Capítulo 5

78 13 1
                                    

Los chicos decidieron quedar por la noche solo por tener la oportunidad de ver los puestos iluminados por las velas y los farolillos de papel. Los primeros en llegar fueron Naguisa y Makoto, durante el rato que estuvieron esperando a Haru, el rubio pensó en contarle al mayor que también iría Rin pero la razón por la que no lo hizo fue la misma que le impidió contárselo desde el principio: estaba claro que tanto él como Sosuke estaban mal en su relación por Rin y aunque Makoto estaba deseando de que el pelirrojo fuera feliz junto a Haruka, no sabía cómo podía reaccionar al verle tras discutir con Sosuke el día anterior, incluso le costó convencerle tanto como a Rin, quien fue con la condición de que sería solo por un par de horas aunque eso fue suficiente para Naguisa con tal de que sus amigos se juntaran.

Por suerte para Naguisa, el segundo en llegar fue Haruka, el chici había decidido vestir con unos pantalones vaqueros cortos y un polo sencillo de color azul marino que realzaba sus ojos azules.

-¡Haru-chan!

El rubio agitó el brazo enérgicamente entre las cabezas de la gente captando la atención de Haruka, quien fue derecho hasta donde estaban sus amigos. Tras saludarse, Makoto fue el primero en hablar.

-Bueno, ¿A dónde vamos primero?

-Eh... ¿No es mejor esperar un poco más? Creo que ahora hay mucha gente en los puestos.

Los dos chicos miraron al rubio perplejos. Era evidente que por la noche no había tanta gente en los puestos como por el día pero aún así el chico intentó parecer convincente.

-Naguisa, no creo que...

-¡S-sí, sí que hay mucha gente! ¡mira!

El menos señaló los puestos que ahora se encontraban medio vacíos, pero esto solo le ayudó a ahorrar unos segundos hasta que Haruka vio un puesto de caballa y salió decidido hacia él haciendo que Naguisa entrara en pánico.

-¡Haru-chan! ¡Espera solo un po-!

-¿A quién gritas?

La vos de Rin interrumpió a Naguisa quien tuvo que girarse para alcanzar a verle la cara.

-Ah... Rin-chan... ¡Qué casualidad!

El rubio solo arregló la expresión de sorpresa de Makoto pero empeoró la de Rin quien estaba a punto de hablar cuando el pequeño se le abalanzó a taparle la boca y arrastrarle entre la multitud y es que, la primera parte del plan había funcionado, pero el problema era que las cosas no habían sido del todo esperadas, sobretodo cuando Naguisa le pidió a Rin quedar en otra zona de los puestos, de tal forma que lo anterior solo habría servido para dar un poco de ventaja a Rin. Una vez estaban separados de Makpto, Naguisa comenzó a hablar a Rin quien ya se había separado de su mano con cierto desprecio.

-¡Rin-chan, tengo que decirte algo importante!

-Pues más te vale que sea importante porque estás actuando más raro de lo normal.

Haciendo caso omiso de su comentario, Naguisa siguió hablando.

-También ha venido Haru-chan.

La mirada de Rin se iluminó de algo que Naguisa denominaba entre ilusión, amor y preocupación pero prefirió dejar que el rubio terminara de hablar.

-El problema es que él no sabe que tú has venido así que... he pensado en que sería mejor si apareces cuando esté solo para que podáis estar juntos.

Para la sorpresa de Naguisa, Rin agachó la cabeza tristón y habló despacio.

-No sé si él querrá verme...

-¡Rin-chan, no digas eso! Seguro que Haru-chan está encantado de verte.

-Naguisa, tú no lo entiendes... yo... le dije algo importante y creo que todavía necesita tiempo para pensarlo.

Naguisa abrazó el brazo de Rin y lo agitó insistente.

-¡Mooo, Rin-chaaaan! ¿Y qué vas a hacer ahora?¿Irte sin más?

El pelirrojo no dijo nada. Desde luego que quería ver a Haruka pero ¿Qué se supone que tenía que decir? A demás, ¿Y si él no quería verle? o peor aún ¿Y si le rechazaba en el mismo instante que se vieran? No sabía si estaba preparado para algo como eso y tampoco creía estar preparado para verle. Al no recibir respuesta, Naguisa continuó hablando.

-Escucha, tú solo hazlo, solo tienes que confiar en mí, ¿Vale?

Ante la insistencia de Naguisa, Rin terminó aceptando aunque no muy seguro de lo que ocurriría, después, escuchó atentamente el plan del rubio.

*    *    *

Haruka estaba tan fascinado como Makoto en el puesto de molinillos de viento. Todos ellos eran de papel pero eran de diferentes decorados que, al girar, formaban distintos dibujos. De repente, el grito de Naguisa los sobresaltó sacándoles de su fascinación inmediatamente.

-Por dios, Naguisa... no vuelvas a hacer eso.

Makoto intentaba relajarse frente a su sonriente amigo que miraba atentamente a Makoto.

-Mako-chan, he estado viendo unos takoyaki que me han encantaaado pero me he olvidado de la cartera, ¿puedes... invitarme a una ración?

Makoto, quien todavía no se había olvidado de Rin, buscaba al pelirrojo entre la gente aunque sin obtener algún resultado a parte de descubrir que Haruka seguía anonadado con los molinillos.

-Está bien pero... ¿Dónde está-?

-¡Vamos rápido o se agotarán! ¡Haru-chan, espéranos aquí!

Sin que ninguno de sus amigos pudiera decir nada más, Naguisa agarró a Makoto de la muñeca y tiró de él con fuerza, obviamente le estaría preguntando sobre lo ocurrido hasta recibir respuesta pero solo las respondería cuando estuvieran lejos de Haruka. Sin embargo, el moreno casi ni se inmutó ante la reacción de Naguisa y decidió avanzar hasta el siguiente puesto donde había varios marcos de cuadros hechos de conchas de la playa. Fue entonces cuando recibió el sutíl toque de un dedo en su hombro obligándole a girarse. En cuanto descubrió de quién se trataba, se quedó tan paralizado como emocionado y, obviamente, sin palabras.

Rin estaba apoyado en la pared del puesto, vestía con una camiseta de manga corta gris con un dibujo blanco apagado que parecía el grafiti de un ancla, sus pantalones eran rojos, también cotos y su mochila le cruzaba el pecho de una manera muy sexi.

-Te he visto de lejos y... bueno, aquí estoy...

Para el pelirrojo eso era tan incómodo como pensaba a pesar de que Naguisa le había dicho qué hacer y decir en todo momento. De momento, lo primero que tenía que conseguir era mantener una conversación sencilla e improvisada.

-¿Has venido solo?

Fue lo único que preguntó el moreno y Rin no pudo evitar alterarse al sentir que todo estaba saliendo mal, aún así, intentó mantenerse en el plan.

-Eh... sí, bueno, en realidad no quería venir pero ya sabes, nunca sabes donde vas a llegar cuando caminas por caminar...

Oh, dios, todo eso le resultaba terriblemente vergonzoso y lo peor es que la seria mirada de Haruka no le daba ni una pista sobre lo que este podía estar esperando. Sin embargo, el moreno realmente estaba tan confundido que no tenía ni idea de la extraña reacción de su compañero. Finalmente, Rin se reunió de valor y pasó a la siguiente fase del plan: alejarse a un lugar tranquilo.

-Oye... Haru, ¿Quieres ir a dar una vuelta?

 

Cuando Te Vayas [HaruXRin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora