Capítulo 35 | Cumpleaños de Will. Parte 4

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Mis pies empezaron a caminar hacia las escaleras, pero antes una mano me tomó de la cintura haciéndome girar a él.

—Anne, ¿donde ibas?

Apolo, lo miré sin tener una excusa o algo así, ya que mi corazón latía demasiado rápido.

—Hmm y-yo —miré las escaleras y me pregunté si valía la pena ir. Era Thomas. THOMAS. —Solo iba a buscar algo en mi habitación.

Sonreí, Apolo me devolvió la sonrisa.

—¿Vamos? —cuestionó—. Carolina te estaba buscando.

Tragué grueso respirando profundo, iba a hablar pero me detuve en seco al verlos bajar las escaleras. No sé si sentí alivio o que pero la chica que antes estaba con Thomas venía tomada de la mano con otro chico. Y ellos tres venían sonriendo.

Aparté la vista de inmediato ya que me encontraba al inicio de las escaleras.

—Hmm si esta bien, vamos —le dije a Apolo, tomándolo de la mano y llevándolo hacia la sala. Y no me importaba si me había visto Thomas o no.

Al llegar a la sala se encontraban todos sentados en los enormes sofás, riendo y bebiendo. Encontré a Carolina platicando con Kayler y sonriendo.

—Anne, te puedo decir algo —me llamo la atención. Apolo iba vestido todo de negro, súper decente. Su cabello iba bien arreglado, a diferencia de Thomas que siempre lo llevaba desarreglado.

—Dime —lo miré atenta.

—Te he notado extraña últimamente, como más distante conmigo... ¿acaso ha ocurrido algo más mientras estábamos separados? —quiso saber.

Me quedé pensado: ¿había ocurrido algo más? Por supuesto que si, conocí a Thomas, reí, lloré y me enojé en ese tiempo, él me hacía sentir segura y tan vulnerable al mismo tiempo, tenía el poder de romper mi corazón en miles de pedazos y luego arreglarlo como si nada. Y eso me asustaba a veces.

—Apolo... —empecé diciendo, pero me detuve ya que no sabía que decirle, no quería lastimarlo aunque él lo haya hecho conmigo de primero, pero no había sido intencional ya que pensaba que éramos hermanos. —Yo...

Fui interrumpida por la voz de Carolina.

—¿Anne? Ven a ver esto —llego donde nosotros, pero al notar a Apolo se puso un poco seria—. Perdón, Apolo, pero la necesito.

—Está bien —le sonrió para luego dirigirse a mi—. Hablamos luego.

Le agradezco a Carolina de que me haya salvado de tener que explicarle a Apolo sobre mis sentimientos, sinceramente no estaba preparada.

—¿Ocurre algo? —me dirigí a ella.

—Si, vamos afuera —me tomó de la mano y me empezó a llevar por los pasillos, atravesando el salón principal donde estaba la mayoría. Carolina abrió la puerta, saliendo las dos a fuera. —Los acabó de sentir —dijo.

La miré extrañada.

—¿A quienes?

—A los lobos de hoy, creo que vienen para acá —explicó mirando el camino que llevaba a la entrada.

—¿Estas segura? ¿Y como es que lo sientes, tu olfato es de larga distancia o algo así? —la realidad de las cosas no tenía ni idea de cómo funcionaba eso.

Me dio una mirada de aburrimiento.

—Anne, no te lo puedo explicar porque ni yo lo sé —respondió—. Es decir, esto simplemente sucede. Como hoy, vi por primera vez a esos lobos así que sentí su olor y ahora lo estoy volviendo a sentir, pero más lejos... aunque ahora se siente demasiado cerca.

Escapándome del lobo ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora