Criando A Un Demonio ;; Jimsu

18

— ¿Dónde esta Min Yoongi, Park? — Repitió su pregunta nuevamente Hoseok.

Jimin ya estaba muy cansado, lo habían encerrado en un cuarto donde no había más que una silla y una pequeña ventana que pasaba un rayó de luz mínimo.

— No lo sé, no mentí en lo que dije, él está aquí. — Nuevamente dijo lo mismo, no había cambiado su discurso.

Por segundos quería delatar a Yoongi pero no podía ni tenía como hacerlo tampoco.

— Esta bien, entonces, te quedarás aquí. — Le dio la espalda y se retiró del lugar. Se pudo escuchar como cerraban la puerta con llave.

Jimin miró sus manos que estaban algo lastimadas por el agarre de los soldados por la fuerza que le ejercieron.

— Todo es tu culpa.. — Susurró, estaba claro de quién era la culpa para Jimin pero, en parte no quería culparlo, él aceptó ir allí por propia voluntad.

— Oh, cachorro, te descubrieron. — A Jimin se le erizó la piel al escuchar la voz de Yoongi, sin dudar, se dio la vuelta y miró hacía la ventana.

El pequeño y lindo gatito se encontraba allí, mirándolo como si hubiera hecho algo malo.

— No te preocupes, no te delaté.

— ¿Mmm? — Se escuchó un pequeño ronroneo. Bajando de la pequela ventana y acercándose a donde Jimin se encontraba sentado.

— ¿Qué? — Miró al gatito que se frotaba en su pierna dejando algunos rastros de pelo perdido.

— Me gustaría.. — Se fue transformando poco a poco en humano hasta sentarse en el regazo de Jimin. —. Me encantaría, mucho, muy fuerte que hagas algo por mí y podría recompensarte muy bien.

— ¿Recompensar? Ah, ¿qué quieres ahora? Dudo que pueda hacer mucho sí, ¿no crees? Estoy encerrado y no me sacarán. — Yoongi sonrió.

Esa sonrisa tan bonita que hacía que Jimin se derritiera pensando en lo adorable y hermoso que era, eso fue suficiente para él.

— Se una forma — Le susurró en su oído. —, solo di que eres mi amante. — Volvió a sonreír a escasos centímetros de sus labios.