CAPITULO SIETE

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Narra Olivia

Corría y corría, acelerando mis pasos cada vez que veía a una de las chicas que me rebasaba corriendo más rápido.

Mi respiración estaba agitada y mi cara probablemente estaba roja por el ejercicio que me encontraba haciendo. Me comencé a desesperar cuando todas ya habían terminado las tres vueltas al terreno que el instructor había pedido y yo aún iba por la segunda. Las miradas de todos estaban en mí, viéndome moverme "velozmente".

Tierra, ¿Por qué mejor no me tragas ahora mismo?

Viendo avergonzada a la butaca con todos los chicos de la clase me encontré a Alec mirando hacia mí. Abrí los ojos de golpe y viré la cara para ahora correr un poco más rápido. El color en mi cara se aumentó en un ciento cincuenta porciento.

Cuando al fin llegué, la clase ya se había acabado. Tomé mi toalla y sequé mi cara con frustración. Al quitar la toalla un Alec sonriente estaba frente a mí. -¿Haz visto a Mendes por algún lugar?-preguntó y negué recordando la escena asquerosa de sus labios con los de Macie. Sus lindos y rosados labios siendo corrompidos por esa bruja.

-No, gracias a Dios.-solté tratando de borrar esa escena de mi mente.-¿Y tú?

-No desde lo que pasó en la mañana.-dijo y asentí para luego tomar mis cosas pensando que nuestra pequeña charla había terminado ahí.

-Olivia...-me llamó.-¿Quisieras ir a una fiesta hoy en la noche?-preguntó y mi respiración se cortó.

-¿F-fiesta?

Asintió.

No puedo dejar solo a Shawn en mi casa, por más que no quiero verlo por el momento.

-Te lo agradezco mucho Alec, pero hoy no puedo...-busqué una buena excusa que haga que su intimidante mirada cese.-Tengo una cena con mis padres y no puedo faltar.-dije y sus ojos verdes se entrecerraron. -Gracias por tu apoyo hoy en la mañana, significó mucho para mí.-dije  mientras una tímida sonrisa se asomaba en mi rostro. El asintió y se despidió de mí depósitando un beso en mi mejilla.

Wow, eso si me tomó por sorpresa.

Después de un largo último periodo lleno de números y ecuaciones, al fin fuí libre de largarme. En toda la clase miraba a Shawn fulminantemente, lo miraba con los ojos entrecerrados queriendo negarme a mi misma de que lo que pasó en la mañana realmente no pasó.

Él ni se inmutaba, toda la clase pasó con las gafas puestas y cabizbajo. Veía a su pelo ondulado caer sobre su frente una y otra vez, y a su gigante mano pasar por su cabello múltiples veces acomodándolo.

Cuando el timbre sonó tuve un debate mental acerca de dejarlo aquí e irme sola como siempre lo hacia, o si ir y llevarlo conmigo. Volteé a mirarlo desde el umbral de la puerta y el guardaba sus bolígrafos y cuadernos en su mochila. Se veía tan...tranquilo, como si lo que pasó no hubiese significado nada, o como si no le interesara.

Alec iba saliendo y me hice un lado para que pase por la puerta. Me dedicó una sonrisa y me sonrojé. Dejando aparte mis sentimientos por él, miré a Shawn de nuevo, parecía que iba en cámara lenta.

Al diablo.

-¿Oliv...?-tomé su mano y jalé de él para que se apurara. Él tomó rápidamente su mochila y salimos de ahí.
Tan pronto como estuvimos en la calle lo solté y el camino a mi casa fue silencioso. Ninguno de los dos decía nada, solo se escuchaba a nuestros zapatos dar pisadas fuertes y aceleradas.

Al pasar por la casa de Shawn, ví que el auto de su padre no estaba aparcado afuera como de costumbre.

Cuando llegamos a casa Nana nos recibió y en un susurro me dijo que mis padres estaban en casa, que debía ser cautelosa. Simplemente asentí y ayudé a Shawn a subir las escaleras para después empujarlo despacio dentro de mi habitación.

-Olivia yo...-Shawn se sentó en mi cama y tomó su cabeza entre sus manos enredando sus dedos en su cabello.-No te puedo mentir dándote falsas excusas.-dijo y por segunda vez no sé como hizo para atrapar mi mirada. -No sé que me pasó, solo lo hice, fue un impulso. Lo siento, ni siquiera debí permitir que la siguieras escuchando decir toda esa basura sobre tí.-lo miré expectante y me senté a su lado. -No volverá a pasar, nunca más.

Oh, de eso estaba segurísima.

Macie no tocaría a Shawn de nuevo, no sin que yo le haya destrozado la cara a arañazos primero.

Sonreí, él realmente estaba arrepentido, lo que hizo que mi enojo se desvaneciera en cuestión de segundos. Es increíble el efecto que él  tiene sobre mí.

-¿Me perdonas?- preguntó

-Solo abrázame.-le dije y el sonrió de lado para luego envolverme contra él atrayéndome para quedar a horcajadas sobre él.

"Oh no, Shawn se va  a quejar de lo pesada que soy"-pensé.

Sus manos se movían de arriba hacia abajo en mi espalda y mis brazos estaban alrededor de su cuello. Me separé al sentir sus labios en mi mejilla, muy cerca de mi oido.
Mi piel se erizó al oír su respiración en tan sensible zona. Débil, por el torbellino de hormonas que se acababan de alborotar, coloqué mis pies en el suelo y me levanté. -Yo, debo cambiarme, volveré en un segundo para ayudarte a vestirte.-dije tomando realmente cualquier cosa de mi armario  para después meterme al baño respirando pesadamente. El cosquilleo que sentía en todo mi cuerpo no desaparecía.
Luego de asearme, finalmente salí del baño.
Shawn estaba sentado en mi cama con su cara reposando sobre su puño, adoptando una posición aburrida. Tal vez a propósito me demoré más tiempo del que realmente me tomo.

-Creí que el baño te había tragado.-dijo divertido cuando escuchó que cerré la puerta. Tomando unos calentadores y una sudadera blanca me aproximé a él para luego pedirle que se levante. Tomé el borde de su camisa y lo fuí subiendo para lograr quitársela, un sin número de  cosas que no debía pensar cruzaron mi mente y las espanté con rápidez, que verguenza. Le ayudé a ponerse la sudadera y el pantalón. Cabe recalcar que en la última prenda fuí muy rápida, era demasiado vergonzoso.

-Olivia, ¿Te puedo decir algo?-preguntó  y sentía como quería reír.-Me encanta que me vistas pero no sé porque lo haces.-dijo y una risita salió de su boca.- Te dije que necesitaba ayuda escojiendo ropa, no vistiéndome.-dijo y mis mejillas se acaloraron. Me dí millones de palmadas en la frente al escucharlo decir eso.

-Lo siento...-dije avergonzada.-Supongo  que te malinterpreté.

¿Por qué la vida me odiaba tanto? ¿¡Por qué?!

Shawn ya estaba recostado en la cama y lo iba a imitar hasta que alguien tocó mi puerta. Me acerqué y abrí la puerta pensando que era Nana que me venía a dejar snacks. Mis ojos se abrieron de par en par y solté un respingo de sorpresa. -¿Así que duermen juntos? ¿A esto le llamas cena familiar, Olivia?

Jsbzksnssisixnsikssjneajdsisnsid ese es mi comentario, that's it...that's the tea.

~Mendeswriterrrr🌹












You Saved Me/Shawn MendesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora