Éste es un Universo Alterno en el que viajamos a la vida de un muchacho neoyorquino llamado Justin Laboy, cuyo amor por una dominicana-puertorriqueña llamada Naomi Rodriguez; llega a un extraño extremo.
❝El plan se llamó 'Operación D-' & se llevó a...
- Llamé a un primo, qué llamó a un primo, qué llamó a un amigo, qué llamó a una docena de primos; porque ésto nunca se acaba.-suspiró intentando recordar cómo había acabado con sus primos en la casa de sus tíos, pasándose dinero para conseguir drogas.
Del otro lado de la memoria de Gideon, discutían sus primos sobre él; ¿quién confiaría en un primo que no ven?
- Mi primo Gideon está buscando una cosita para cierta persona. -su primo, Robbie, rió leve, mientras todos le observaban con cierta preocupación.- Una chica a la que quiere tocar~ -dijo, con una voz extraña, burlándose al mismo tiempo de la cara de sus otros primos.
- Bueno... Todos tiene un primo que puede conseguirte algo. -sonrió Soos.
Comenzaron a discutir sobre lo extraña que sonó la voz de Robbie cuando quiso burlarse de sus propias palabras, terminando los tres primos sonriendo, mirando las pantallas de sus celulares, hasta que Soos se levantó y se puso a jugar con su consola, hasta perder y levantar la vista con el ceño fruncido.
- Un segundo... Estábamos hablando de nuestro primo Gideon... -los demás levantaron la cabeza para mirarlo.- ¿No era Gideon el primo que llegó a la lista de honor, el que tenía a las Universidades entusiasmadas?-arqueó una ceja.
- Cierto... ¿Somos cercanos a nuestro primo Gideon?, ¿podemos confiar en él?
En ése mismo momento, a diez minutos de la casa de los primos de Gideon, el recién nombrado se encontraba respondiendo los mesajes de Mabel, mientras cerraba la puerta de su casa con llave y se encaminaba a la parada de buses para ir a la casa de sus primos.
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<< - ¡Oh, viejo! -rió, dando vueltas al poste hasta que vio el bus acercarse. >>
- ¿Dices que somos matones para nuestro primo Justin?; ¡no vendemos drogas! -puso cara de asco que hizo reír al mayor de los tres.- La compramos y se la damos, le pedimos algo de dinero; y salimos ganando nosotros también.
Otra discusión se había armado en la cocina, hasta que el primo mayor los detuvo con un grito: - ¡Hey!, ¿qué es éste escándalo?; ésto no está para discutirse, es nuestro primo el que viene a nosotros. -dijo Dan, haciendo que los otros dos bajaran la cabeza.- Es nuestra sangre, y lo queremos.
El timbre de la puerta principal sonó y rápidamente un ¿o de los primos se encaminó a la puerta.
- ¡Primo Gideon! -gritó, haciendo que los otros dos se acercaran.
- ¡Primo Soos! -rió cuando recibió el abrazo amoroso de su primo.
《《♡》》
- Aw~, miren a Gideon; se sonroja~ -sonrió Robbie, una vez dentro de la casa, en cuanto todos estaban sentados en los sofás, mirando a su primo.
- Aw~, nuestro pequeño Gideon está enamorado~ -rió Dan, mientras leía los mensajes de Naomi y él en el celular del más pequeño.
- No sé por qué o para qué quiere las drogas, pero confió en mi para dárselas. -comentó, algo apenado.
A Robbie casi se le cae la cara de la vergüenza aclarando su garganta: - Perdón por juzgarte apresuradamente, Gideon. -suspiró.
- No te preocupes, primo Robbie; está bien. -le sonrió, reconfortante.
- ¿Por qué deberíamos de conseguirte éstas drogas? -preguntó Soos, volviendo a revisar cuales eran las que Mabel le había pedido, específicamente.
- Amor... -susurró, mientras miraba la foto de perfil de Mabel, una de ella con él junto a Pacífica y Bill.
- ¿Qué? -Dan rió por lo bajo, haciendo que su primo levante la cabeza.
Sabían lo que era ésa pequeña mirada. No sólo era por qué su pequeño primo tenía las hormonas alborotadas, ni por qué se había drogado; simplemente estaba enamorado. Pero aquel dulce y tierno brillo vidrioso en sus ojos hacían que fuese algo aún mejor... Y por las historias que sus tíos contaban a cerca de él, es la primera vez que se enamora.
- Sólo si ustedes creen en el... Amor~ -rió leve, por las cosquillas que las mariposas le hacían a su estómago.
- Dénsela. -sonrió Robbie, limpiándose falsas lágrimas de sus mejillas.
- ¡Gracias, primos! -se abalanzó hacia ellos, abrazándolos.
Poco después se fue de la casa de sus tíos, subiendo al bus, saludando por la ventana y contestándole a Mabel cuando sus primos dejaron de correr persiguiendo el bus cómo solían hacer cuando Gideon era pequeño y lloraba porque quería quedarse con ellos.
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- Pensé que nuestro primo Gideon era gay. -respiró ondo Soos, antes de recibir golpecitos de parte de sus hermanos.
- ¿Qué hiciste con el dinero? -le preguntó Tyrone, la sonrisa de Gideon se transformó en una simple "o", mientras miraba al profesor delante de él.- Oh, lo siento; estabas pensando, no quise interrumpirte.
- Oh, no; no se preocupe. -rió leve.- Le entregué a mi primo veinticinco dólares y estaba sudando mucho, entonces me pasó una bolsita con unas cositas verdes...
- Entiendo. -anotó un par de cosas, menos los nombres de los primos a los que Gideon nunca mencionó, no diría sus nombres para no traicionarlos, y éso fue lo mejor que un primo puede hacer por el otro; no delatarse entre sí.
Sonrió, marchándose de la sala del consejero para caminar hacía su salón de clases y reencontrarse un día más con Mabel.
- Mantente fuerte, muchacho. -susurró para sus adentros, observando como el adolescente recibía una palmadita en la espalda por parte del profesor Pines.
