¿Sweet or sexy? Connor x reader [TERMINADA]

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22 de junio de 2038 10:06:14

Con una taza de café en mi mano izquierda, me encamine hacia el auto, donde me esperaba mi primera reunión con el capitán Allen. Saliendo de mi casa, cerré la puerta para poder dirigirme hacia la comisaría.
El camino no fue demasiado largo. Caminaba por las calles mientras veía como los distintos androides cuidaban sus casas o ayudaban a sus dueños en sus tareas diarias.
En cuanto llegué, me pidió una chica androide que registre mi nombre para poder obtener el permiso de entrada.

- "Annie Crowell, 23 años. Vengo a hablar con el capitán Allen".

La androide me asintió con una leve sonrisa, estirando uno de sus brazos señalando la entrada a las oficinas. Asentí y me encaminé hacia allí. Notaba miradas sobre mí, miradas que recorrían de arriba abajo mi figura. No le di importancia.
Al llegar a la entrada de la oficina del capitán, noté que había dos personas hablando. Un señor de unos 50 años con unas visibles canas que ocupaban toda su cabellera y otro hombre rubio de unos 40 años. Gire sobre mis talones para poder ir a esperar a que se desocupe el capitán.

Visualicé una silla libre, con una sonrisa me encaminé hacia esta. Apoyé mi cuerpo sobre el respaldo, cerré mis ojos levemente mientras soltaba un suspiro. Al abrir los ojos me encontré con un hombre de unos 23 años, mejor dicho, un androide que aparentaba tener esa edad. Era castaño, delgado y con unas hermosas pecas. Al parecer este se percato de mi mirada y se volteó, uniendo nuestras miradas mientras, de su rostro, se escapaba una tierna sonrisa.

- ¿Eres nueva no? Bienvenida. – Soltó, extendiéndome su mano en señal de presentación.

- Si, Muchas gracias. ¿Cuál es tu nombre? -Le tendí mi mano en respuesta a su saludo. Cualquiera se esperaría que sea un leve apretón de manos y ya, pero no. Este tiro suavemente de mi brazo para poder darme un beso en mi mano. Tal y como haría un hombre de película.

Mi cara se enrojeció. ¿Realmente un androide estaría programado para ser tan encantador? Joder.

- Connor, mi nombre es Connor señorita Crowell.

- Por favor, llámame Annie.

- Hermoso nombre, Annie.

Dirigí mi mirada hacia a la oficina de Allen, ya se había desocupado. Con una sonrisa plasmada en la cara, le comenté a Connor que debía tener una charla con él capitán para ver en donde me asignaba. Para mi sorpresa, este me respondió que estaría encantado de trabajar conmigo, finalizando su frase con un guiño y una perfecta sonrisa de lado. Podía sentir, literalmente, como algo se derretía en mi interior con esa sonrisa. Camine hacia mi objetivo. Pasé y cerré la puerta de vidrio con delicadeza. Espero que sea una buena charla; y que me asignen con aquel hombre.

22 de Junio de 2038 13:03:12

La charla fue larga, lo suficiente como para que se pasen unas dos horas de corrido. De vez en cuando dirigía mi vista hacia Connor, el cual estaba sentado en una mesa al lado del teniente Anderson. Allen me había comentado que iba a ser su ayudante. Por simple curiosidad pregunte si aquel androide era divergente; Allen me miro y se empezó a reír, para luego soltarme nada mas y nada menos que "¿Qué ocurre Annie? ¿Te atrapo el androide? Esta disponible si es lo que deseas saber". Un sonrojo de mi parte era visible. Terminada la reunión me dirigí a la mesa del teniente. Debía preguntarle en donde me podía situar y que debía hacer.

-Buenos días teniente Anderson, mi nombre es Annie Crowell. Fui asignada a su lado por el capitán Allen. Espero que no le moleste.

- Sisi, Buenos días. Puede situarse junto al detective Connor. Si no sabes cual es, es el hombre que esta a mi lado disfrutando de una plena vista de su culo.

