Sasuke ha viajado por el mundo para redimir sus pecados. Él estuvo sólo durante mucho tiempo hasta que Sakura se decide a acompañarlo, sin darle opción a negarse. Un nuevo capítulo en la historia de Sasuke Uchiha, augura nuevas aventuras y felicidad...
Su hija era la bebita más hermosa en el mundo, seguro que todas las madres piensan los mismo pero en su caso era la pura verdad. Sarada Uchiha, de piel pálida, labios rosa y mejillas sonrojadas es toda una aparición para los ojos, además de esos ojitos negros preciosos.
-Eres igual a tu padre, mi pequeña.- le susurró, Sakura, a su hija. Ambas estaban echadas en la cama. La señora Uchiha sostenía a su bebé en brazos mientras se deshacía en mimos. Ella levantó la vista cuando los pasos conocidos resonaron cerca, su esposo hizo su entrada y se les quedó viendo con una sonrisa. Ahora sonríe más que antes, observó con felicidad Sakura.
-¿Todo está bien?
-Sasuke-kum, todo bien. Ven, siéntate.
Él se acercó a la cama, luego tomó asiento junto a su esposa. Ella le colocó con cuidado a la bebé en su brazo. La pequeña se acomodó con confianza contra el pecho de su padre y bostezo, formando una o con sus labios.
-Ahh Sarada se siente segura en el regazo de su papá.
-Sakura creo que ya se durmió...
-Pues deberíamos aprovechar.
-Sí, hay que dormir un poco.
Sakura lo ayudó a rescostarse en la cama, colocó a su hija en medio y después ella se acomodó junto a ellos y se quedaron dormidos de inmediato.
Fue un sueño largo y tranquilo, hasta que un pequeño ruido alertó al Uchiha, cuando abrió los ojos se topó con la mirada de su pequeña.
-¿Es que nunca te cansas....?
Sarada emitió un gorgogeo y se movió. -¿Quieres que te cargue?- Sarada soltó un gritito ante la pregunta de su padre y empezó a removerse- Eres una bebé exigente- Sasuke la tomó en brazos y la colocó sobre su pecho, suspiró cuando vio que Sakura seguía durmiendo. La arrullo sosteniendo su cuerpecito contra su pecho, verla le producía una gran ternura. Su pequeña es un ángel, exigente y dormilón. Estuvo a punto de morir de ternura cuando su pequeña bostezo.
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Poco a poco fue cerrando sus ojitos hasta se quedó dormida. Con cuidado se levantó de la cama, para colocar a la pequeña en sí cuna. Quería que Sakura descansara bien, pero cuando se propuso dejarla sobre su colchón, ella empezó a gimotear. Así que desistió de la idea, al parecer Sarada deseaba dormir en brazos de su padre y el la dejaría. Para no despertar a su esposa se sentó en un sillón y ahí se quedó dormido.
Despertó varias horas después, cuando una luz lo incomodó. Al abrir los ojos se encontró con Sakura de pie a unos metros de ellos, contemplando algo en su cámara.
-Esta foto va al álbum.- le dijo ella con una sonrisa.- Son muy lindos.
Sasuke contempló a su hija, aún dormida- Es hermosa.- afirmó.
- Ohhh Sasuke-kum es un padre orgulloso.
-¿Pudiste dormir bien, Sakura?
-Sí, pero no es necesario que duermas fuera de la cama.
-Tienes que descansar bien. Sarada te necesita.
-Y también a ti. Ella te adora.
Aquella frase calentó si corazón, aquel bebé lo ama y él a ella. Su deseo es mantener a su hija a salvo de cualquier mal, incluso si eso le causa dolor a él mismo o la vida.
-Es hora de cenar. Vamos.
-Sí, Sasuke-kum.
El almuerzo fue consistente. Una de esas recetas de Karin, super calórico para darle fuerza a la madre y para asegurar que produzca leche para la nena.
-Estoy muy llena. Creo que Karim quiere engordarme.
De regreso en su habitación, Sakura se sentó en el sillón y destapó su seno. Luego le pidió el bebé a su esposo, él de inmediato la colocó en su pecho. De inmediato su hija comenzó a succionar, cuando levantó la mirada se percató de que Sasuke tenía la vista fija en sus senos. Él al verse sorprendido se sonrojo y ella igual.
-umm....yo....bueno, están más grandes.- dijo de golpe el Uchiha.
-Es por la leche.- la mirada de Sasuke se oscurecio, Sakura reconoció aquella mirada.
-Aún estoy en cuarentena.- le dijo avergonzada.
-Lo que quiero a ser no va contra la cuarentena- el rostro de la mujer se puso más rojo aún, a tiempo que le temblaba el cuerpo de anticipación. Más cuando vio a su esposo relamiendose los labios. Sería una bocha excitante. Claro, si su pequeña acaparadora lo permitía.
''................................... -Yo voy, sigue durmiendo.
-gracias, Sasuke.
El mencionado fue hasta la cuna y revisó a su hija, por suerte no tenía el pañal sucio. Como pudo la levantó para arrullarla, pero siguió llorando. Con la sospecha de que la pequeña glotona quería comer, fue a la cocina a preparar un biberón. Había un poco de leche materna que tenían en botellas por si acaso. Después de calentarla se la dio. De inmediato Sarada empezó a comer.
-Valla que tienes hambre, pequeña aspiradora. Meciendola regresó al cuarto, como supuso cuando quiso dejarla en la cuna la nena estuvo a punto de llorar. Por lo que decidió colocarla en medio de la cama, entre Sakura y él. -Que esto no se vuelva una costumbre, a veces tu madre y yo necesitamos intimidad.
Con su brazo rodeó a Sakura hacia ellos, la Uchiha como por reflejo colocó la mano sobre la barriga de su bebé, acariciando su cuerpito hasta que se durmió. Sasuke dejó un beso en la frente de su esposa y se apuró a dormir, aprovecharía todo lo que pudiera, por que si bien su hija era un ángel, tenía sus momentos de diablillo acaparador.
