CAPITULO SEIS PT 2

15 2 2
                                    

Por segunda vez en mi vida desperté con Shawn entre mis brazos. Lo abrazaba como si se tratase de una almohada. Mi pierna derecha estaba levemente entrelazada con las suyas y mi cara estaba en el hueco que hay entre su cuello y su hombro.
Abrí los ojos perezosamente sintiendo estos estar prácticamente pegados entre sí, he de tener unas lagañas horrorosas. Quito mi agarre de él y me levanto tratando de no hacer tanto ruido. Decido darle unos minutos más de descanso a mi amigo y me haceo y visto en el baño. Un vestido largo color negro y unas zapatillas flat era lo que traía. Acomodé mi cabello en una cola de pony suelta y me coloqué rimel. Tenía largas pestañas, por lo que sentí la rara necesidad de realzarlas.

Salgo del baño y me encuentro a Shawn aún dormido pero esta vez soltó un ronquido que provocó que soltara una risa. Fue un ronquido tan fuerte que hasta el mismo se levantó.
Bueno, me quitó la tarea.

-¿Ya es de día no? -dijo tallándose los ojos con la voz más grave de lo normal.

-Lo es.-dije aún sintiendo ganas de reírme de su horrible ronquido.-Roncaste como un león moribundo, que demonios.-dije y el rió.

-Lo siento...-dijo y escuché que se levantó de mi cama.-¿Me ayudas con la ropa?-preguntó y asentí dirijiendome hacia donde había acomodado su ropa ayer. Tomé unos pantalones vaqueros negros, una camisa azul y un hoddie del mismo color, más unos boxers.

-Iré a...-buscó su bastón blanco.-¿Donde está?-preguntó y se lo entregué.

-Te puedo ayudar a vestir, con toda tu ropa menos la interior.-dije y un color rojizo inundó su cara. Reí nerviosa.

-Ya vuelvo entonces.-dijo apresuradamente al entregarle la prenda mientras se dirijía al baño. Salió unos minutos después con solo aquella prenda cubriéndolo.

Shawn a pesar de su discapacidad no dejaba de ejercitarse. Por lo que mi mirada se perdió en su abdomen y biceps. Para solo tener diéciseis, tenía muy buen...metabolismo.
Reí mentalmente, y me pegué una cachetada ante mis pensamientos.

Ayudé a Shawn a colocarse el pantalón, la camisa y por último el hoodie. Forcejée un poco al hacer que su inmensa cabezota entre por la capucha del hoodie. Con risas lo logramos provocando que despeinara su cabello y este quede aplastado hacia adelante.
Reí sonoramente, parece que una vaca le hubiese lamido la cabeza.

-¿Me veo tan gracioso? ¡¿TAN GRACIOSO PARA QUE LLEVES UN MINUTO RIÉNDOTE DE LO MISMO?!-Shawn seguía mirándome o más bien escuchándome reir.
Tomé respiraciones pausadas y por fin me tranquilicé a lo que él contesto con un "Aleluya".
Pasé mi mano por su cabello suave y ondulado peinándolo hacia atrás, Shawn cerró delicadamente los ojos ante mi tacto y una sonrisa sin mostrar los dientes se asomó en su cara.

-Olivia...me encanta que me peines y que me llenes de amor, pero realmente siento que un dinosaurio está devorando mi estómago ahora mismo, necesito desayunar.-dijo y quité mi mano de su cabeza para luego tomar sus labios y apretarlos con mis dedos.

-Solo piensas en comer, Peter Raul.-dije sonando acusatoria mientras el abría lo ojos y quitaba mis dedos de su boca.

Oh, oh.

La realidad me acababa de golpear. Mis padres probablemente aún estén en casa y no tengo la menor idea de cómo sacar a Shawn de aquí. -Pasaremos por Starbucks en el camino. Ahora solo haz lo que te diga, mis padres aún están aquí. Tienes que ser muy silencioso, Shawn. Un ruido, y estamos fritos ¿Oiste?-lo amenacé y este asintió como militar. Le pasé su mochila y tomándo su mano salimos de la habitación.

Efectivamente al pasar por la pieza de mis padres la puerta estaba cerrada y con el cartel rojo. Eso significaba que no querían ser molestados.

Negué con la cabeza y con Shawn atrás de mí bajé las escaleras. Nana preparaba fresas con crema mientras leía algo en su teléfono.

-¡Buen día!-chillé bajito.- Ya nos vamos.

-Hola, buen día señora.-dijo Shawn sonriendo a Nana y esta lo saludó igualmente.