Yo por inercia mire hacia Connor, el cual agacho la mirada susurrando un leve "lo siento" con tono avergonzado. Negue con mi cabeza y me dirigí hacia el escritorio de este; el cual se levantó y trajo otra silla para situarme junto a él. Tomé asiento y le agradecí con una sonrisa.

- ¿Cuáles son los casos? – Pregunte con curiosidad. Connor tenía la mano conectada al computador informándose sobre los casos.

-243 casos empezando desde hace 9 meses atrás. Podríamos comenzar por el de un PD700, que ha robado y convertido a más de 270 androides en la torre de CyberLife. ¿Les parece bien?

-Perfecto Connor. Traeré café, ¿desea café señor Anderson? – Pregunte elevando un poco mi torso sobre el escritorio para poder verle el rostro. Este solo me miro y asintió diciendo un simple gracias.

Me encamine hacia la cocina publica de la comisaría, en esta se encontraban dos personas, una mujer policía y un hombre de unos 27 años. Es su placa se podía leer el nombre de "Gavin Reed". Solo los ignore y prepare el café para mi nuevo superior y para mí. Noté por el rabillo del ojo como el oficial Reed se levantaba de su asiento dirigiéndose hacia mí. Agarre ambos cafés con mis manos y me encamine hacia la mesa del teniente. Dejé su vaso junto a sus papeles y posé el mío sobre la mesa. Connor se encontraba volviendo, de lo que parecía ser del baño, cosa que me dio curiosidad. ¿Los androides tenían la capacidad de realizar tales acciones? Deseché la idea al sentir como la palma de una mano se estampaba contra una de mis nalgas. Giré bruscamente encontrándome con el anteriormente nombrado, oficial Reed. Con una gran sonrisa en la cara y con los labios ligeramente abiertos a punto de decirme unas palabras, un puño se estampo contra su cara. Se trataba de Connor, el cual se puso al frente mío soltando unas palabras que, ningún recién conocido en mi vida que me gustase diría.

- Aleja tus sucias manos de lo que pretendo tener en las mías. ¿Comprendes Reed?

Reed se levanto intentando darle un golpe a Connor. Este solo se movió ligeramente esquivándolo. Parecía que sabía cada movimiento que iba a realizar este.

- ¿Cómo podría ser de tu propiedad algo que acabas de conocer hoy? Connor. – Fijo su mirada con desprecio al androide, este iba a bajar la mirada en señal de derrota. Cosa que no iba a permitir. Si, lo conocía dese hoy, pero algo tiene que quiero descubrir, y este idiota no me va a arruinar mi buena vista.

- ¿Y tú qué sabes? Lo conozco desde hace rato ya. Además, ¿quién te crees que eres para poder venir y realizar tal acto? – Conteste situándome detrás de Connor, posando una de mis manos en su hombro derecho.

- ¡Ay, por favor! Él se presentó con un beso en tu mano. ¿Eso es de amigos de confianza o de recién conocidos? – Sonrió triunfante. – Déjame decirte algo cielo, no me importa en lo más mínimo quien seas, me encargaré de que seas mía algún día.

- Ya basta Reed. Vete a buscar otra. Esta tiene dueño, ¿sí? Deja a la pareja tranquila. – Dijo Hank, para luego sacarnos de la comisaría y subirnos al auto. Nos dirigíamos a nuestro primer caso.

- Bienvenida a Detroit Annie, Connor sabe la ubicación del "Club Edén" de memoria. Ya sabes, por si les antoja hacer sus espectáculos en privado más que al frente de la comisaria.

Iba a contestar en defensa a Connor, pero este robándome las palabras soltó

- Lo tendré en cuenta Hank, quizás luego de la misión. – Dijo para girarse del asiento del copiloto y guiñarme un ojo con la misma sonrisa de hace apenas unos cuantos minutos atrás.

Definitivamente el día de trabajo mas raro y con mas suerte de la historia en Detroit.