Estoy fumándome el último cigarrillo que me queda en la cajetilla, apenas puedo salir de mi cama y ya tengo que estar al tanto de todas las citas pendientes que tengo estos días.
Un estadounidense llamado Rob, o algo así creo recordar, me regaló un tocadiscos maravilloso junto a varios vinilos. Fue de los primeros regalos que acepte y de los que más añoro.
Como si de una película se tratase, pongo uno de los vinilos, me lleno la copa de vino y bailo al son de los rayos de sol que inundan la mañana.
Las mañanas me dan mis momentos favoritos, estoy acompañada con mi soledad interna y me hace sentirme más llena que nunca. No os preguntéis porque la soledad me hace sentirme acompañada porque no creo que llegaseis a entenderlo, pero cuando no tienes la capacidad de decidir la compañía que te tocará al día y no eres capaz de aguantar a una persona diariamente, los momentos de soledad son indescriptibles.
Este capítulo se llamará Rusia , por el tema que está rozando la aguja de mi tocadiscos. Concretamente "Cigarettes" de Russian Red.
Hoy tengo una cita con un Señor de mediana edad, siempre se que aspecto tendrán antes de verlos. También tienen una lista de gustos, como si yo fuese un producto que puedes adquirir en cualquier supermercado. Ellos especifican sus gustos y como quieren que vaya vestida.
Adjunto que hay personas realmente raras, pero este Señor quiere que lleve un camisón rojo, moño despeinado , carmín rojo (gracias, es mi favorito) y tacones de aguja de color negro. Creo que no tengo que especificar nada sobre la ropa interior, aunque algunos también eligen diferentes tipos, aunque ese tipo de personas días antes te hacen llegar un paquete a la dirección de correo que pongo en disposición ( obviamente no es mi casa, no me podría arriesgar a toparme con gente enfermiza. En el centro de Correos hay una especie de buzón privado y voy a revisarlo cada semana.)
Este Señor, en concreto, hará que un Uber me recoja y me lleve a algún hotel como estoy acostumbrada.
Pasan las horas muy rápidas, hay que cumplir las ordenes y alimentarme bien es uno de lo pasos fundamentales para mantenerme en mi línea.
Quizás con el tiempo me he vuelto más exquisita pero mantener mi imagen perfecta junto a mi cuerpo es mi mayor adicción. Puedo estar follándome a un millonario que posiblemente si nos ves pasear pensarás que soy una más de su gremio de empresarios. En eso se basa, en nunca pasar desapercibida y así que los siguientes que te folles sin que nadie lo sepa sean a los amigos del que me estoy tirando ahora mismo.
Lapsus y más lapsus.
Me tengo que ir ya, cremas hidratantes con olores frescos envuelven siempre mi piel junto al perfume.
Me estoy haciendo de rogar para el Uber, porque para los clientes la puntualidad es exquisita.