-Tengan.-Nana nos entregó dos fundas de despacho con un  contenido dentro. -Un sandwich para cada uno.-dijo mientras yo revisaba que había. Guardé los sandwiches en mi mochila y agradecí a Nana para después despedirme de ella y salir junto al castaño.

Al final de todo no había sido tan díficil. Y ahora que me pongo a pensar, que ridículo fue creer que a ellos siquiera les importaría si traía a un chico a la casa. No sabían nada sobre mí, ni les interesaba. Sorbí mi nariz, y me excusé con Shawn quién pensó que lloraba, cosa que no era así. Ya no iba a llorar más.

Seguimos el mismo camino de todos los días esta vez evitando cruzar cerca del callejón de Shawn, sería muy peligroso si pasaramos por ahí como si nada, su padre ha de estar furioso.

Al ya encontrarnos lejos de allí, se lo dejé saber a Shawn para que se tranquilice. Este soltó todo el aire que al parecer había estado conteniendo.

Miré la hora y faltaban veinte minutos para que sea la hora de ingreso, así que fuimos a Starbucks por unos cafés para acompañarlos con los sandwiches. Con Shawn detrás de mí en la fila lo sentí poner su barbilla sobre mi cabeza. Shawn era tan alto, que podía hacer eso. Pedí los cafés, y Shawn me tendió dinero para que los pague, lo tomé y pagué por los cafés, mientras veía como la chica se desconcentraba mirando a Shawn.
Alcé mis cejas con sorpresa y le arrebaté los cafés de la mano.-Hasta luego, buenos días.-dije y soné grosera  tomándo la mano de Shawn y saliendo de allí.

Probablemente él recibe miradas así todo los días, lástima que no lo sabe.

-Sonaste descortés hace un rato, ¿Algo te hizo enojar?-preguntó y lo miré analizandolo.

-Esa chica te comenzó a mirar descaradamente y...no sé que me pasó, solo...respondí así.-dije siendo sincera. Realmente no sé que demonios me pasó.

-Pues yo creo, que la gorda, está celosa.-se escuchó una voz atrás de nosotros provocando que voltearamos.

Lentes oscuros, cabello desordenado y rubio con un diminuto vestido amarillo chillón cubriéndola, Macie Byrnes, se acercó a nosotros mientras me examinaba con disgusto.

-Es claro por qué te sientes amenazada, cualquiera es mejor que tú. Y tranquila, no te sofoques, hay personas como tú que quieren a personas como tú, no puedes andar por el mundo con alguien que no está a tu nivel. ¿No es eso cierto Shawn?- dijo mirándolo y acercándose a él provocadoramente.- Si aún me pudieses ver, correrías a mis brazos y no estarías perdiendo la clase que tienes con ella. Solo piénsalo.-dijo susurrando en su oído lo suficientemente alto para que yo también lo escuche.

La odiaba, la odiaba como no tenían idea. Las ganas de arrancarle cada uno de sus rubios cabellos y destrozarle la cara no se me pasaban cada vez que la veía.

Se fue no sin antes besar los labios de Shawn, quién se quedó inmovil pero eventualmente lo correspondió...¡LO CORRESPONDIÓ!

Sin importar los cafés, los dejé en algún lugar de la calle mientras me alejaba de aquella escena. No quería saber nada de lo que pasó después.

Narra Shawn

-¿Y Olivia?-pregunté mientras sentía a mis labios hincharse y trataba de controlar mi respiración. Macie ya se había ido.

-Se fué, salió corriendo mientrás tú y la rubia se devoraban.-dijo y sabía que era el tal...Alec.

-Pero tranquilo, yo iré por ella.-dijo.-Ojalá se dé cuenta de que ciego o no ciego, no eres perfecto, Mendes. Ningún hombre lo es.-dijo y lo escuché salir corriendo. Busqué la pared más cercana y apoyé mi cabeza en ella tratando de no llorar por saber que no puedo perseguirla, y hablar con ella sin chocar con la gente.

Pero es que oh no, lo arruiné todo. No quería perderla, ¡NO DEBÍ BESAR A MACIE! ¿¡QUÉ SE ME ESTABA CRUZANDO POR LA CABEZA?! ¡SOY UN ESTÚPIDO! ¿DESPUÉS DE QUE ELLA HABLÓ TODA ESA BASURA SOBRE ELLA?

Olivia, me está odiando ahora mismo. Y eso es mi culpa.

You Saved Me/Shawn MendesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora