10 de diciembre de 2018
Ha pasado casi un año desde la ultima vez que hablamos, para ser exactos 9 meses y algunos días... me sorprende ya no tener todo contabilizado.
He cambiado, sé que tú también lo has echo. Espero que haya sido para bien.
A veces cuando despierto pienso en ti, ya no te pienso todos los días como antes, pero cuando pasa me pregunto si hice algo mal o tal vez el que cometió el error fuiste tú.
Hace 3 días hablé de ti con un amigo, acepté que me enamoré de ti y que lo que más dolía no era tu partida, era la duda que hasta el día de hoy me da vueltas por la cabeza :¿Qué caray fui para ti?
Y aún que intento entender, no puedo, aún no sé definir qué fuimos y empiezo a creer que nunca fuimos.
Tengo tantas dudas en la cabeza, tengo tantas ganas de hablarte y poder preguntarte todo; sacarme esta espinita del corazón que me inca cada que te recuerdo, que me duele y aún no deja que esta herida se sabe por completo. Tengo tantas dudas y ninguna respuesta.
Espero, pronto, poder solucionarlo. Está en mis planes dejarte ir de una vez y para siempre.
Y aunque definitivamente tendré un recuerdo tuyo en una esquinita de mi corazón, he decidido que es momento de salvarme, porque ya entendí que tú no lo harás.
Gracias por tanta inspiración, por tantos sentimientos nuevos, por cada sonrisa que grabaste en mis recuerdos; pero es todo, poco a poco te irás desvaneciendo, en cada palabra nueva se irán quedando tus rastros y así de a poquitos te perderás en el camino.