Sin Alarma

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"El reto está en despertar al otro sin ayuda de nada más que de tu cuerpo. La forma la decides tú."

Termina de leer el primer reto de aquella maravillosa página que había encontrado desde su celular, y sus manos se ponen un poco sudorosas. Era una suerte que ese día se había levantado a las 4:30 de la mañana en ese miércoles, una hora y media antes de que la alarma de Karamatsu sonara para irse a trabajar.

Bosteza, aún tenía la incómoda necesidad de dormir, pero se estira un poco y se pone manos a la obra. Apaga el celular de Karamatsu y lo avienta en una mesita que tenían al lado de la cama que compartían. El bulto que hacía el cuerpo del mayor se removió un poco, y el menor sudó frío al pensar que el otro se habría levantado; por suerte no fue así. Se mordió los labios, ¿Cómo despertaría a su pareja...? Con un masaje estaría bien... O con una oral...

Primero que nada se subió en el cuerpo del otro, y acercó sus labios a los del que aún dormía, da un beso algo candente mientras mueve su cadera sobre lo que es el pelvis ajeno. Primero quería excitar su cuerpo, aunque sería más difícil ya que estaba dormido.
Era una sensación agradable, sucia, pero no suficiente. Se quitó de encima y se metió por debajo de la sábana, acomodándose entre las piernas de su amante, y acariciándole con lentitud la cara interna de sus muslos y de vez en cuando enima de su virilidad.

Comenzaba a hacer calor bajo la suave tela, y se comenzaba a sobresalir un pequeño bulto. Agradecía por primera vez en su vida que su pareja tuviese el sueño pesado, porque iba a tener mucho tiempo para endurecer al otro, y de jugar con su cuerpo.

Dio un gentil beso por encima de la pijama, comenzando a lamer ese bulto que permanecía en crecimiento. Chupaba la tela y la iba mordiendo, jalándola de una manera muy tranquila hacia abajo, dejando poco a poco a la vista la ropa interior.

Cuando ya se había deshecho del pantalón, comenzó a hacer lo mismo con la ropa interior, sintiendo cada vez más el sabor del líquido preseminal. Algo desesperado bajó de un tirón la ropa interior y fue cuando Karamatsu se levantó.

Primero se quedó algo desconcertado, después cayó en cuenta y levantó la sábana, encontrándose con un Ichimatsu gatuno lamiéndole el pene, sus mejillas se ponen al rojo vivo, y casi de le sangra la nariz.

-¿Q-Qué horas es...? Y... ¿Qué haces? -se contiene demasiado, no iba a terminar follando la boca de Ichimatsu...

-Son las 4 y media, y ¿Qué parece que hago? -se toma una breve pausa de hacerle esa oral para decirle aquello, continua masturbando el pene de Karamatsu con una mano igual-. ¿No te dan ganas de hacer algo? -y vuelve a comer de su pene, chupándole y haciendo ruidos sucios con la boca. Agarró las caderas de Karamatsu y las jalaba hacia arriba, invitándole a que embistiera su garganta.

Karamatsu traga saliva, juega con el cuello de su pijama y después empieza a dejarse llevar, moviendo sus caderas un poco y soltando unos cuantos gemidos. Sumado a que se acababa de levantar, su cuerpo tardaba un poco en responder a sus órdenes, por lo tanto se movía por pura inercia.

Poco tiempo después se corrió, llenando la boca de Ichi. Vio como algo de su semen se salió de las comisuras de sus labios, dándole una vista algo caliente.
Después de un breve ahogo, Ichimatsu por fin pudo tragar todo el líquido, y se incorporó con una sonrisa, bajando su pantalón y ropa interior por completo, y subiéndose encima de Karamatsu.

El rostro de Karamatsu sólo demostraba excitación, pura excitación. Sostuvo de las caderas al otro y lo acomodó para que su gran pene fuera entrando en su linda entrada, aunque ni siquiera había tenido preparación.

-Ichimatsu, espero ngh no lastimarte -le dice, metiendose en él un poco más.

Él niega con la cabeza, dándole a entender que estaría bien y que no importaba si lo lastimaba. Por fin entró todo en él y empezó a dar brinquitos, soltando varios gemidos audibles y sintiendo como su pene daba también botes, brindándole una espectacular vista a Karamatsu.

Un rato después ambos estaban al borde de un orgasmo, soltando gemidos que seguramente se escucharían hasta afuera, pero eso no les importaba mientras se sumergía en su propio amor.

Ambos se corren, sintiéndose en éxtasis, Ichimatsu siendo completamente lleno y Karamatsu mordiéndole el cuello.

Karamatsu hubiera continuado, pero ya era hora para que empezara a alistarse, e Ichimatsu aceptó eso. Fue a hacerle algo de desayunar y para que llevara al trabajo, él mientras tomaba una ducha.

Karamatsu tenía que vengarse de eso, era lo que pensaba. En todo el día sabría que no podría dejar de pensar en Ichimatsu, porque había sido demasiado caliente, pero así no podría trabajar...

Maldito y sensual Ichimatsu.

No More Routine [+18] (Cancelada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora