirán los ojos y entrarán en la mente del animal. Allí dentro, le hablarán, despacio y con calma. Díganle que no quieren hacerle daño.

Grena salió de sus mentes y ellos hicieron lo que les dijo. Ya dentro de la mente del animal les dijeron:

- hola, no queremos hacerte daño. Queremos ayudarte a que salgas de esa trampa. Deja que nos acerquemos a ti para soltarte (dijo Diego).

- Si, claro humanos mentirosos. Ya eso lo he oído.( dijo la jaguar)

- Oye!!! ¡A quienes le llamas mentirosos! (Exclamaron los chicos ofendidos)

- Un momento, ustedes me entienden?

- Si, gracias a nuestra conexión con la naturaleza. Oye podemos hablar luego pero esa herida se pondrá fea muy pronto.

- Hace mucho tiempo que ningún hijo de Gaia venía por este bosque. Por favor ayúdenme, tengo cachorros de 3 meses esperandome en mi guarida. No sobrevivirán solos.

- De acuerdo, pero no nos lastimes.

Susana se acercó a la hembra de jaguar y la calmó un poco, mientras Jorge abría la trampa. Susana se apresuró a sacarle la pata herida y a vendarla, usando lo que tenía: hojas de plantas curativas y un trozo de su blusa. La jaguar no podía andar bien. Ellos le ayudaron a llegar a su madriguera, recogiendo en el camino el trozo de carne que había cazado antes de caer en la trampa. Al llegar a la guarida los cachorros se asustaron ante la presencia de los humanos pero la madre los calmó. Los tres comieron y luego la madre habló con Susana:

- Muchas gracias por todo. Mis cachorros y yo estamos muy agradecidos. Mi nombre es Gruym. Pero no sé cómo cazaré mañana con esta pierna así.

- Si descansas el resto del día; mañana puedo traerte alguna medicina que ayude a cerrar la herida. Probablemente pasado mañana podrás andar (dijo Jorge, que siempre había deseado estudiar veterinaria)

- De acuerdo. ( dijo Gruyim) Quiero que sepan que me tienen a su disposición para lo que necesiten.

- Podrías ser quien nos avise si hay algún problema en el bosque. Nos sería de mucha utilidad. Por cierto, no te ofendas pero tu nombre parece un gruñido. (Dijo Susana)

- Por supuesto!!, soy un animal recuerdas? Es nuestra forma de comunicarnos.

- Jajajaja, claro. Necesitas otra cosa?

- No, ahora no.

- Entonces Gruym nos vemos mañana; traeremos esa medicina. Gracias por confiar en nosotros.

- Nos vemos mañana entonces.

Saliendo de la cueva los chicos se tomaron de la mano. Susana no paraba de hablar de lo lindos que estaban los cachorros. Y Jorge de mirarla; sin darse cuenta. Increíblemente encontraron con mucha rapidez el camino de vuelta. No recordaban que eran tan buenos orientándose. Encontraron a Grena al comienzo del bosque, con una sonrisa satisfecha.

- ¡Felicidades! Hoy hicieron su primer amigo en el mundo animal. (dijo la profesora)

- Me preocupa la herida, volveré mañana a traer la medicina y revisarla. ¿Podría venir conmigo? Yo no soy veterinario todavía y usted podría revisar mejor la herida. (dijo Jorge)

- Le pediré al profesor Vermont que los acompañe; el maneja el elemento tierra, es veterinario graduado y los ayudará a curar mejor a esa Jaguar.

- Gruym, se llama. De acuerdo, una última pegunta; profe. Algo más por hoy?

- No, se han ganado un descanso. Me alegra ver que sus habilidades van despertando. Luego aprenderemos a dominarlas.

- Gracias profe. Qué te parece si descansamos en el claro que hay junto al río Susana?

- Me encantaría (dijo Susana)

Bueno,(pensó Grena) ya ellos van teniendo una idea de lo que pueden llegar a hacer. Pero me falta un chico; dónde estará Daniel?

Daniel debía estar en lo más alto de la montaña, donde solo llegaban las águilas. Pero había un problema, él no era muy ágil caminando. Cuando, después de mucho trabajo llegó casi a la cima, resbaló con un saliente.

En un segundo estaba agarrado escalando la montaña; y al otro estaba cayendo a un velocidad increíble hacia el vacío. Pensó que iba a morir, y a su mente vinieron las imágenes de su hermano Diego y sus padres. De pronto vio un águila volando a su lado. Lo miraba directamente a los ojos como si quisiera decirle algo. Sintió una voz conocida gritar: imítala, tú puedes. Es la única forma de salvarte.

Asi lo hizo. Reconociendo la voz de Grena trató primero de enderezarse en el aire y de que no le ganara el pánico. Para su sorpresa fue más fácil de lo que creía. Luego extendió los brazos. Bajo él sintió una corriente de aire y la aprovechó. Dejándose llevar planeó hasta el suelo, al pie de la montaña, muy lentamente. Cuando aterrizó el corazón le bombeaba a mil por hora. Grena estaba cerca y corrió hacia él abrazándolo.

- Ya pasó. Un hijo del aire no puede morir de esa manera. Lo hiciste muy bien.

El águila que había volado junto a él se posó en su hombro. Daniel sonrió.

- Los demás están bien? Mi hermano...?

-Él está bien. Todos lo están, aunque cada uno tuvo su propia aventura (dijo Grena) La próxima vez intentaré que practiquen como controlar sus poderes, porque cada uno tiene una fuerza muy poderosa dentro, que nace de sus emociones, de su corazón. Solo necesitan controlarla; y si la utilizan correctamente harán mucho bien.

Daniel se reunión con los demás chicos frente al río. Habían reunido todo lo que habían traído para comer. Alguna carne, que estaban asando al fuego; y abundantes vegetales. Comieron dando gracias a Dios y a Gaia por no pasar hambre. Luego, frente a la fogata, cada uno contó lo que le había sucedido en el día. Daniel no paraba de mirar a Karla

-Me gusta como sonríe, incluso cuando está asutada (pensó)

Jorge y Susana se sentaron juntos, y hablaban casi al mismo tiempo. Se reían y se daban codazos. Diego Estaba muy callado al igual que MariCami. Sin darse cuenta se levantaron casi al mismo tiempo y se separaron del grupo.

- Estás bien? (preguntó Diego)

- Si. Nunca me había sentido tan en conexión con alguien. Siempre he andado sola, no soy de muchos amigos. Todo esto, la magia, es muy nuevo para mi. Me alegro de que lo compartan conmigo. (dijo Cami)

- Todos para uno y uno para todos. No estarás sola nunca más (dijo él pasándole la mano por los hombros)

Ella recostó su cabeza a la de Diego. Y se quedaron mirando el anochecer, pensando en lo que les depararía el futuro. Pero ahora ya no tenían miedo.

HOLA HIJOS DE GAIA!!! BIENVENIDOS AL MUNDO DENTRO DE MI CABEZA, JEJEJE. Se aceptan comentarios y sugerencias siempre que sean con respeto. Quiero agradecer de todo corazón a Erkita Foyo por ayudarme a hacer la portada de la historia. Nos leemos, tengan paciencia porque no siempre tengo tiempo de actualizar. Besos.

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⏰ Última actualización: Aug 07, 2021 ⏰

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