Yoongi

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Ahora estoy aquí, sentado en mi querido café, escribiendo esta carta.

Me voy de aquí.

Me voy a Seúl.

Te preguntarás porque.

Voy a mudarme junto a el amor de mi vida.

Yoongi y yo nos conocimos en la puerta de este lugar, el miraba su celular y yo esperaba que algún taxi pasara por la calle.

"Disculpa, ¿Sabes como funciona el transporte público en esta ciudad? En Seúl tenemos aplicaciones de taxis"

Lo mire sorprendido, sus facciones finas no tenían nada que ver con su gruesa voz.

Le explique que no teníamos la misma compañía de taxi en Busan. Se rió nervioso y pidió indicaciones para llegar al centro, donde extrañamente yo también me dirigía.

Tomamos un taxi juntos, y en el trayecto descubrí que era un productor que venía a unas cuantas reuniones y a visitar algunos amigos.

Hablamos muy animadamente y cuando llego el momento de despedirnos me entrego una tarjeta.

"Quiero pagarte el favor, llámame un día de estos"

Lo llamé la semana siguiente, quería ser un poco misterioso.

Terminamos saliendo, el venia al menos 3 veces al mes desde Seúl para verme.

Aparecía en medio de la noche con un ramo de flores y el cabello alborotado, y con el tiempo yo aparecía en su oficina con pollo frito y lo miraba mientras componía.

Tenía la paciencia cuando no podíamos vernos por trabajo, o cuando tenía que trabajar con chicas que lo llamaban atractivo.

Aprendí a escuchar, Yoongi escucha todo lo que digo, en total silencio y con una pequeña sonrisa, pero cuando el tiene algo que decir, guardo total silencio, como si cada palabra que dijese fuese oro puro.

Digo lo que me molesta, al igual que Yoongi.

Cada cosa que viví me llevo a ser lo que soy ahora, aprendí a ser el hombre que Yoongi merece, y a encontrar al chico que me merecía por igual.

Si encontraste mi carta, es momento de que continúes como yo. Estás en mi lugar preferido, pero ya no lo necesito y creo que tu si. Deja que el amor llegue y se vaya. Algún día caminaras por el altar y dejaras todo el drama.

Pero disfrútalo por ahora.

Tengo que irme, Min Yoongi está esperándome en la estación de trenes.

Vive una vida llena de amor, y cuando cada uno se vaya repite.

"Thank U, Next"

-Park Jimin, ahora Min Jimin.

La chica de preparatoria cerró la carta y miro al techo del café boquiabierta.

Park Jimin, el chico que estaba en las revistas por ser la pareja del productor Min Yoongi, aquel que escribía sus canciones favoritas.

Tenía una carta que valía un millón de dólares, pero la guardo en la carpeta rosada que incluía su diario. Sentía que el señor Min y ella compartían un secreto digno de guardar.

Tomo su frappe de fresa y se proponía a regresar a casa. Cuando un chico casi choca con ella.

"Dios, lo siento" ambos se miraron a los ojos por un segundo y luego se sonrieron.

El Señor Cho, ya con su cabello blanco y rostro arrugado miraba la escena desde la cocina.

Rió un poco y volvió a sus asuntos.

Thank U, Next Donde viven las historias. Descúbrelo ahora