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ーA ver, mocosos. Ya va a ser Navidad, y si no los ayudo a poner el árbol, Deku no me dará... mi regalo.

Bakugo cerró (azotó) la puerta tras de sí, entrando a su hogar y el de los dos mocosos que cuidaban sin una razón en particular.

Escuchó la inocente risa de Eri y la malvada de Kota desde el interior de la sala, y eso no era un buen presagio.

ーSi volvieron a romper algo los dejaré debajo de un puente.

Amenazó entrando a la sala, preparándose para cualquier cosa.

O bueno, casi cualquier cosa.

No esperaba ver a su novio sentado a mitad de la sala, con el cabello lleno de adornos en el cabello.

Este le miró nervioso, enviando su mirada de «ayúdame».

Bakugo se dió la vuelta y salió de su hogar.

Nop, ese no era problema suyo.



——————*———————

Ésto debió haber salido desde antes, pero mi inspiración se fue a la mierda.

Hagan cómo que salió hace una semana y ya.

Este capítulo cuenta como especial, pero como soy un dios generoso¿ voy a subir otro

¿O tal vez debería comenzar a convivir con mi "familia?

.
.
.

Nah

[Escrito a la 1:31 AM. Bueno, al menos mi insomnio sirve de algo.]

Weas gaysDonde viven las historias. Descúbrelo ahora