Capítulo 7- Confusión

14 2 0
                                    

No he comido nada desde ayer por la tarde. Me duele el estómago, tengo náuseas y estoy bastante mareada.

-¿Podemos parar un momento?

-Ally, entiendo que estés nerviosa pero ni si quiera hemos subido aún al barco, ¿cómo puede ser que tengas ganas de vomitar si ni has desayunado?- Jaesoo me mira preocupado por el espejo retrovisor, centrando segundos después su vista en la carretera.

-Nunca he montado en barco, y si, como me habéis dicho, en la fiesta va a haber gente muy importante, estoy bastante segura de que en algún momento la voy a liar y os van a echar la culpa a vosotros y ¿qué haré entonces? ¿cómo sigo viviendo con la culpa de que os degraden en vuestro trabajo por mi torpeza?

-Madre mía Ally, siempre has sido algo dramática pero ahí te has llevado la palma. -Nora se ríe a carcajadas, y termina contagiando a Jaesoo e incluso a Yebin, que estaba mirándome atentamente. Parece que le resulta gracioso verme blanca como un Cullen mientras aguanto las náuseas causadas por los nervios.

Quizá sí que esté siendo dramática, pero no puedo evitarlo. Estar rodeada de mucha gente me pone algo nerviosa, y si además son personas importantes en la sociedad ni me imagino. Mira que si me resbalo y le tiro sin querer una bebida en la ropa al CEO de una importante empresa, me puedo morir ahí mismo. No quiero ni pensarlo.
Vale, sí, soy una dramática.

-Lo mejor es que te relajes, no va a pasar nada porque aunque no lo creas, la probabilidad de que la líes y de que eso afecte a nuestro trabajo es bastante baja. Tranquilízate, duerme un poco y verás como te encuentras mejor luego. Además, nos espera una noche larga y es preferible que estés bien descansada.

Me resigno y me acurruco en el asiento para intentar conciliar el sueño, y tras darle cien mil vueltas a muchos temas distintos mis ojos terminan por cerrarse del todo.

~°.~°.~°.~°.~°.~°.~°.~°.~°.~°.~°.~°.

-Despierta, estamos en el puerto.

Yebin me mira fijamente a literalmente dos centímetros de mi cara mientras me sacude con sus manitas. Me estiro para desentumecer el cuerpo y noto que el coche está parado, por lo que miro la ventana para comprobar que, efectivamente, hemos llegado al puerto.

Abro la puerta del coche para bajar a Yebin y ayudar a Jaesoo y Nora con la enorme montaña de equipaje que va echo un tetris por todo el coche, y nos dirigimos al edificio en cuyo parking hemos aparcado. Echo un vistazo al ajetreo que hay cerca del mar; un barco gigantesco de color azul marino se encuentra atracado justo enfrente del edificio, y a juzgar por las letras doradas en las que se lee SS Siren, ese es nuestro barco. La emoción recorre cada uno de los nervios de mi cuerpo mientras observo como una multitud de personas cargan el interior del barco. Tengo muchas ganas de entrar y verlo por dentro, pero a la vez hay algo que me infunde pánico, no sabría decir exactamente el qué. Tal vez debería dejar de preocuparme tanto...

Mientras caminamos hacia el edificio Nora me explica que es una de las sedes de la empresa, que se sitúa en el puerto para llevar mejor el control de las cargas y las construcciones de las naves. Al entrar, mis tíos me dejan con Yebin en la recepción del enorme edificio, ya que van a comprobar y resolver algunos asuntos antes de partir. Cojo en brazos a la niña y me acerco a una de las paredes, que tiene cristaleras para que se pueda ver el exterior. Hay muchísimos coches y gente que se mueve de un lado a otro llevando cosas apresuradamente, y alcanzo a ver lo que parecen ser cámaras. Sabía que la fiesta en el barco era un hecho importante para la empresa y su entorno, incluso para la sociedad; pero ¿tanto como para la cantidad de cámaras y equipos de diferentes cadenas que hay ahí? Aquí hay algo que me estoy perdiendo. Tampoco es que pueda ver mucho de lo que pasa, hay una barrera de coches y camiones que obstaculiza mi visión. Suspiro y redirijo mi atención al interior del edificio mientras paseo con Yebin que está toda emocionada hablando sin parar de todo y de nada.

La Fiesta de las SirenasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora