Una Respuesta

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La luz del sol le lastimó más que de costumbre, tuvo que parpadear varias veces para acostumbrarse a ella.Tina no era de esas personas que no le gustaban levantarse temprano y con efusividad, al contrario. Pero ese día no. Se sentía pésima, su nariz estaba horriblemente roja y congestionada, además de que le ardía la garganta.Tal y como le había pasado cuando 'jugó' en la lluvia aquella vez que estaba enojada.Sólo recordaba haber dormido con la ventana abierta, así que culpó a la ventana de su gripe.No se cambió la pijama por que tenía frío, lo cual era muy raro por que hacía sol. No era un día particularmente frío.Ellos parecían estar hablando por lo bajo, pero tan pronto como la vieron se callaron.

-¡Buenos días, Tina!-como de costumbre, Thoren alargó la "a" con efusividad. Aunque parecía ser mucha más que de costumbre.

-Buenos días, Teenie-la rubia le sonrió mostrando sus hoyuelos.

-¿Qué tienen de buenos?-les espetó. La gripe, el cuerpo cortado y la nariz congestionada la estaban matando.

Ambos intercambiaron miradas y se encogieron de hombros.

-Ni idea-dijeron al unísono.

-Hoy cocino yo-se ofreció Thoren.

-Pero si no te...

-Déjalo.

-Bueno-se encogió de hombros Tina.

Thoren sonrió y aún con su pijama (que era de dragones y daba la impresión de que era un bebé grande) fue a la cocina. Tina no pasó por alto que caminaba como bailarina de ballet, parecía demasiado feliz, así que miró a su hermana pidiendo una respuesta.

-Solamente está feliz.

-Él siempre está feliz...-alzó una ceja,¿estába tarareando una canción mientras cocinaba?-pero esto es demasiado.

-No, lo que pasa aquí es que te volviste más amargada que antes-Queenie rió-, por eso te parece que Thoren es más alegre que antes.

-Eres tan graciosa, hermanita-sonrió con sarcasmo.

Queenie esbozó una sonrisita de suficiencia, se cruzó de piernas y comenzó a hojear una revista.Tina le miró extrañada pero no le dijo nada, de hecho no hizo falta, su hermana le dijo que dejara de pensar en esas cosas,que simplemente estaban muy felices por que Thoren vivía ahí. Pero Tina no se tragaba ese cuento, ahí había gato encerrado.Esos dos tenían que traerse algo entre manos, aparte de hoy, hubo veces en las que cuchicheaban mucho y se callaban en cuanto ella aparecía.Además, ella era auror y no era tan fácil engañarla.Esperó el desayuno mientras estaba desparramada en el sillón como una niña pequeña.Su nariz percibió un peculiar olor a quemado, el cuál debía ser mucho por que su nariz estaba congestionada.Alarmada, fue a ver a Thoren,quien solo sonreía.

-¿Y ahora qué pasa?

-Tal vez la comida se quemó un poco...solo un poco-
su sonrisa se torció y a Tina le recordó tanto a Newt.

-¿Es en serio?-la auror volteó a ver a su hermana, quien había ido a revisar la comida que realmente no se podía saber que era por lo quemada que estaba.

-¡Me acabo de dar cuenta de que puedo dormir con los ojos cerrados!

-Idio...-estornudó.

-Te oyes fatal-Queenie parecía darse cuenta por fin de que parecía aquel reno no maj llamado Rodolfo de tan roja que estaba su nariz.

-Si, lo sé-se sonó la nariz con una servilleta.

-Será mejor que no vayas a trabajar hoy. También tienes los ojos rojos.

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⏰ Última actualización: Apr 26, 2019 ⏰

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Cartas a través de la distancia ~Newtina~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora