C A P I T U L O C I N C O

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Violetta

Mis padres acaban de irse para el trabajo, hoy no podrá venir la niñera -al parecer se le atasco una mano en el inodoro- no me explicó cómo pudo pasarle algo así, tampoco la culpo, sin embargo odio a ese estúpido inodoro, por su culpa tendré que pasar mi día encerrada haciendo de canguro de mi hermana.

Pense que podría ir a casa de Eli, hasta donde se hoy es la cena con el novio de su madre, quede en acompañarla, pero por lo visto no podrá ser. Mi hermana Rebeca es insoportable en casa, no quiero ni imaginar qué vergüenzas me hará pasar si la llevo a la cena en casa de Elizabeth. Por lo visto los niños de diez años de hoy en día no se pueden comportar.

Eli quedo de venir a almorzar, pedí a mi madre que trajera unas manzanas para hacerle un postre.

Eli es vegetariana y adora las sopas de mi madre. Esta mañana creo haber oído a mi madre decir que dejo sopa hecha para ella en el microondas, creo que la considera más su hija que ni a mi y Rebeca. Por hoy lo agradezco, sólo tendré que hacer el postre de manzana.

Bajo a la cocina y empiezo a buscar las manzanas. Miró en todas partes y no las encuentro. No estan en la nevera, ni en la despensa, ni en el meson, ni en los cajones... ¿dónde rayos están las manzanas? Estoy segura de que mi madre las trajo, ¡Oh, claro! Cómo no pense antes deben estar en... No, en la basura tampoco están.

Tendré que preguntarle a Rebeca si las ha visto. Toco su puerta una, dos, tres veces...

-Adelante

-Rebeca ¿tu de casualidad no has visto unas...? ¡¿pero qué rayos?! -grito mientras veo sus ojos cubiertos con círculos de manzana- dime por favor que no son mis manzanas -suplicó mientras tiro mi cabello con mis manos.

-¿Qué? Estuve leyendo en internet que el pepino tiene propiedades de limpieza -dice quitandose los pedazos de manzana de sus ojos.

-P-e-p-i-n-o. Pepino, no manzana ¿estás loca?

-Da igual, ambos nacen de la tierra -dice tranquila volviéndose a poner otros dos círculos de manzana en sus ojos.

-Por Dios tienes diez años y ya te estas preocupando por el acné, cuando ni siquiera te has desarrollado.

-¿Y qué? -dice encogiendose de hombros- no quiero llegar a los diecisiete y tener arrugas como tu.

-Me rindo -suspiro frutrada- Eli tendrá que comer postre de manzana otro día.

-Hay manzana de sobra para todas.

-Gracias, pero no. -respondo con una mueca de disgusto al tiempo que salgo de su cuarto dando un portazo.

No. Definitivamente no puedo ir con Rebeca a la casa de Eli... ni a ningún otro lado.

  ***
-Lo iba a hacer Eli, enserio. Es solo que a Rebeca se le dio por reemplazar la mascarilla de pepino por una de manzana justo hoy que venías tu. Ya sabes que aquí la única que come saludable es mi madre - digo, eso es completamente cierto, quizás por eso parezco una bola, con unos cuantos kilos de más.- La cosa es, que esta vez no compro pepino y mi hermana puede ser un tanto recursiva a veces.

-Tranquila Vilu, sabes que me encantan las sopas de tu madre. Vendré otro día por mi postre. -dice Eli amablemente.

-Lo se y a mi madre le encanta preparartelas. Sospecho que eres la única que las come. Sin embargo, me enoja el hecho de no poder acompañarte hoy por culpa de Rebeca -digo con la vista clavada en mi plato- te juro que pensé en llevarla, pero temí que tomara la cebolla de la cena para hacerse una mascarilla anti-ojeras en frente de todos.

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