Capítulo 2

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Otro mes ha pasado y estábamos a solo una semana del comeback, todos estábamos trabajando arduamente en la coreografía de nuestra canción. Ya eran las dos de la madrugada, así que decidimos dejar el ensayo hasta allí y continuar el día de mañana. Decidí no volver al departamento con los demás, ya que no quería estar solo en aquella habitación que no deja de recordar aquel día en la que una parte de mí murió.

Me quedé en la sala de práctica, escuchando música mientras revisaba las redes sociales. No había subido una foto de mí hace más de dos meses y las fans se encargaban de recordármelo, pidiendo que subiera, aunque sea, una foto. Ese día Jimin sí había subido una selca, en donde salía sonriendo y haciendo un corazón con sus dedos. No pude evitar descargar la foto.

Acaricié la pantalla del teléfono como si realmente pudiera acariciarlo a él. Pase mis dedos por sus labios, sintiendo nuevamente mis ojos llenarse de lágrimas, no pensé que aquella vez sería la última oportunidad de probar sus besos.

― ¿Por qué? ¿Por qué me hiciste esto? ― susurro, con un nudo en mi garganta. ― A mí, a quien te ha amado durante tanto tiempo. ― llevo las manos a mi rostro, nuevamente dejándome llevar por mis sentimientos.

De pronto, siento pasos en afuera de la puerta, por lo que limpio mis lágrimas y le bajo el volumen a la música. Segundos después escucho la risa de Jimin, tan alegre y ruidosa como siempre. Mi corazón comienza a latir con rapidez dentro de mi pecho, provocando que entre en pánico, ya que no quiero que ingrese a la sala de ensayos y me encuentre con los ojos hinchados.

Me levanto del suelo, donde estaba sentando, y muerdo mi labio con fuerza cuando escucho a Jimin acercarse. Al parecer está hablando con alguien por teléfono.

― No, hyung, esta semana no podremos vernos ― lo escucho decir, con aquella melodiosa voz. ― Estamos ensayando para el comeback y aún hay muchas cosas que preparar.

Trago saliva y me acerco a la puerta en silencio, intentando escuchar mejor. Sé que no debería hacerlo, después de todo, la curiosidad mató al gato.

― Lo sé, también te extraño ― dice, riendo, pero luego bufa. ― Sabes que no debes preocuparte por él, te dije que ahora llevábamos una relación meramente laboral. ― murmura lo suficientemente alto para que escuche y me vuelvan a caer lágrimas. No puede ser lo que estoy pensando que es. ― Jungkook es un buen chico, pero las cosas iban muy rápido y no estoy preparado para ello. Él tampoco lo está, es prácticamente un niño.

Abro la boca sin poder creer lo que estoy escuchando. No, Jimin, por favor, no.

― Sabes que no te estoy usando para olvidarlo, ¿verdad? ― dice Jimin, suspirando. ― Él es parte de mi pasado amoroso, tú eres el actual. Te quiero a ti, hyung, y a nadie más.

En ese momento Jimin abre la puerta de la sala de práctica, encontrándome inmóvil a unos pasos de ella. Él abre la boca y deja caer el celular susurrado un "Jungkook", completamente agitado.

― Jungkook, no es lo que piensas ― dice, con las manos temblando. Suelto una risita cínica y niego con la cabeza.

― ¿Y qué mierda crees que es lo que estoy pensando? Porque creo que es obvio, es decir, es tu actual amor ¿no? Mientras yo me torturo viendo fotos de nosotros juntos, tú ya tienes una nueva pareja, con quien reír y sentirte acompañado ― digo, sin dejar de llorar. ― ¿Tan poco importante fue lo nuestro para ti como para que te consiguieras a otro imbécil tan rápido? ¿Realmente me amaste siquiera? Eres un jodido mentiroso ― gruño.

Segundos después siento su palma estrellarse contra mi mejilla, sumiendo a la sala en un intenso e incómodo silencio. Jimin nunca, jamás, me había pegado, él ni siquiera me levantaba la voz.

Trago saliva, sintiendo el calor de mi cuerpo subir y mis piernas temblar. El dolor era muy grande, prácticamente indescriptible. Un repentino mareo me hizo dar un paso hacia atrás y llevarme la mano a mi mejilla golpeada.

― No, Jungkook, perdón ― dice Jimin, acercándose, pero no lo dejo retrocediendo lo más que puedo. ― No sé por qué lo hice, perdón, Kookie. ― dice él, con su voz quebrada. ― ¿Estás bien, pequeño? ― pregunta, como cuando antes me hacia una herida y me consolaba.

― Las personas que tienen una relación meramente laboral no se preocupan por el otro. ― digo automáticamente, como un robot, luchando con mis piernas gelatinosas para poder salir de allí. Jimin me llama, pero paso por su lado, ignorándolo. Tomo mi mochila y me detengo en la puerta. ― Quizás ni siquiera quieras tener esa relación conmigo, al menos pareciera que a tu pareja no le agrada que sigas comunicándote conmigo ― me doy vuelta y le sonrió, sin dejar de llorar. ― Espero que seas jodidamente feliz.

Tiro del collar de mi cuello, el cual tiene un anillo de pareja que nos habíamos regalado, y se lo lanzo. Me había aferrado a ese símbolo con una pequeña esperanza, la cual acaba de desaparecer por completo.

― Jungkook ― susurra, pero antes de que pueda continuar, me doy media vuelta y salgo de la sala de ensayo corriendo a otro piso del edificio.

Mi celular comienza a sonar de inmediato debido a una llamada de Jimin, pero cuelgo y me encierro en uno de los baños privados del último piso. Me siento en el suelo, apoyando la espalda en la puerta. 

No sabía que dolería de esta manera (Jikookmin) (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora