¿AMOR?6️⃣9️⃣❤️6IX9INE × ANNIE❤️6️⃣9️⃣

III

DANIEL

–¡Porque hace tanta calor aquí!–grito y comenzó a quitarse la camiseta.

–Annie tranquila–le agarre las manos–no hagas eso.

–Bésame...–hablo susurrando.

–¿Y te estarás quita?–tendré que hacerlo...pobrecita está delirando.

–Si lo prometo–me miró.

Me acerque más a ella asta que nuestros labios se empezaron a rozar y rompí el espacio que faltaba besándola, ese beso por momentos empezaba a subir más de intensidad...y la verdad no quería hacer nada en la condición en la que se encontraba...si hago algo con ella...quiero que esté consciente...asique rompí el beso.

🔞LEMON🔞

–Quiero más...–dijo empujándome en la cama y subiéndose encima mio.

–Annie bájate, antes de que no pueda controlarme y terminé mal... que no ves que te vas a arrepentir después...–soy humano tengo un límite, si esto sigue así terminará en follada.

–Ssssssshhhhh–puso su dedo índice en mis labios mandándome callar–hablas mucho–se quitó la camiseta para después comenzar a desabrocharse el sostén, dejando ver sus pechos, puso cara triste–no me gusta mi cuerpo Daniel...no me mires mucho...–se tapo con sus manos.

–Por Dios bebé no me digas eso tú eres hermosa–le aparte las manos–lo ves...a mi me encantas–empezé a repartir un montón de besos por sus pechos y a masajearlos en círculos.

Ella empezó a gemir.

Baje mis manos asta su abdomen, ella entendió mi indirecta y se bajó los pantalones y acto seguido sus panties de encaje.

–Esto es incómodo...soy la única que está desnuda–hizo un puchero.

Me saque la camiseta, y los pantalones, ya se empezaba a notar mi erección, y la verdad era la primera vez que me daba pena(vergüenza).

–Pero que tenemos aquí–bajo mi boxer–Dios...es enorme–agarro a mi amigo con las dos manos para metérselo en la boca y empezarlo a lamer.

–Joder...–era imposible no gemir.

Era mi turno, la tumbe en la cama y le abrí las piernas, acerque mi boca a su clítoris y empezé a lamerlo y a meter mi lengua.

–mmmggg–ella se revolvía entre las sábanas mientras intentaba no gemir.

–Metemela ya por Dios–me miró mientras jadeaba.

–Tienes que pedírmelo porfavor–ella me miró levantando una ceja.

–P-porfavor Daniel–hablo entre cortada.

Sonreí.
Empezé a rozar mi miembro contra su intimidad, admito que la estaba torturando un poco.

–¡Joder Daniel!–se quejó ella–acaso no qui–dejo de hablar.

Acababa de entrar en ella.

–Duele–estaba a punto de llorar.

–Tranquila–puse mi mano encima de la suya–estaremos así asta que te acostumbres al tamaño de mi amigo, ¿Vale?

Ella asintió y al rato empezó a mover su cadera en señal de que ya no le dolía.

Empezé con embestidas lentas que hiban subiendo de velocidad poco a poco.

–Ahhh–gemia mientras me arañaba la espalda.