[WISH TREE] chuuves

17 de Diciembre

8 días para navidad

Sooyoung se levantó con las ojeras de haber llorado durante toda la noche anterior. Su cara seguía algo hinchada, por lo que se lavó varias veces y se maquillo antes de salir de su casa.

Para despejarse de los malos recuerdos del día anterior, decidió que lo mejor sería alegrarse pensando en otras cosas. Era por esto que iba a comprar desde ya las cosas para la cena del 24.

Se había puesto de acuerdo con Jiwoo en que celebraría en casa de la pelirroja. La misma dijo que sería más divertido celebrar en un lugar decorado, y Sooyoung estuvo de acuerdo. Ni loca se ponía a comprar decoraciones costosas y a preparar toda la casa solo para un día.

Pensaban comer muchísimo ese día. Iban a tratar de hacer galletas navideñas la mañana del 24 y también cada uno llevaría postres para comer luego de la cena. Jiwoo dijo que se encargaría de la misma, ya que Sooyoung no conocía muchas recetas para ocasiones importantes, solo sabía cocinar comidas normales.

Compro lo necesario en el supermercado y pensó que ahora necesitaría darle un regalo a Jiwoo ese día. No se le ocurrió nada, así que lo dejo para más tarde. Esperaba no olvidarlo y tener que salir a comprar algo la madrugada del 24.

A la salida del supermercado una chica le entregó un folleto sobre un evento. Era una fiesta anual navideña para jóvenes que se haría el 23 (ya que el 24 la gran parte estaría con sus familias). Sooyoung sabía de esta fiesta por años anteriores, donde había ido con una amiga. Había sido buena, aunque no pensaba ir este año ya que todas sus amigas estaban de vacaciones y no quería ir sola.

Recordó que ahora tampoco estaba tan sola, puesto a que podía invitar a Jiwoo.

Volvió a su casa y dejo las cosas en su lugar, para luego sentarse frente a la ventana a comer un pan dulce que compró mientras escuchaba música y pensaba.

Pensaba muchas cosas, en lo sucedido el día anterior, en el 24, en Jiwoo y como había comenzado a pegarle cariño, en lo rápido que acabó en año y demás. Veía a la gente pasar, y vio varias parejas felices también.

Jiwoo le había indicado la dirección de su casa cuando se pusieron de acuerdo en pasar las fiestas ahí, y quedaba solo a unas cuadras. Entonces, mientras terminaba el último trozo de pan dulce, se decidió a visitarla esa tarde, verla un rato y de pasó contarle de la fiesta.

...

Llegó al edificio y tocó el botón del piso de jiwoo esperando a que conteste.

—¿Hola?

Jiwoo no se esperaba visitas aquella tarde y no tenía nadie en Seul que pudiera visitarla, o eso creía. Nunca esperaría una visita espontanea de Sooyoung.

—Hola Jiwoo, soy Sooyoung.

Jiwoo se emocionó, tocó el botón para abrir la puerta y Sooyoung pudo pasar al edificio y subir hasta su departamento. Al entrar se sorprendió.

El lugar era como una juguetería de nueva york en nochebuena. Parecía que hasta el ventilador tenía decoraciones. Sin embargo todo eso a Sooyoung le causó un poco de ternura.

Decidieron sentarse a merendar, y Jiwoo insistió en que miren películas del especial navideño que estaban dando en la tv. Sooyoung nunca había visto la mayoría de las películas, principalmente porque no le llamaban la atención. Tenía que admitir que no eran tan malas.

—¿Sabes? En Seúl todos los años suelen hacer una fiesta para jóvenes estilo navideña. No es una fiesta como tal, es bastante tranquila. Es en un hotel grande, dan comida y la gente se sienta como en un restaurante, hay un pista de baile y a veces dan shows y cosas así. ¿te gustaría ir? Fui el año anterior y la entrada no era muy costosa.

Jiwoo, quien hace unos segundos estaba apunto de llorar por la película, se encontraba ahora con un remolino de emociones. ¡Sooyoung la estaba invitando a una fiesta!, ¡Una fiesta navideña!

—Si, me encantaría —le respondió sonriendole. Esperaba que le alcance el dinero, ya había gastado mucho en decoración.

Terminaron de ver la película y Sooyoung se fue, ya que estaba oscuro y comenzaba a nevar. Sería peligroso irse más tarde.

Una vez Jiwoo la saludo desde su ventana y vio como Sooyoung a lo lejos llegaba a una calle segura, corrió al teléfono.

—¿Hola?, ¿mamá?

La mujer contestó feliz de que su hija la llame. Aunque le extrañó porque ya la había contactado en la mañana.

—Te quería pedir, si me podrías mandar un poco más de dinero. Surgieron unas cosas, ¡Pero sabes que que te lo compensaré cuando entre en la universidad!