Criando A Un Demonio ;; Jimsu

11 [Editado]

— ¿Y bien? — Volvió a hablar atrayendo la atención de Jimin.

Park estaba muy ido por todo, desde el físico de los demonios, hasta por su comportamiento pero, ellos eran demonios y estaba claro que buscaban engañar a los ojos ajenos. No quería equivocarse en los más mínimo en nada de lo que dijera, no quería estar muerto a la mínima de decir algo mal.

— Min Yoongi.. — Susurró y eso llamó la atención de Kim. —. Él está en el reino. — Los ojos de Kim se iluminaron al escuchar eso. Parecía como un niño pequeño que había recibido un hermoso regalo en Navidad.

No era del todo mentira pero, no sabía en que parte y si lo supiera, no se los diría, Jimin tenía que estar en ese lugar hasta que nuevas ordenes de Yoongi vinieran.

— ¿En que parte? — Preguntó algo entusiasmado.

— No lo sé, solo sé que llegó aquí hoy o quizás ayer, ya no recuerdo. — Tragó saliva. Jimin no era muy consciente del tiempo en el infierno.

Algo le dio escalofríos, un leve aire frío pasó por toda su nuca y espalda hasta que sintió la mano de Hoseok en su hombro.

— Hobi, ya puedes llevártelo. — Taehyung sonrió de lado.

Hobi, junto con otros dos soldados, agarraron a Jimin de ambos brazos y lo empezaron a arrastrar para sacarlo de allí.

Jimin comenzó a gritar, obviamente sin éxito alguno de que le prestarán atención.
Luego de tanto grito, se calló y observó a Hoseok, quién hablaba con otros soldados.

— ¿Dónde esta Min Yoongi, Park? — Repitió su pregunta nuevamente Hoseok.

Jimin ya estaba muy cansado, lo habían encerrado en un cuarto donde no había más que una silla y una pequeña ventana que pasaba un rayó de luz mínimo.

— No lo sé, no mentí en lo que dije, él está aquí. — Nuevamente dijo lo mismo, no había cambiado su discurso.

Por segundos quería delatar a Yoongi pero no podía ni tenía como hacerlo tampoco.

— Esta bien, entonces, te quedarás aquí. — Le dio la espalda y se retiró del lugar. Se pudo escuchar como cerraban la puerta con llave.

Jimin miró sus manos y brazos estaban algo lastimadas por el agarre de los soldados por la fuerza que le ejercieron. Tenía pequeñas marcas rojas que probablemente luego serían moretones.

— Todo es tu culpa.. — Susurró, estaba claro de quién era la culpa para Jimin pero, en parte no quería culparlo, él aceptó ir allí por propia voluntad.

— Oh, cachorro, te descubrieron. — A Jimin se le erizó la piel al escuchar la voz de Yoongi, sin dudar, se dio la vuelta y miró hacía la ventana.

El pequeño y lindo gatito se encontraba allí, mirándolo como si hubiera hecho algo malo.

— No te preocupes, no te delaté. — Anunció mientras se acomodaba en el duro asiento.

— ¿Mmm? — Se escuchó un pequeño ronroneo. Bajando de la pequeña ventana y se acercó a donde Jimin se encontraba sentado.

— ¿Qué? — Miró al gatito que se frotaba en su pierna dejando algunos rastros de pelo blanco.

— Me gustaría.. — Se fue transformándose poco a poco en humano hasta sentarse en el regazo de Jimin. —. Me encantaría, mucho, muy fuerte que hagas algo por mí y podría recompensarte muy bien.

— ¿Recompensar? Ah, ¿qué quieres ahora? Dudo que pueda hacer mucho sí, ¿no crees? Estoy encerrado y no me sacarán. — Yoongi sonrió. Estaba muy seguro de que podría hacerlo.